Intelectuales a la política

De la Redacción de ZOOM. Cientos de intelectuales y gente de la cultura se plantean la necesidad del pasaje a la política en virtud de la actual coyuntura nacional. El filósofo Ricardo Forster ya opinó sobre este tema en ZOOM. El martes pasado se produjo un nuevo encuentro de esta iniciativa. El resultado: una nueva carta abierta y más acciones para el futuro inmediato.

Este martes se presentó en el Foro Gandhi de Corrientes y Callao el espacio «En defensa de un Gobierno democrático popular amenazado, preservando la libertad de crítica». A través de una carta abierta con la firma de 800 personalidades de la cultura, el periodismo, la educación, el cine, las artes y la literatura, esta convocatoria conformó el segundo paso de una iniciativa que había comenzado con la distribución de la primera carta abierta en la Feria del Libro.

El texto analiza el conflicto del lock out agropecuario y critica el papel de los «medios masivos de comunicación concentrados».

Con la firmas de artistas e intelectuales como Horacio González, Guillermo Saccomanno, Nicolás Casullo, León Ferrari, Ricardo Forster, Trsitán Bauer, Jaime Sorín, Miguel Rep, Lorenzo Quinteros, Eduardo «Tato» Pavlovsky, Horacio Verbitsky, David Viñas, Julio Ordano, Cristina Banegas y José Pablo Feinmann, la carta afirma que son los medios quienes «gestan la distorsión, difunden el prejuicio y el racismo más silvestre y espontáneo, sin la responsabilidad por explicar, por informar adecuadamente».

El filósofo Feinmann atribuyó el paro del campo a que al establishment le «molesta la política de derechos humanos» y denunció la utilización del conflicto para imponer un «protogolpe institucional».

Durante la presentación realizada en Gandhi, los presentes se comprometieron a abrir canales de diálogo y organizar mesas redondas sobre temas como la conformación de una nueva derecha («un clima destituyente se ha instalado, que ha sido considerado con la categoría de golpismo», reza el texto), la Ley de Radiodifusión, el INDEC y la inflación.

La Carta Abierta

Como en otras circunstancias de nuestra crónica contemporánea, hoy asistimos en nuestro país a una dura confrontación entre sectores económicos, políticos e ideológicos históricamente dominantes y un gobierno democrático que intenta determinadas reformas en la distribución de la renta y estrategias de intervención en la economía. La oposición a las retenciones -comprensible objeto de litigio- dio lugar a alianzas que llegaron a enarbolar la amenaza del hambre para el resto de la sociedad y agitaron cuestionamientos hacia el derecho y el poder político constitucional que tiene el gobierno de Cristina Fernández para efectivizar sus programas de acción, a cuatro meses de ser elegido por la mayoría de la sociedad.

Un clima destituyente se ha instalado, que ha sido considerado con la categoría de golpismo. No, quizás, en el sentido más clásico del aliento a alguna forma más o menos violenta de interrupción del orden institucional. Pero no hay duda de que muchos de los argumentos que se oyeron en estas semanas tienen parecidos ostensibles con los que en el pasado justificaron ese tipo de intervenciones, y sobre todo un muy reconocible desprecio por la legitimidad gubernamental.

Esta atmósfera política, que trasciende el “tema del agro”, ha movilizado a integrantes de los mundos políticos e intelectuales, preocupados por la suerte de una democracia a la que aquellos sectores buscan limitar y domesticar. La inquietud es compartida por franjas heterogéneas de la sociedad que más allá de acuerdos y desacuerdos con las decisiones del gobierno consideran que, en los últimos años, se volvieron a abrir los canales de lo político. No ya entendido desde las lógicas de la pura gestión y de saberes tecnocráticos al servicio del mercado, sino como escenario del debate de ideas y de la confrontación entre modelos distintos de país. Y, fundamentalmente, reabriendo la relación entre política, Estado, democracia y conflicto como núcleo de una sociedad que desea avanzar hacia horizontes de más justicia y mayor equidad.

Desde 2003 las políticas gubernamentales incluyeron un debate que involucra a la historia, a la persistencia en nosotros del pasado y sus relaciones con los giros y actitudes del presente. Un debate por las herencias y las biografías económicas, sociales, culturales y militantes que tiene como uno de sus puntos centrales la cuestión de la memoria articulada en la política de derechos humanos y que transita las tensiones y conflictos de la experiencia histórica, indesligable de los modos de posicionarse comprensivamente delante de cada problema que hoy está en juego.

En la actual confrontación alrededor de la política de retenciones jugaron y juegan un papel fundamental los medios masivos de comunicación más concentrados, tanto audiovisuales como gráficos, de altísimos alcances de audiencia, que estructuran diariamente “la realidad” de los hechos, que generan “el sentido” y las interpretaciones y definen “la verdad” sobre actores sociales y políticos desde variables interesadas que exceden la pura búsqueda de impacto y el raiting. Medios que gestan la distorsión de lo que ocurre, difunden el prejuicio y el racismo más silvestre y espontáneo, sin la responsabilidad por explicar, por informar adecuadamente ni por reflexionar con ponderación las mismas circunstancias conflictivas y críticas sobre las que operan.

Esta práctica de auténtica barbarie política diaria, de desinformación y discriminación, consiste en la gestación permanente de mensajes conformadores de una conciencia colectiva reactiva. Privatizan las conciencias con un sentido común ciego, iletrado, impresionista, inmediatista, parcial. Alimentan una opinión pública de perfil antipolítica, desacreditadora de un Estado democráticamente interventor en la lucha de intereses sociales.

La reacción de los grandes medios ante el Observatorio de la discriminación en radio y televisión muestra a las claras un desprecio fundamental por el debate público y la efectiva libertad de información. Se ha visto amenaza totalitaria allí donde la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA llamaba a un trato respetuoso y equilibrado del conflicto social. En este nuevo escenario político resulta imprescindible tomar conciencia no sólo de la preponderancia que adquiere la dimensión comunicacional y periodística en su acción diaria, sino también de la importancia de librar, en sentido plenamente político en su amplitud, una batalla cultural al respecto.

Tomar conciencia de nuestro lugar en esta contienda desde las ciencias, la política, el arte, la información, la literatura, la acción social, los derechos humanos, los problemas de género, oponiendo a los poderes de la dominación la pluralidad de un espacio político intelectual lúcido en sus argumentos democráticos. Se trata de una recuperación de la palabra crítica en todos los planos de las prácticas y en el interior de una escena social dominada por la retórica de los medios de comunicación y la derecha ideológica de mercado. De la recuperación de una palabra crítica que comprenda la dimensión de los conflictos nacionales y latinoamericanos, que señale las contradicciones centrales que están en juego, pero sobre todo que crea imprescindible volver a articular una relación entre mundos intelectuales y sociales con la realidad política.

Es necesario crear nuevos lenguajes, abrir los espacios de actuación y de interpelación indispensables, discutir y participar en la lenta constitución de un nuevo y complejo sujeto político popular, a partir de concretas rupturas con el modelo neoliberal de país. La relación entre la realidad política y el mundo intelectual no ha sido especialmente alentada desde el gobierno nacional y las políticas estatales no han considerado la importancia, complejidad y carácter político que tiene la producción cultural. En una situación global de creciente autonomía de los actores del proceso de producción de símbolos sociales, ideas e ideologías, se producen abusivas lógicas massmediáticas que redefinen todos los aspectos de la vida social, así como las operaciones de las estéticas de masas reconvirtiendo y sojuzgando los mundos de lo social, de lo político, del arte, de los saberes y conocimientos. Son sociedades cuya complejidad política y cultural exige, en la defensa de posturas, creencias y proyectos democráticos y populares, una decisiva intervención intelectual, comunicacional, informativa y estética en el plano de los imaginarios sociales.

Esta problemática es decisiva no sólo en nuestro país, sino en el actual Brasil de Lula, en la Bolivia de Evo Morales, en el Ecuador de Correa, en la Venezuela de Chávez, en el Chile de Bachelet, donde abundan documentos, estudios y evidencias sobre el papel determinante que asume la contienda cultural y comunicativa y las denuncias contra los medios en manos de los grupos de mercado más concentrados. Es también en esta confrontación, que se extiende al campo de la lucha sobre las narraciones acerca de las historias latinoamericanas, donde hoy se está jugando la suerte futura de varios gobiernos que son jaqueados y deslegitimados por sus no alineamientos económicos con las recetas hegemónicas y por sus “desobediencias” políticas con respecto a lo que propone Estados Unidos. Reconociendo los inesperados giros de las confrontaciones que vienen sucediéndose en esta excepcional edad democrática y popular de América Latina desde comienzos de siglo XXI, vemos entonces la significación que adquiere la reflexión crítica en relación a las vicisitudes entre Estado, sociedad y mercado globalizado.

Uno de los puntos débiles de los gobiernos latinoamericanos, incluido el de Cristina Fernández, es que no asumen la urgente tarea de construir una política a la altura de los desafíos diarios de esta época, que tenga como horizonte lo político emancipatorio. Porque no se trata de proponer un giro de precisión académica a los problemas, sino de una exigencia de pasaje a la política, en un tiempo argentino en el que se vuelven a discutir cuestiones esenciales que atraviesan nuestras prácticas. Pasaje hacia la política que nos confronta con las dimensiones de la justicia, la igualdad, la democratización social y la producción de nuevas formas simbólicas que sean capaces de expresar las transformaciones de la época.

En este sentido es que visualizamos la originalidad de lo que está ocurriendo en América Latina (más allá de las diferencias que existen entre los distintos proyectos nacionales) y los peligros a los que nos enfrentamos, peligros claramente restauracionistas de una lógica neoliberal hegemónica durante los años noventa. Teniendo en cuenta esta escena de nuestra actualidad, nuestro propósito es aportar a una fuerte intervención política –donde el campo intelectual, informativo, científico, artístico y político juega un rol de decisiva importancia– en el sentido de una democratización, profundización y renovación del campo de los grandes debates públicos. Estratégicamente se trata de sumar formas políticas que ayuden a fecundar una forma más amplia y participativa de debatir. Nos interesa pues encontrar alternativas emancipadoras en los lenguajes, en las formas de organización, en los modos de intervención en lo social desde el Estado y desde el llano, alternativas que puedan confrontar con las apetencias de los poderes conservadores y reactivos que resisten todo cambio real.

Pero también que pueda discutir y proponer opciones conducentes con respecto a los no siempre felices modos de construcción política del propio gobierno democrático: a las ausencias de mediaciones imprescindibles, a las soledades enunciativas, a las políticas definidas sin la conveniente y necesaria participación de los ciudadanos. Una nueva época democrática, nacional y popular es una realidad de conflictos cotidianos, y precisa desplegar las voces en un vasto campo de lucha, confiar, alentar e interactuar. En este sentido, sentimos que las carencias que muchas veces muestra el gobierno para enfocar y comprender los vínculos, indispensables, con campos sociales que no se componen exclusivamente por aquellos sectores a los que está acostumbrado a interpelar, no posibilitan generar una dinámica de encuentro y diálogo recreador de lo democrático-popular.

Creemos indispensable señalar los límites y retrasos del gobierno en aplicar políticas redistributivas de clara reforma social. Pero al mismo tiempo reconocemos y destacamos su indiscutible responsabilidad y firmeza al instalar tales cuestiones redistributivas como núcleo de los debates y de la acción política desde el poder real que ejerce y conduce al país (no desde la mera teoría), situando tal tema como centro neurálgico del conflicto contra sectores concentrados del poder económico. Todo lo expresado y resumido da pie a la necesidad de creación de un espacio politico plural de debate que nos reúna y nos permita actuar colectivamente. Experiencia que se instituye como espacio de intercambio de ideas, tareas y proyectos, que aspira a formas concretas de encuentro, de reflexión, organización y acción democrática con el gobierno y con organizaciones populares para trabajar mancomunadamente, sin perder como espacio autonomía ni identidad propia. Un espacio signado por la urgencia de la coyuntura, la vocación por la política y la perseverante pregunta por los modos contemporáneos de la emancipación.

Las firmas

Mónica Abella /Gustavo Abrevaya /Nilda Actis Goretta /Leonor Acuña /Sergio Leandro Agoff /Nelson Agostini /Horacio Mario Aguilar /Silvia Agulleiro /Norberto Alayón /Andrés Aldao /Carlos J. Aldazábal /Julio Alemán /Jorge Alemán /Fernando Alfón /Jorge Aliaga / David Aljanati/ Héctor Jorge Alvaro/ Ana Amado/ Ana Amorosini/ Federico Andahazi/ Leandro Andrini/ Eduardo Anguita/ Nora Aquín/ Javier Araujo/ Alejandro Archain/ Gloria Arcuschin/ Ricardo Arias/ Nicolás Arispe/ Diego Baccarelli/
María Bagnat/ Alejandro Balazote/ María Eugenia Ball Lima/ Carlos Barbarito/ Domingo Andres Barrado/ Ricardo Bartís/ Cristina Bartolucci/
Alcira Bas/ Roberto Baschetti/ Domingo Basile/ Vicente Battista/ Horacio Walter Bauer/ Tristán Bauer/ María Cristina Bazerque/ Martín Becerra/ Cristina Béjar/ Marta Bellardi/ Rodolfo J. Beltramini/ Luis Benítez/ Silvia Berajá/ Ana Berezin/ Adolfo Bergerot/ Olga Beriachetto/ Carlos Berman/
Jorge Bernetti/ Emilio Bernini/ Marta Bertolino/ Marcelo Bertuccio/ Graciela Biagini/ Augusto Bianco/ Gabriel M. Bilmes/ Hugo Biondi/ Fernando Birri/
Rafael Blanco/ David Blaustein/ Jorge Boccanera/ Vilma Bonetto/ Jorge Booth/ Enrique Borcel/ Gabriela Borgna/ Ruben Borre/ María Victoria Bourdieu/ Carlos Boyle/ Rodolfo Braceli/ Andrea Bragas/ Nora Britos/
Matías Bruera/ Mario Burgos/ Mario Burkun/ Roberto O. Bustos/ Elena Cabrejas/ Cecilia Calandria/ Sergio Caletti/ Rubén M. Calmels/ Pilar Calveiro/ Edith Cámpora/ María Elia Capella/ Darío Capelli/ Julio Carabelli/
Pablo Esteban Carabelli/ Diego Caramés/ Alfredo Juan Manuel Carballeda/ Teresa Caretti/ Joaquín Caretti Ríos/ Jorge Carpio/ Ricardo Carrena/ Carlos Carrique/ Ana Castaño/ Cristina Castello/ Leopoldo «Teuco» Castilla/ Mariana Casullo/ Nicolás Casullo/ Gisela Catanzaro/
Ana Cauerhff/ Aníbal Cedrón/ Susana Cella/ Matías Cerezo/ Elda Cerrato/
Susana Checa/ SIlvia Chejter/ Alejandro Cherep/ Magdalena Chiara/ María Cristina Chillida/ Leandro Chulak/ Noemí Ciollaro/ Gerardo Codina/
Javier Cófreces/ Patricio Contreras/ Ivonne Copetti/ Roberto Tito Cossa/
Ricardo Costa/ Américo Cristófalo/ Diana Cruces/ Fernando Cukierman/
Cristina Curuchelar/ Claudia Dagostino/ Rodrigo Daskal/ Emiliano De Bin/
Hugo De Cristóforis/ Carlos De Feo/ Carlos De Lorenzo/ Diego De Menech/ María De Pauli/ Oscar A. De Sanctis/ Sergio Del Piero/ Vicente Di Cione/ Oscar Díaz/ Gabriel D’Iorio/ Jorge Dobal/ Cristina Domenech/
Nora Dominguez/ Jorge Dubatti/ Victor Ducrot/ Sonia E Durand/ Carlos Eroles/ Marcelo Adrián Eschoyez/ Ximena Espeche/ Patricia Esper/ Daniel Ezcurra/ Adrian Faigon/ Ana M. Falcòn/ Matías Farias/ Cristina Feijóo/ José Pablo Feinmann/ Hugo Arturo Feraud/ Julio Fernández/ Zulema Fernández/ Pablo Fernández/ Julio Fernández/ Gerardo Fernández/
Julio Fernández Baraibar/ Isabel Fernandez Blanco/ Maximiliano Fernández De Lorenzo/ Javier Fernández Míguez/ Claudio Ferrari/
León Ferrari/ Lilia Ferreyra/ Corina Fiorillo/ Cecilia Flachsland/ Jorge Flores/ Marita Foix/ Jorge Fontanals/ Juan Forn/ Alejandro Forster/
Ricardo Forster/ Eduardo Foulkes/ Cristina Fraire/ Daniel Freidemberg/
Marcelo Frías/ Marcelo «Nono» Frondizi/ Laura Fumagalli/ Patricia Funes/
Juan Furlino/ Jorge Gaggero/ Oscar Galante/ Norberto Galasso/ Lily Galeano/ Luisa Irma Galli/ Susana Gamba/ Eduardo Garavaglia/ Soledad García/ Susana García Iglesias/ Liliana García Nudelman/ Soledad García Quiroga/ Gilou García Reinoso/ Mariano Juan Garreta/ María Laura Garrido/ Eduardo Garriga/ Luis Gasloli/ Miguel Gaya/ Marisa Germain/ Octavio Gettino/ Luz Gibert/ Carlos Girotti/ Eduardo Giuria/ José Glusman/
Norma Goicoechea/ Martha Goldin/ Jorge M. Goldszmidt/ Florencia Gómez/
Norma Gómez Tomasi/ Ana I. González/ Carmen González/ Carmen Sara González/ Jonio González/ Leopoldo González/ Héctor González/ Horacio González/ Ana González/ Eladio González/ Mario José Grabivker/ Graciela Graham/ María Inés Grimoldi/ Ezequiel Grimson/ Claudio Guevara/ Jorge Gugliotta/ Graciela Guilis/ Leonardo Gutman/ Rodolfo Hamawi/ Olga Hammar/ Liliana Heer/ Liliana Herrero/ Cecilia Hopen/ Benjamín Hopenhayn/ Gabriel Huarte/ Santiago Hynes/ Lido Iacomini/ Gabriel Impaglione/ Cecilia Incarnato/ Maria Iribarne/ Silvina Irrasabal/ Jorge Isaias/ Inés Izaguirre/ Eduardo Jozami/ Nemesio Juarez/ Tamara Kamentzain/ Alejandro Kaufman/ Norma Kisel/ Sergio Kisielewsky/
Mora Kleiman/ Maggie de Koenigsberg/ Alejandra Kohon/ Luis Kon/ Guillermo Korn/ Laura I Lacreu/ Alicia Lamas/ Héctor Laurencena/ Andrés Lazzarini/ María Ledesma/ María Rosa León/ Matías Leoni/ Eugenia Levin/
Héctor Levy/ Roberto Leydet/ María Pia López/ Ana Inés López Accotto/
Alejandro López Accotto/ Roberto Pedro Lopresti/ Federico Lorenz/ Félix Lorenzo/ Martina Lorenzutti/ Damian Loreti/ Liliana Lukin/ Jorge Ariel Madrazo/ Ariel Magirena/ Carlos Maida/ Mabel Maidana/ Brenda Maier/
Fortunato Mallimaci/ Alejandro Manrique/ Inés Manzano/ Diana Margulis/
Elisa Marino/ Guillermo Martínez/ Romina Mateos/ Liliana N. Mayoral/ Roberto Mazzuca/ María Cristina Melano/ Andrés Méndez/ Carolina Mera/
Teresa Merediz/ Rolando Mermet/ Marina Moguillansky/ Daniel Mojica/
Oscar M. Molek/ Emilce Moler / Eduardo Molina y Vedia/ Eduardo Molinari/
Héctor Molinari/ Maximiliano A Molocznik/ Laura Mombello/ Federico Monczor/ Patricia Monsalve/ Alejandro Montalbán/ Eduardo Montebello/
Ángela Montero Neira/ Jorge E. Moreira/ Alfredo Moreno/ Oscar Moreno/
Liliana Morsella/ Mariana Moyano/ Eduardo Müller/ Micaela Muñoz/
Mariana Muraca/ Daniel Muxica/ Alicia S. Muzio/ Ricardo Nacht/ Alberto Nadra/ Alejandra Naftal/ Jack Nahmías/ Eduardo Narvaez/ Aurelio Narvaja/ Ricardo Natch/ Esteban Nicotra/ Javier Nobile/ Aldo Luis Novelli/
José A. Olabe/ Silvia Ontivero/ Walter Operto/ Julio Ordano/ Celeste Orozco/ Norma Osnajanski/ Magalí Rud Otheguy/ María Otheguy/ Santiago Carlos Oves/ Salomón Paio Melul/ Diana Paladino/ Ariel Paladino/ José María Pallaoro/ Delia Pardo/ Alberto Parisí/ Salo Pasik/
Delia Pasini/ Lila Pastoriza/ Carlos Patiño/ Nora Patrich/ Licha Paulucci/
Eduardo «Tato» Pavlovsky/ Juan Carlos Pavoni/ Manuel Enrique Pedreira/
Eduardo Peduto/ Juan Pelitti/ Viviana F. Pelle/ Claudio Pena/ Ana Paula Penchaszadeh/ Víctor Penchaszadeh/ Federico Pensado/ Sara Isabel Pérez/ Cristina Perez Darriba/ Carlos Pérez Rasetti/ Irene Rosa Perpiñal/
Ivanna Petz/ María Lidia Piotti/ Santiago Coco Plaza/ Héctor Poggiese/
Juan Polaco/ León Pomer/ Liliana Ponce/ Daniel Ponzo/ Nicolás Pregi/
Cecilia Propato/ Sergio A. Pujol/ Aída Quintar/ Pablo Quintero/ Lorenzo Quinteros/ Juan Carlos Radovich/ Liliana Raggio/ Elena Raimondi/ Ana María Ramb/ Pablo Ramos/ Rogelio Ramos Signes/ Héctor F. Ranea Sandoval/ Gabriel Reches/ María Elena Redín/ Graciela E. Rendon/ Miguel Rep/ Jorge Miguel Reyes/ Eduardo Rinesi/ Maria del Carmen Rivas/ Adriana Robles/ Julia Rocha/ Javier Rodriguez/ Alejandro Rofman/ Mario M. Roitter/ Hilda Romano/ Susana Romano Sued/ Julia Rosemberg/ Violeta Rosemberg/ Lucas Rozenmacher/ Carlos Rozensztroch/ Daniel Rubinsztein/ Guillermo Saavedra/ Lucas Sablich/ Guillermo Saccomanno/
Cecilio Manuel Salguero/ Emiliano Pedro Salguero/ Manuel Enrique Salguero/ Juan Salinas/ Homero Rodolfo Saltalamacchia/ Juan Carlos Sánchez/ Silvina Sánchez/ Sebastian Sanchez Ocampo/ Silvia Sànchez Urite/ Pedro Sanllorenti/ Mariana Santángelo/ Carlos Schroëder/ Ruben Schrott/ Federico Schuster/ Juan Scolarici/ Liliana Secchi/ Marcelo Lira Segovia/ Silvina Segundo/ Susana Sel/ Graciela Sessa/ Margarita Sgro/
Silvia Sigal/ Paula Siganevich/ Daniel Silber/ Cristina Siscar/ Sonia Skabala/ Carlos Skliar/ Alberto Sladogna/ /José Slimobich/ Alejandro Socolovsky/ Yamile Socolovsky/ Sarah Eva Solzi/ María Sonderéguer/
Jaime Sorin/ Luis Sotomayor/ Isabel Steinberg/ Eduardo Stupia/ Alberto Szpunberg/ Pablo Sztulwark/ Mónica Szurmuk/ Susana Szwarc/ Beatriz Taber/ Alfredo Tagle/ Miguel Talento/ Anú Talvari/ Susana Tambutti/ Diego Tatián/ Enrique Tenenbaum/ Carlos Terribili/ Jorge Testero/ Carlos Tobal/ Mario Toer/ Javier Trímboli/ Hugo Trinchero/ Jésica Tritten/ Sergio Tucci/ Fernando Ulibarri/ Angelina Uzín Olleros/ Silvia Valdés/ Adolfo Valerga/ Sobel Valeria/ Osvaldo Raúl Valli/ Gustavo Varela/ Omar David Varela/ Marta Vasallo/ Hector Vazquez/ Miguel Vedda/ Ignacio Vélez/ Ana Velia Druker/ Susana Velleggia/ Horacio Verbitsky/ Norberto Vilar/ Alejandro Villa/ Juan Diego Villa/ Florencia Villafañe/ Juano Villafañe/
Susana Villavicencio/ Alicia Villoldo-Botana/ Paulina Vinderman/ David Viñas/ Daniel Viola/ Silvia Vladimivsky/ Leticia Walther/ Dennis Weisbrot/
Guillermo Wierzba/ Matías Wiszniewer/ Silvia Woods/ Ana Wortman/ Silvia Yuri/ Oscar Zabala Berdaguer/ Marta Zabaleta/ Beatriz Zaidenknop/
Graciela Zolezzi Faure/ Enrique Felix Eduardo Zothner/ Ana María Zubieta
María Zuker/ Cristina Zuker/ Jorge Zuviría

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