La izquierda mediomedio

Si hacemos un ejercicio de memoria, nunca antes se había llegado hasta este punto en la pelea por los espacios de poder en el parlamento y sobre todo en la Cámara de Diputados.

Ahora, si miramos con un poco de detenimiento, veremos que los posicionamientos de hoy se fueron dando, paulatinamente y sin retroceso, desde la mal llamada pelea con el campo. No nos olvidemos cómo votó Lozano y la izquierda del mediomedio. O cómo marchaban alegremente como si fueran viejos camaradas los MST de Vilma Ripoll, o los siempres confundidos chinos de la CCC, con los Biolcati y Cía. Esa rosca siguió y hoy estos señores que hablan de estatizaciones, de gravar la renta financiera y del cuidado del medio ambiente se sientan con los que malvendieron todo en este país, con los que hacen de la usura financiera una forma de vida, con los que desparraman glifosato contaminando todo nuestro suelo, para acordar estrategias distributivas de los cargos en las comisiones del Congreso.

Tampoco esto es exclusividad nuestra. En toda Latinoamérica, muchos hombres de las izquierdas y aun ex guerrilleros no comprenden la etapa histórica y se pasan a la derecha más reaccionaria, no entendiendo que la matriz de esta pelea sigue siendo con nuestro enemigo histórico (hasta hace poco también de ellos): el imperio del norte.

De lo contrario, a todos estos grupos de izquierda mediomedio les haría falta un curso acelerado de cómo se está dando la pelea en el continente. Honduras, Colombia, Bolivia, Venezuela son claros ejemplos para ver que nada es ambiguo.

En nuestra patria tampoco lo es. O se está de un lado o del otro. No sea cosa que les pase lo mismo que en el ‘45, y que por una mala lectura después convivan con esa carga durante el resto del siglo.

No habrá forma de explicar estas posiciones, porque no hay un enemigo enfrente. Sino un gobierno que trata de gobernar, con aciertos y errores, pero que tiene un mandato popular que finaliza el 10 de diciembre de 2011.

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