Igor Sobol: “El precio se estancó en una miseria para el productor”

Entrevista al referente de los productores yerbateros afectados por la política de desregulación. “Se pidió la intervención de la provincia, el accionar de Nación, el diálogo con las industrias, pero nada funcionó”. Por Eduardo Silveyra, desde Misiones.

Igor Sobol pertenece a una tradicional familia de pequeños productores yerbateros de la zona de Oberá y San Pedro, centro y norte de Misiones. Es un conocedor de la problemática que trajo aparejada la disolución del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), por parte del gobierno de Milei. Esa trayectoria familiar lo ha llevado hoy a ser uno de los referentes de la protesta que los yerbateros llevan adelante, con cortes y acampes en distintos puntos de la provincia: Oberá, Campo Viera, Campo Grande, Andresito y Monte Carlo.

-¿Cómo comienza a gestarse y agudizarse el conflicto por el precio de la hoja verde de yerba mate?

-Esto comienza después del decreto 7026, que desreguló el INYM, en febrero, marzo del año pasado. Se llegó a pagar hasta $400 el kilo de hoja verde que en algunos casos los productores llegaron a vender. Después de eso, comenzó una bajada de precios de $390 a $380. Fue en picada el precio y en pocas semanas llegó a los $200 y en algunos casos menos, hasta $150 se llegó a pagar el kilo de la hoja verde. Se intentó un diálogo con las industrias, la puesta en marcha del INYM con un presidente nombrado por el gobierno nacional y no se logró nada. Fueron varios meses de discusiones y el precio se estancó en una miseria para el productor y ahí se hicieron un montón de negociaciones. Se pidió la intervención de la provincia, el accionar de Nación, el diálogo con las industrias, pero nada funcionó para que pudiera restablecerse en algo normal. Ese fue el inicio de la crisis durante todo el año 2023 y está en la misma situación hasta el día de hoy.

-¿Pensaron los productores que con un gobierno que prometió destruir el Estado y desregular el INYM iban haber mejores precios?

-Básicamente, por lo que hablo con los productores y por las opiniones que se escuchan por ahí, este sector apoyó mucho al gobierno nacional, pero los factores por los que apoyó son variados, el más básico es simplemente un cambio. Tal vez afectaron un montón de cosas: la corrupción a nivel político, las crisis que llegamos a pasar –como la pandemia—, la inflación y, el más importante, el desconocimiento de muchos productores de la línea política, que en este caso fue bastante clara, no fue como en el caso del gobierno de Menem, que prometió una cosa y después cambió su discurso. Milei vino con el discurso desregulador de la economía y eso creo que fue lo que llevó a que acompañen al gobierno nacional.

-¿Pensás que el gobierno provincial puede hacer algo, ya que tanto diputados y senadores siempre votaron a favor de todos los paquetes de leyes del oficialismo nacional?

-Yo creo que el gobierno provincial, puede y debe trabajar en este tema para solucionarlo. También requiere del diálogo y el acompañamiento de todos los productores y ponernos de acuerdo en buscar una solución, porque no depende solo del gobierno, sino de que los productores acepten el rumbo que se quiere tomar. Yo creo, que por eso también se espera un poco, porque en algunos casos se esperaba que Nación dé una respuesta, porque esta es una problemática nacional, porque nosotros no tenemos producciones solo en Misiones, sino también en Corrientes y esto lleva al manejo diferente entre estas provincias. En Misiones hay más pequeños productores minifundistas y en Corrientes está más industrializada la producción. Creo que acá charlando y dialogando, podríamos llegar a una solución desde la provincia, sin política partidaria de por medio. Ese es el desgaste que nos está generando hoy a los productores y a la misma provincia, esta lucha y desgaste por cuestiones político partidarias que nos van a complicar bastante la situación para resolver. Creo que todos deberíamos sentarnos y la dirigencia debería presionar hacia las bases y dar tranquilidad. No quiere decir que el productor tenga que quedarse tranquilo en la casa. Eso no, tiene que salir y reclamar, pero no con violencia, eso no me parece, pero si estar atentos y dialogar y encontrar una solución.

-¿Qué opinas de la propuesta de la diputada Julia Strada de Unión por la Patria de reactivar el INYM?

-No tengo una opinión formada de la presentación de la diputada, lo que sí estamos analizando son las posibilidades de que se restituya la función del INYM. Va a ser medio complicado con el gobierno nacional porque está poniendo un freno a toda iniciativa y por más que hoy se nombre a un presidente para el INYM yo creo, y es mi opinión personal, que los directores de la industria no van a acompañar y va haber siempre alguna traba para que salga un precio. Y tener que esperar tanto tiempo para que después vaya a laudo y que Nación fije un precio para cobrarle a las industrias, eso nos puede perjudicar mucho, por la cuestión del tiempo y puede agravar la situación.

-¿Cuál es el nivel de productores que se suman a esta convocatoria?

-Los productores en su totalidad están disconformes con el precio que se está pagando y la situación que estamos viviendo. El tema es que en la provincia, en la zona norte, los productores salieron en más cantidad, salieron más a la calle en la zona de San Pedro, Andresito, hasta Jardín América, San Vicente. En la zona centro y sur es menor la participación, eso no quiere decir que no haya un descontento, pero son  situaciones distintas en cada región de la provincia que tiene producciones diferentes y por ahí, todavía en la zona centro la gente está aguantando o resistiendo como decimos.

-¿El INYM se creó hace 23 años, producto de una lucha con muchas semejanzas a esta. Lo que se vive hoy, es como volver a empezar?

-La situación que estamos viviendo hoy es un retroceso, el productor trabajó fuertemente para que su producción sea regulada por una ley y pensó realmente que con eso ya estaba protegido de por vida. Eso, creo yo, fue un error de los productores, creer que ya estaba todo hecho y podíamos quedarnos tranquilos trabajando en las chacras y no era así, teníamos que haber cuidado más nuestro instituto, defenderlo más y estar más participativos.

-Para finalizar, ¿puede ser una solución, la reactivación de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) de la provincia, ya que hablamos de la intervención del gobierno provincial para solucionar el conflicto?

-La vida, la sociedad, cambió mucho y en su momento sirvió mucho, pero creo que hoy reactivar una CRYM… se analizó también, pero hay otras alternativas que se están discutiendo para regular el precio y hay cosas urgentes que hay que hacerlas ya, y eso vamos a tener que trabajarlo con un marco legal. Si es que no funciona más el INYM tendremos que hacerlo acá con la provincia en el corto plazo. Pero el trabajo no termina ahí para solucionar el precio y que los productores se fortalezcan y puedan tener algo de dinero en los bolsillos por la situación crítica que están viviendo hoy. Esa es la situación que hay que controlar. El trabajo que viene después es mucho más arduo y largo para que a futuro no nos vuelva a pasar esto y espero que la gente tenga memoria a la hora de solucionar el problema. Que una vez que tengamos un precio, tenemos que seguir trabajando en unidad y asociativismo para sacar un producto terminado, una yerba mate en todos los sectores de la provincia para que avancemos en la parte comercial y no depender de dos o tres grandes empresas. Ese fue el más grande error que tuvimos los productores y que el INYM no nos acompañó y no nos asesoró, eso se tendría que haber previsto. En vez de una regulación de la plantación, tendríamos que haber vendido más y faltó una cuotificación en vez de una regulación de la cosecha.

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