¿Y ahora vamos a producir alimentos para los vehículos norteamericanos?

Algunas horas antes de que Hugo Chávez protagonizara un acto multitudinario en el estadio porteño de Ferrocarril Oeste, la directora de Canal 7, Rosario Lufrano, entrevistó al presidente de Venezuela en trasmisión directa para toda América Latina por Telesur. Desde la extrema pobreza en Washington, pasando por revelar el costado perverso de los acuerdos de biocombustible que propone Bush, hasta las asimetrías del MERCOSUR con los países más chicos, Chávez abordó los principales interrogantes que le permitieron explicar las razones de su visita a Buenos Aires y su posición con respecto a Estados Unidos.

– Señor Presidente, muy buenos días. Ha llegado a Buenos Aires y aquí hay una marcha que se ha dado en llamar antiimperialista. Muy cerquita está la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que ha estado reunido con Lula en Brasil y al que lo espera Tabaré Vázquez en Uruguay. No ha sido muy bien recibido por lo menos en las calles. Hubo manifestaciones en su contra con heridos, en San Pablo. La pregunta, señor Presidente, tiene que ver con que si hay dos modelos para el mundo. Si por un lado tenemos que hablar de un mercado libre que, según Bush, sus beneficios a los pobres aún no han llegado. El dijo que se siente hijo de Washington y de Bolivar, o si ¿hay otro proceso que se llama «socialismo bolivariano»?

Es interesante el cuadro que hay en América Latina y en el mundo. Yo creo que aquí en América Latina y en el mundo está en pleno desarrollo, una vez más, una lucha. Una lucha histórica. Esto no es nuevo. Tiene al menos 200 años, ¿no? Es decir es la puja de los imperios por imponernos su modelo, y es la puja del pueblo argentino y del venezolano, del latinoamericano para crear nuestro propio mundo, nuestro propio modelo de desarrollo. La visita del jefe imperial del momento recrudece esa batalla y vaya que momento escoge para visitar América Latina, cuando hay una nueva oleada de pueblos que se levantan con las viejas banderas que nunca se desgastarán.

Al llegar el Día de la Mujer, Eva Perón es la bandera de Perón, de Bolívar, de San Martín, es la bandera nuestra, de allí las protestas. Hay un gran sentimiento de rechazo a la pretensión del presidente de Estados Unidos en este momento, y rechazo a su agenda. No es nada personal, es un rechazo a la agenda imperial, tratar de frenar. Hace un año y 4 meses estábamos en Mar del Plata, donde enterramos el ALCA, pero yo le decía al presidente Kirchner y Lula: preparémonos, ahora viene la otra ofensiva imperial, la resaca. Derrotado el ALCA en Mar del Plata, no tardó el imperialismo en venir con una nueva ofensiva, los ‘alquita’, los TLC, y además una política para tratar de dividir, de frenar el impulso de estas corrientes transformadoras.

En algunos países como Venezuela, levantamos la bandera socialista, pero es un proyecto de integración latinoamericano, un gran proyecto nacional al que se refería Perón.

– ¿Los TLC son una conquista que puede hacer Estados Unidos para convencer a Tabaré Vázquez de que termine firmando cuando en el marco de MERCOSUR? Uruguay les vive pidiendo a los países más poderosos -Brasil, Argentina, Venezuela- que atienda más las necesidades del pueblo uruguayo…

Tabaré me lo ha dicho en privado varias veces. En Caracas con mucho énfasis: no va a firmar un tratado de libre comercio con Estados Unidos. Confiamos que va a ser así. Tabaré es un hombre responsable, conciente. Ahora miremos la viga en el ojo nuestro, antes de criticar la paja en el ojo ajeno.

La entrada de Venezuela al Mercosur vino acompañada de una solicitud: un nuevo Mercosur, un reformateo del Mercosur. No pueden repetirse las cosas que criticamos ya a nivel mundial, la ronda de Doha, o la propuesta de ALCA. Hay que tomar en cuenta las asimetrías. Venezuela es un país pequeño, podríamos ubicarlo en el rango de medianos del Mercosur. Brasil y Argentina, los países más grandes, están llamados a oír a los más pequeños. Nosotros nos sumamos a esa necesidad, a los países que tienen más dificultades para llevar adelante sus proyectos de desarrollo económico, social, científico, tecnológico.

En el Mercosur deberíamos garantizar la colocación en el mercado, sin ningún tipo de trabas, de aranceles, a la producción del Uruguay o buena parte de ella. Me decía Tabaré que no ha podido venderle arroz a Brasil. La producción de Uruguay comparada con las necesidades de consumo del Brasil es muy pequeña. Tabaré me decía: ‘Chávez, gracias a Dios, que tengo un vecino que me está comprando el arroz, Irán, porque Brasil no se lo quiere comprar’. Tiene razón Tabaré.

Al Mercosur o lo transformamos o va a morir. Yo lo he dicho. Como murió la CAN, que dejó en manos de trasnacionales. Es un asunto político. Dijo Lula en Davos -en referencia al tema económico, a la ronda de Doha y a la negativa de la Unión Europea y de Estados Unidos de eliminar barreras proteccionistas y arancelarias para la producción del tercer mundo- una frase muy adecuada para nosotros: ‘seamos estadistas sólo por 5 minutos’. Yo diría aquí solo por un minuto. Veamos las verdades políticas, geopolíticas, más allá de los intereses de las grandes trasnacionales o de sectores privados de nuestros países».

– ¿Cómo se transforma el Mercosur para que no muera?

Tenemos una propuesta: construyendo la propuesta ALBA, Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América. Cuba y Venezuela tenemos una alianza estratégica. Venezuela con Bolivia, con Nicaragua, colocando por delante las necesidades de nuestro pueblo, del desarrollo social, fundamentando el modelo de integración, no en la competencia sino en la cooperación, en la complementariedad. Cuba y Venezuela hemos incrementado el intercambio comercial de 300, 400 millones de dólares en 2004 y ya vamos para 3.000 millones de dólares en 2007.

Lo que estamos haciendo Argentina y Venezuela de manera bilateral, cruzándonos nuestros potenciales. Venezuela envía diesel para Argentina y Argentina no nos paga en dinero, sino en vaquillonas preñadas, en equipos médicos para la lucha contra el cáncer. Hoy vamos a firmar con Kirchner un nuevo conjunto de convenios muy importantes: el gas para garantizar a la Argentina, junto con Bolivia, el gas que requieren los argentinos para 100 años».

– ¿A qué vino Bush, algunos dicen que va a tratar de seducir a Uruguay, a tratar de competir con el presidente Chávez, o vino por el etanol y el biocombustible?

Creo que viene por muchas cosas. Es un nuevo plan, el sólo hecho de que haya dicho que Bolívar y Washington iniciaron unas revoluciones y que habrá que terminarlas ahora, ya eso es sospechoso. Detrás de su visita hay todo un plan visible, y otro invisible. Recrudece la acción de la CIA en nuestros países, a través de algunos medios de comunicación propios de nuestros países, pero que son lacayos del imperio. Hay un nuevo plan, una nueva ofensiva, con múltiples objetivos: tratar de lavarle la cara al imperio. Demasiado tarde. Es posible que antes lo hubieran logrado, pero es un poco la estrategia de Kennedy. Y Bush citó a Kennedy en su discurso de hace algunos días en Estados Unidos. Kennedy y su Alianza para el Progreso, a la que le salió al frente, por cierto con dignidad en Punta del Este, un gran argentino Ernesto ‘Che’ Guevara, señalando que era una estrategia de Estados Unidos para continuar dominando a nuestros pueblos. Ya hace 200 años lo había dicho Bolívar. Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miserias y al hombre de la libertad.

El objetivo concreto es el etanol o biocomustibles, un plan totalmente irracional y antiético. Pretender sembrar las buenas tierras que todavía nos quedan, pretender utilizar las aguas dulces que nos quedan y las tierras y la tecnología que es necesaria para producir alimentos para el ser humano y los animales que forman parte de la cadena alimentaria del ser humano, pretender sustituir la producción de alimentos para animales y seres humanos por producción de alimentos para vehículos para darle sustentación al ‘american way life’, donde cada quien quiere tener un vehículo. Es una cosa de loco de remate.

Para producir un millón de barriles de etanol (Venezuela está produciendo hoy 3 millones de barriles de petróleo en un día), para producir menos de un tercio de lo que produce Venezuela, en un año, requerirían sembrar de maíz 20 millones de hectáreas. Para sembrar eso (en Venezuela estamos haciendo un esfuerzo muy grande para elevar la siembra, con ayuda infinita de Argentina) en un millón de hectáreas, para producir un millón de barriles de etanol, lo cual permitiría elevar el consumo del etanol a un 8%comparado con la gasolina, harían falta 20 millones de hectáreas.

Si se hace una proyección para sustituir el consumo de gasolina de Estados Unidos, que es el primer y más grande consumidor irracional del planeta, haría falta sembrar de maíz también Buenos Aires, calles, casi medio mundo. Apenas nos queda 30% de agua dulce para siembra y producción de alimento. Habría que dedicarse por entero a formar ingenieros agrónomos, especialistas, hacer laboratorios, genéticas, construir maquinaria, para producir alimento para los vehículos de los señores del norte. Es totalmente irracional, es uno de los objetivos del presidente Bush. Pretender formar la OPEP del etanol, y están buscando países con grandes extensiones agrícolas y con agua. Cuidado con el reservorio guaraní y millones de hectáreas que tienen Brasil, Argentina y la India, China, Sudáfrica. También Venezuela tiene unos millones de hectáreas, pero por el amor de Dios, esos millones de hectáreas, esa tecnología agrícola como la que tiene Argentina, que nosotros estamos apoyando, utilicémosla pero para sacar de la miseria y el hambre a millones. Más de mil millones en el planeta padecen hambre, cada 3 segundos se muere un niño de hambre y ahora vamos a producir alimentos para los vehículos. Qué cosa tan loca, pero es el plan de Bush.

– Más allá de su discurso o de las señales que vienen de Estados Unidos sobre lo que piensa de Venezuela, antes de la guerra del agua estamos viviendo la guerra del petróleo. Sin embargo, las exportaciones de crudo de Venezuela a Estados Unidos siguen intactas, ¿esto puede afectar en algún momento las economías?

Ha estado disminuyendo. Los últimos reportes indican que Venezuela ya no ocupa los tres primeros lugares en cuanto a fuente energética de Estados Unidos y seguirá disminuyendo porque nosotros estamos diversificando: el petróleo está llegando al Río de la Plata para las refinerías de Argentina, una parte a Uruguay, a China. Este año vamos a llegar a cerca de medio millón de barriles diarios. Es un petróleo que estamos disminuyendo del chorro de petróleo que todos los días enviamos a Estados Unidos.

Estados Unidos nos saqueó a nosotros, desde hace 100 años comenzó la explotación petrolera en Venezuela, y nunca había llegado un barco petrolero al Río de la Plata, de petróleo venezolano. Ahora somos libres. Estamos reduciendo el caudal, el monto de envío a Estados Unidos y diversificándolo. Eso no va a afectar para nada nuestra economía. Nos hemos cuidado de establecer alianzas muy sólidas con países como China, con India, para comenzar a enviar allí. Países de Sudamérica. Hemos conformado empresas mixtas con Vietnam, Bielorrusia, Irán. Estamos ahora mismo perforando en la faja del Orinoco, con Enarsa. Estuvo Néstor allá y perforamos el primer pozo de la empresa. Estamos blindados en el negocio petrolero, y antes dependíamos de un solo canal».

– ¿Qué puede pasar si, como dijo Alan Greenspan, ex titular de la Reserva Federal de EEUU, la economía de ese país entra en recesión?

Hay un gran riesgo, pero hay muchos otros pensadores que hace años han estado alertando sobre una especie de implosión, porque es una economía que tiene el gran déficit gemelo. El déficit comercial es de como 600.000 millones de dólares y el déficit fiscal es como 700.000 millones, y un gasto militar que no deja de crecer. Ya está por 500.000, 600.000 millones de dólares, emisión de dinero inorgánico, los dólares, miles de millones de dólares por el mundo que no tienen ningún grado de sustento, es puro papel.

Hay un gran peligro para la economía mundial que entre en recesión y en una crisis que sería mucho peor, mucho peor que la crisis del 29, que afectó tanto la economía mundial en los años 30. Los países como Venezuela y Argentina tenemos que prepararnos para una crisis de la economía mundial. Es lo que estamos haciendo: el Banco del Sur. Nos estamos vacunando para dejar de depender del dólar y del peso de la economía de EEUU. La economía de Estados Unidos no ha estado creciendo de manera exorbitante. Sin embargo, la economía de Argentina y Venezuela están en el primer nivel a nivel mundial, compitiendo con países como China.

A medida que pasa el tiempo y sigamos impulsando el modelo argentino y venezolano en el fondo, decíamos en Orinoco con Néstor, debemos convertir los dos proyectos en uno solo. El proyecto nacional San Martin-Bolivar complementándolo en lo tecnológico, lo social, lo económico industrial, financiero. En la medida que le demos fuerza a nuestros proyectos, estaremos más protegidos de la caída imperial que va a llegar más temprano que tarde.

– ¿Usted cree que desde Estados Unidos se sigue trabajando para atentar contra su vida?

Sí, así lo ha develado un nuevo plan en Caracas, pero no hay ninguna prueba de participación directa de la mano del imperio. Pero dime tu en qué plan contra gobiernos nacionalistas, revolucionarios, en qué plan de invasión, de golpe de estado, de desestabilización, de sabotaje y hasta de magnicidio desde hace casi 200 años no ha estado metida la mano del imperio de los Estados Unidos. Y si no directamente del gobierno, bueno la CIA, fue el caballero Bush el que dio luz verde para que pueda desaparecer de este planeta, eliminar, a cualquier persona del mundo que atente contra los intereses de Estados Unidos.

Hay de manera permanente, un plan de desestabilización, un plan para tratar de infiltrar nuestras fuerzas armadas, nuestra economía y para tratar de eliminarme. Sería peor para ellos porque aceleraría los cambios, pero de manera brusca y violenta, sin duda. Fidel Castro lo ha dicho años atrás. Cualquiera de estos eventos desencadenaría la guerra de los 100 años. No lo queremos, por eso nos cuidamos mucho, hasta de esta gripe que tengo.

– Cuando se habla desde la oposición o desde los argumentos norteamericanos de lo que tiene que ver con el fortalecimiento de la democracia y los medios, ¿de qué manera se puede cuidar la democracia, que haya libertad de prensa, cuando se le critica a usted, por ejemplo, la no renovación de determinadas licencias?

Es que no tiene nada que ver con la libertad de expresión. Ha querido asociarse el fin de la concesión, así como en el área petrolera también dimos fin a unas concesiones de muchos años, y que algunos aspiraban que fueran eternas.

Es un derecho, una prerrogativa del Estado, de renovar o no a la misma persona o familia una concesión para operar una empresa de TV, pero para nada eso afecta la libertad de expresión. En este caso más bien la favorece porque si en alguna parte se limita la capacidad de expresión es en canales como este, cuya concesión afortunadamente concluye en el mes de mayo.

Yo he tenido bastantes motivos legales para cerrar canales como ese, cumpliendo con la ley. Dime tú si a algún canal se le puede permitir propaganda de guerra, subliminal. Se ha demostrado que ellos incrustaban, en propagandas infantiles incluso o en publicidad, a esa velocidad que el ojo humano no puede percibir, aparecían imágenes de sangre. Eso está penado por la ley, violaciones de las leyes infantiles, emisión de programas pornográficos en horario infantil, destrucción de la moral de los jóvenes. No estamos contentos con el trabajo que ha hecho esa empresa privada. Vendrá otra y se pondrá a las órdenes de proyectos comunitarios, pero no se cierra el canal.

– ¿Cuál será el eje de su discurso en Ferro?

¿Por qué se llama Ferro? Por el ferrocarril, que por ciento Argentina llego a tener la red más grande de ferrocarril de América. Yo decía anoche que Argentina y Venezuela somos dos pueblos, el mismo, dos repúblicas de la misma nación grande, de los que más fuerte sentimos el impacto nefasto del consenso de Washington y en ambos países hubo sendas rebeliones populares.

Allá en el 89 y aquí en 2001, que nos trajeron a Néstor y a mí, que somos producto de las mismas crisis históricas, de la aplicación casi al 100% de recetas del FMI, que es lo que Bush viene a pregonar de nuevo, pero poniéndose la piel de oveja, él que es un lobo. Es lo que quiere seguir planteando a nuestros pueblos.

Estamos cambiando el modelo, un nuevo modelo político, una democracia participativa. No la democracia que ellos pretenden imponerle al mundo, es la democracia del consenso de las elites. Si algo ha crecido en Estados Unidos en los últimos años es la pobreza. Mientras en Venezuela ha bajado la pobreza extrema del 2003 para acá en un 40%, en Estados Unidos ha subido más del 20%. Así que el plan que Bush anda pregonando de 75 millones de dólares para enseñar inglés, Argentina y Venezuela solo con el bono del sur, 1.500 millones de dólares entre dos países, y ahora con el Banco del Sur que ya arranca, tendremos miles de millones de dólares.

No vamos a necesitar de la limosna imperial, con ese plancito Bush va a tener que comenzar en los alrededores de la Casa Blanca. Tengo estudios que indican que la ciudad donde más ha crecido la pobreza extrema en Estados Unidos es en Washington.

Por ahí va el discurso de esta noche, será un discurso confrontativo. Yo no comparto con aquellos que dicen: no hay que confrontar. Yo creo que hay que buscar contrastes. El dice sí, nosotros decimos no. El dice que el norte es el que tiene que guiar al mundo, nosotros decimos con Benedetti, el sur también existe. Somos el sur, somos San Martin, Perón, Evita, Bolivar. Queremos dignidad, seamos libres, lo demás no importa nada.

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