Una lucha justa

A principios de esta semana el Frente Popular Darío Santillán, junto a UyL, Fogoneros, el FOL y otras organizaciones -sumando más de 20 movimientos-, decidimos retomar un plan de lucha ante el incumplimiento por parte del Ministerio de Desarrollo Social, del acuerdo logrado para la incorporación de nuestras cooperativas al programa Argentina Trabaja.

Para poder ver nuestro reclamo y el incumplimiento gubernamental, hace falta hacer un breve repaso de los acontecimientos de los últimos meses. A mediados del mes de agosto, la presidente Cristina Fernández anunció el lanzamiento de un plan, “Argentina Trabaja”, que tiene por objetivo crear 100.000 puestos de trabajo a partir de cooperativas, que harían tareas de obra pública o mantenimiento de infraestructura pública en los distritos donde están asentadas.

En una primera instancia, el programa se implementaría en el conurbano bonaerense, por lo que muchas organizaciones vimos como positiva la medida y como un reconocimiento al trabajo de ciento de organizaciones sociales que día a día desarrollan tareas comunitarias en nuestro país. Con el correr de los días, y tras varios pedidos de reunión negados con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, salió a la luz que el programa se iba a implementar exclusivamente a través de las intendencias, en lo que entendimos fue un ninguneo para quienes trabajamos en los territorios.

Ya a principios de septiembre tuvimos reuniones en el ministerio y ante la negativa ministerial de incorporarnos al programa, lanzamos un plan de lucha mediante el cual comenzamos a implementar medidas escalonadas de protesta. Así, el 7 de septiembre (http://www.frentedariosantillan.org/fpds/index.php?option=com_content&view=article&id=12:qtrabajo-en-cooperativas-para-todas-y-todos-los-desocupados-bajo-gestion-autonoma-de-las-organizaciones-socialesq) organizaciones barriales, de desocupados y cooperativas de trabajo nos movilizamos al ministerio conducido por Alicia Kirchner, pero también lo hicimos en Rosario, Tucumán y Cipoletti, exigiendo que se modifiquen los criterios de su implementación, sin lograr ningún tipo de respuesta.

Ante la negativa a recibir los proyectos de trabajo cooperativo independientes, se decidió realizar una nueva medida de lucha el 22 de septiembre (http://www.frentedariosantillan.org/fpds/index.php?option=com_content&view=article&id=79:contra-el-hambre-y-los-despidos-defensa-del-trabajo-y-cooperativas-sin-punteros-para-todos&catid=3:asalariadxs&Itemid=24). Ese día realizamos cortes y movilizaciones en Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Santa Fe, La Rioja, Misiones, San Juan, Catamarca, Río Negro, Chubut, Formosa y Santa Cruz. Esa demostración de fuerza tampoco resultó para ser incluidos.

Recién ante el anuncio de un acampe en las puertas de Desarrollo Social para el 1º de octubre (http://www.frentedariosantillan.org/fpds/index.php?option=com_content&view=article&id=76:por-trabajo-para-todas-y-todos-icooperativas-sin-punteros-&catid=5:territorial-desocupadxs&Itemid=24), tuvimos contactos con funcionarios con capacidad de decisión, como Emilio Pérsico, entonces Subsecretario de Comercialización de la Economía Social de esa cartera. En esa reunión, realizada la noche anterior a que comience el acampe, se comprometían a incluir las cooperativas de los movimientos, organizadas como cuadrillas, en todos los distritos donde tuviéramos presencia, en tanto y en cuanto se suspendiera la medida del día siguiente. Ese fue el compromiso asumido por Emilio Pérsico y Yeni Amaya, vicejefe de gabinete del ministerio; así lo asumimos, con responsabilidad y consecuencia, y suspendimos el acampe.

Lamentablemente las autoridades no tuvieron la misma consecuencia; algunos adjudican el cambio de postura a la salida de Pérsico, otros a la imposibilidad de incorporar cooperativas de los movimientos ante la presión de los intendentes, pero lo cierto es que los funcionarios encabezados por Amaya, desconocieron el acuerdo a la vez que nos achacaban la responsabilidad de la ruptura por supuestos engordes de los padrones de las cooperativas, las mismas que hasta hace algunas semanas nos reconocían como modelo a seguir.

Llama la atención que la ministra Alicia Kirchner haya decidido tomar esta vía, sobre todo teniendo en cuenta el avance en trabajos de nuestras organizaciones con esa cartera, ya que durante los últimos meses hemos trabajado en la implementación y consolidación de programas de confección textil, principalmente de guardapolvos, desde las cooperativas de los diferentes movimientos, convirtiéndonos en proveedores del Estado.

Lo que hace años fueron nuestros proyectos productivos, de a poco se transformaron en cooperativas reconocidas por el ministerio de Desarrollo Social, mediante subsidios para capacitaciones o compra de herramientas, materializados principalmente en el programa “Manos a la Obra”. Por estas mismas razones fue que demandamos la incorporación de nuestras unidades productivas al nuevo plan de fomento de empleo, y así se lo hicimos saber al ministerio.

Lo sucedido posteriormente es de público conocimiento. Acampamos durante casi dos días, durante los cuales estuvimos sometidos al acoso y la provocación policial (con referentes y militantes heridos y detenidos y disparos de armas de fuego por parte de la Policía Federal); a la manipulación de la información por parte de los medios y de ministros como Aníbal Fernández, quien aseguraba que nuestras medidas estaban politizadas, que queríamos manejar el programa de acceso universal y que lo que buscábamos era que nos repriman (sic). Pero sobre todo, fuimos sometidos a un desgaste innecesario. A pesar de esta situación, flexibilizamos algunas de nuestras demandas y llegamos a un acuerdo.

Durante el transcurso de la medida se habló de la intencionalidad opositora de nuestras medidas, cuando son fruto de reclamos escuchados, reconocidos y voluntariamente desatendidos por parte del ministerio. Se nos atribuyó que uno de nuestros objetivos tenía que ver con la búsqueda de financiación para nuestra acción opositora, cuando nuestras demandas van más allá de la simpatía o afinidad con el gobierno nacional: son el legítimo reclamo de que los desocupados sean incorporados en el programa.

Llamativamente esas posiciones se adoptan en momentos en los que, a diferencia de años anteriores de mayor confrontación, el FPDS anunció recientemente su apoyo a la ley de medios y a la asignación universal por hijo, entre otras medidas impulsadas por el Ejecutivo.

Se nos atribuyeron un sinfín de intenciones cuando el objetivo principal de nuestras organizaciones es, ni más ni menos, que la demanda de un trabajo que para miles de familias implica una salida de un plan social insuficiente. Un plan que al ser lanzado por la presidente calificamos positivo y que hoy, tras varios meses, reclamamos que se materialice como trabajo concreto para combatir las necesidades urgentes de miles de hombres y mujeres de nuestro pueblo.

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