La salud de Macri III

Continuación del informe iniciado aquí y aquí.

De julio 2009 en adelante.

Los macristas en la Ciudad aplican las mismas prácticas que aplicaban los menemistas: cuando no pueden hacer algo, esperan que pase el mal momento y luego vuelven a insistir. El fracaso de su sistema de compras centralizadas los lleva a aplicar nuevas correcciones, pero siempre manteniendo el objetivo de concentrar el poder de compra en pocas manos.

Las nuevas directivas se instrumentan mediante Resoluciones y Notas emanadas de la UPE-UOAC (Unidad de Proyectos Especiales – Unidad Operativa de Adquisiciones Central):

1) Modifican el listado de productos e insumos de compras centralizadas, y lo abren en dos listados:
a) El Anexo I integrado por medicamentos que serán adquiridos mediante la modalidad de «Orden de Compra Abierta»;
b) El Anexo II integrado por medicamentos, insumos y productos biomédicos que se seguirán comprando en forma centralizada mediante licitaciones públicas;

2) El resto de los productos deberán ser comprados por los Hospitales;

3) La Mesa de Ayuda solamente cubrirá los faltantes de los listados I y II.

4) Los Hospitales tienen el «deber de garantizar el abastecimiento de aquellos medicamentos, insumos y productos biomédicos de compra centralizada que por alguna razón no se encuentren disponibles para solicitarlo al operador logístico». Esto significa que le adjudican a los Hospitales la responsabilidad por las consecuencias posibles del fracaso de las compras centralizadas. Si falta algún producto el Hospital es responsable de comprarlo pero sin saldos en las partidas presupuestarias, sin tiempo para desarrollar correctamente los mecanismos legales de compra y debiendo cuidarse de dejar documentado de alguna manera que ese producto está faltando en ese momento, para evitar posteriores impugnaciones o cargos de los entes de control y auditoría. Kafka no hubiera imaginado un sistema burocrático público tan perverso.

El sistema de «Orden de Compra Abierta» merece una explicación adicional. Si bien está previsto en la Ley de Compras de la Ciudad (inciso a del art. 39 de la Ley Nº 2.095) la aplicación que se ha hecho hasta el momento nos lleva a tener serios reparos sobre esta modalidad. La totalidad del abastecimiento de productos de librería del Poder Ejecutivo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se ha contratado con una sola empresa mediante esta forma. Se trata de una operación por más de 27 millones de pesos que ha colocado en cabeza de una sola empresa privada el abastecimiento de estos productos. Se hace mediante la forma de «Orden de Compra Abierta» y el mecanismo es el siguiente: la empresa presentó un listado de 1.000 productos con sus precios unitarios, y se le compra hasta el monto total contratado. Esto es, en el momento de emitir la Orden de Compra no se detallan los productos que se van a comprar, sino un listado y un monto máximo. Hasta ese monto se le puede comprar cualquiera de los productos de la lista a los precios determinados.

Sobre cómo se llevó a cabo esta contratación se han realizado denuncias penales, que no sabemos qué éxito van a tener porque el macrismo exhibe un gran desprecio por la ley. Los antecedentes inmediatos son elocuentes: la administración macrista le había contratado a una empresa privada un estudio sobre las formas de abastecimiento de los insumos de librería. Luego hacen la licitación y se presentan sólo dos empresas, una la que había hecho el estudio, que es la que gana, y otra que dice «lamentar no poder cotizar». Los macristas dicen que se trata de un gran éxito.

Ahora van a aplicar la misma metodología en las compras de medicamentos, esto es contratar con una gran empresa abastecedora la totalidad de los medicamentos del Anexo I. El Gobierno macrista estaría negociando con un grupo pequeño de las mayores droguerías para que formen una UTE y se queden -licitación amañada de por medio- con un contrato millonario (¿de cuánto? ¿de más de 100 millones?) para abastecer a los Hospitales. ¿Qué les quedará a las pequeñas y medianas droguerías? ¿Qué queda del concepto de incrementar la competencia?

Se verifica una vez más el hecho de que cuando los empresarios se hacen del poder del Estado, aplican prácticas de monopolización que están en contra de todas las teorías de los beneficios de la libre competencia planteados por el liberalismo y el neoliberalismo. Y esto es así porque el liberalismo y el neoliberalismo están hechos para existir en las universidades y en los discursos, pero no en la realidad.

La monopolización se está extendiendo a través de la acción de la gestión macrista en la Ciudad. Ya las pequeñas y medianas librerías han desaparecido desplazadas por una sola empresa que ha monopolizado las ventas a la administración. La competencia -planteada en el inciso 1 del art. 7 de la Ley Nº 2.095- no es más que una referencia ridícula para que recuerden los estudiantes en sus exámenes.

Todo monopolio genera ganancias de monopolio, y por lo tanto, comisiones de monopolio.

La Salud Pública no les interesa a los macristas, les interesan los negocios.

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