Nuevamente los estudiantes de la enseñanza media chilena protagonizan un plan de movilizaciones permanentes en la capital y amenaza con extenderse en la próxima semana por todo el país. Las protestas de los últimos días suponen un rebrote de la llamada «revolución de los pingüinos», realizada por los alumnos de secundaria hace justamente un año que volteo a 4 ministros, entre ellos el de educación y que puso en jaque al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
Centenares estudiantes chilenos fueron detenidos por protagonizar una serie de ocupaciones en centros de estudio de Santiago, lo que hizo recordar las masivas protestas estudiantiles que hace un año estremecieron al país.
Otros diez colegios secundarios que habían sido ocupados fueron desalojados por la Policía con cerca de 100 alumnos detenidos. La operación policial se inició a petición de los diferentes alcaldes de Santiago, que desde el primer momento se han opuesto a las tomas de los establecimientos escolares, que empezaron la semana pasada y se intensificaron desde el pasado martes.
Los estudiantes exigen la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) y la gratuidad del pasaje escolar para el transporte público, y se oponen a la entrada en vigor de la nueva Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, prevista para este viernes.
Los pingüinos argumentan
Uno de los dirigentes, Maximiliano Mellado, del liceo Barros Borgoño, dijo que “siempre está el riesgo del desalojo, las tomas son indefinidas”. Seguirán “hasta que la educación no se solucione”, agregó. Añadió que las ocupaciones irán en aumento y que “el asunto está bien encaminado”, con las mismas demandas.
La ministra de Educación del gobierno de Bachelet, Yasna Provoste, opinó que “hoy día no hay ninguna razón objetiva que justifique esta actitud”. Añadió que «no estamos en la misma situación de lo que ocurrió el 2006».
Roberto Rojas, presidente del centro de alumnos del Liceo de Aplicación, respondió que “la ministra Provoste está mintiendo, nos dice que escucharon todas nuestras peticiones pero es falso, porque hasta ahora no nos ha dado nada concreto”
Lo que se viene: una semana de movilizaciones
Luego de reunirse en el Liceo Miguel de Cervantes, los dirigentes estudiantiles convocaron a sus pares a movilizarse el próximo martes, incluidos los de regiones, “de manera indefinida y sin temor a la represión del gobierno»
La vocera del Liceo Miguel de Cervantes, Luisa Villa, aseguró que las demandas que plantea el movimiento son en base a “la humillación cotidiana, a la explotación vividas por nuestros padres y a nuestro derecho a una educación digna, gratuita, estatal y de calidad», por lo que demandó al Gobierno para que se haga cargo de garantizar una educación financiada y administrada por el Estado.
Por lo mismo, realizó un llamado “a todos los estudiantes de Chile a movilizarse de manera indefinida y sin temor a la represión del gobierno, ya que nuestras demandas son justas y necesarias para nuestro pueblo».
«Esto recién ha comenzado y queda mucho por luchar. Ni la Ley (de Responsabilidad Penal Juvenil) ni su contingente de carabineros apagarán la voz de los estudiantes», agregó.
En tanto, Luis Cabezas, vocero del Liceo de Aplicación, emplazó a la Presidenta Michelle Bachelet para que se pronuncie sobre sus demandas antes del domingo 10 de junio por cadena nacional, explicando «el por qué se ha coartado el derecho a manifestarse a nuestros compañeros y el por qué se ha atacado y violentado a los alumnos en los desalojos y que nos exprese con medidas reales y concretas de como se van a solucionar nuestras problemáticas estudiantiles».
El dirigente pidió que «nos exprese con medidas reales y concretas de cómo se van a solucionar nuestras problemáticas estudiantiles. Si no, los compañeros de todo el país se manifestarán con medidas mucho más radicales que las que hemos visto».
La respuesta del Gobierno, igual que el año pasado, es la represión
Los estudiantes denunciaron una serie de abusos que habrían cometido las Fuerzas Especiales de Carabineros durante los desalojos, responsabilizando al ministro del Interior Belisario Velasco de éstos, acusándolo de ser «el cerebro de los mecanismos de inteligencia» que han «perpetrado persecuciones a compañeros nuestros realizando allanamientos, montajes y amedrentamientos».
La ministra de Educación, Yasna Provoste, reaccionó con molestia frente a las tomas: “Nosotros no estamos de acuerdo en que se ejerzan medidas de fuerza, una toma es una medida de fuerza y no nos parece adecuado en nuestro sistema educacional y no me corresponde a mi pronunciarme respecto de las medidas de orden y seguridad”, dijo al respecto la secretaria de Estado.
Los recintos educacionales comenzaban a ser desalojados. El primero fue el emblemático Instituto Nacional, cuyos alumnos se retiraron en forma pacífica del lugar, luego que la municipalidad de Santiago ordenara a Carabineros terminar con la toma.
Y aunque al cierre de esta edición, los liceos Miguel de Cervantes, Miguel Luis Amunátegui, Barros Borgoña, y de Aplicación mantenían las movilizaciones, su desalojo era cuestión de tiempo.
Algunos de los dirigentes que lideran las manifestaciones son los mismos que el 2006 integraron una poderosa asamblea escolar que paralizó -con ocupaciones y protestas callejeras- por un mes el sistema escolar y que obligó a Bachelet a despedir a su Ministro de Educación, a darles beneficios extras por 200 millones de dólares y a formar una comisión asesora para la reforma educacional
Las causas de la rebeldía juvenil
Con motivo de las tomas las autoridades se mantienen alerta ante un eventual rebrote de las movilizaciones de mayo del año pasado que se extendieron cerca de 40 días, las mayores protestas estudiantiles de los últimos 30 años en el país, que pusieron en aprietos al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet y que se conoció como la “revolución de los pingüinos”.
Mientras sólo un 8 por ciento de los pobres accede a educación superior, un 72 por ciento de los jóvenes ricos lo logra. En el nivel preescolar, cuna de las asimetrías, sólo un 44 por ciento de los niños pobres accede a ese nivel de formación. Tres de cada cuatro niños ricos tienen el beneficio. Este cuadro que gráfica sintéticamente la actual situación educacional en Chile es la causa de las rebeldías y que motiva a los estudiantes a su lucha
La repetición majadera y muchas veces superficial del rechazo al desorden, anarquía y violencia que reproducen los medios de comunicación, el gobierno chileno y la oposición de derecha, debieran dar paso a una indagación más rigurosa acerca de las causas de tanta rebeldía juvenil.
Asistimos a una época que evidencia un debilitamiento de las instituciones, de pérdida de su legitimidad a los ojos de la juventud, en que cada día será más difícil formar a los jóvenes y que ellos participen activamente de esa formación. Los jóvenes tienden entonces a ser más autónomos, contestatarios, rebeldes, pero no solo contra las instituciones y los agentes de la política oficial sino contra las élites que se benefician de la desigualdad y la exclusión, contra la cultura del hedonismo y la frivolidad de la televisión; contra la distorsión y la mentira reiterada de los medios de comunicación; contra toda forma de autoridad que no les concede espacios.
– Ver nota de Causa Grito de los Pingüinos: Desigualdad, Crisis de Cohesión y Exclusión Social