En las horas previas al acampe artístico, desde el Gobierno porteño salieron a denunciar irregularidades en el programa Cultural en Barrios detectadas por la Auditoría General de la Ciudad, como el cobro de un bono para participar en talleres que debían ser gratuitos.
A la vez, el Ministerio de Cultura porteño afirmó que la matrícula 2008 creció un 33% (20.600 inscriptos frente a los 15.500 de 2007) y que la nueva gestión creó 4.081 horas cátedra mensuales contra las 3.901 del año pasado.
El informe publicado en noviembre por la Auditoría General de la Ciudad, con datos de 2005 y 2006, señala que un 44,8% de los participantes de los talleres encuestados tuvo que pagar un bono, pese a que las actividades eran gratuitas. Los representantes de los trabajadores del Programa confirmaron la existencia de “un bono optativo de $2 ó $5 para gastos de caja chica”, que había sido autorizado en su momento por las autoridades de Cultura.