Recorrimos con detenimiento la construcción de la Central Hidroeléctrica Aña Cuá, hasta el fondo mismo, donde estarán las tres turbinas que conformarán la obra y que se complementarán con Yacyretá, maximizando el aprovechamiento y aumentando la productividad en hasta un 10% más de lo que genera actualmente la EBY. El ingeniero Fabián Ríos, gerente de obra de Aña Cuá, titular responsable en definitiva de la construcción, nos brindó generosamente una visita guiada a la obra hasta sus cimientos mismos, compartiéndonos detalles específicos de la misma al paso de lo que en todo su orden nos pareció imponente en cuanto a sus dimensiones.
Al tiempo que durante la recorrida nos hacíamos de postales, -que acaso quizás conformen en un futuro lejano registros fotográficos de los orígenes de una monumental obra- íbamos conversando con el ingeniero Ríos, interiorizandonos de los pormenores de Aña Cuá. Compartimos aquí en exclusiva para Revista Zoom la entrevista y algunas de las «postales».
¿De qué consta la obra de Aña Cuá, cuál es el principal objetivo? ¿A qué refiere cuándo la definen como complementaria a la represa de Yacyretá?
La construcción de la Central Hidroeléctrica Aña Cuá, parte del complejo Yacyretá, consiste en la instalación de tres unidades generadoras que permitan el aprovechamiento del caudal ecológico que hoy circula a través del vertedero del brazo Aña Cuá para mantener la preservación del hábitat natural, pero que significa energía perdida del embalse de Yacyretá al no ser aprovechada.
¿Cuál es el plazo de la obra, y en cuántas etapas está planificada? ¿Actualmente en qué etapa se encuentra la construcción de la misma?
El plazo de obra es de cincuenta meses aproximadamente, encontrándose hoy con un avance ponderado del 40%, con mayor impacto en la obra civil en pleno desarrollo en la isla Yacyretá, y con avances en la fabricación de los componentes electromecánicos y eléctricos que se realizan en otros lugares del mundo y son trasladados a la zona de obras para su montaje. Turbinas en China, ejes en España e Italia, generadores en Brasil, compuertas y rejas en Argentina, partes fijas de las turbinas en Paraguay, puente grúa en India.
¿Cuántos operarios trabajan en la obra? ¿Cuántos puestos de trabajo directos, y si estudio de cuántos puestos de trabajo indirectos genera?, ¿Cómo se divide el personal de la obra de Aña Cuá en relación al hermano país Paraguayo?
Hoy trabajan en la obra civil setecientas cincuenta trabajadoras y trabajadores; el impacto de mano de obra indirecta es de alrededor de 2.250 puestos. La mano de obra es un 10% proveniente de diferentes países (Italia, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, y otros lugares), 45% del Paraguay (90% de la localidad de Ayolas), y 45% de Argentina (90% de la localidad de Ituzaingó).
En términos numéricos ¿qué beneficios traerá tan monumental obra?
La central Aña Cuá aportará un 10% de potencia instalada adicional al complejo Yacyretá, que es hoy la central hidroeléctrica más grande del país. Unos 270 MW de ponencia adicionada que aportará unos 2.000.000 de MWH anuales al sistema eléctrico Argentino, de energía “limpia” no contaminante.
¿Cuándo surge la necesidad y/o la propuesta de construir Aña Cuá?
La maquinización del brazo Aña Cuá del río Paraná, surge como consecuencia de la necesidad de aprovechar el caudal ecológico que circula por ese brazo. En términos precisos, que ese caudal circule sin ser aprovechado, a través del vertedero, es “combustible perdido” para la generación de energía.
¿Qué costo estimativo tiene la obra, y de qué modo se financia? ¿La financiación es compartida con Paraguay?
El costo total de la obra es de US$ 400 millones, y se financia con los ingresos por venta de energía que realiza la Entidad Binacional Yacyretá a los sistemas energéticos de Argentina y Paraguay. Es una inversión autofinanciada por la EBY (Entidad Binacional Yacyretá).
¿Qué podés comentarnos sobre los estudios de impacto en el medioambiente?
Si bien se realizaron los estudios previos de impacto ambiental de la obra y se siguen rigurosos seguimientos de los programas ambientales que cada contratista (civil, electromecánico y eléctrico) presentó al momento del contrato, en impacto ambiental general, al tratarse de un aprovechamiento del mismo embalse de Yacyretá, no se generan nuevas superficies inundadas, ni relocalizaciones de familias, ni de fauna y flora, con lo cual se encuadra en un aprovechamiento hidroeléctrico sin impacto ambiental negativo.
¿Qué significa para un profesional estar dirigiendo tamaña obra?
Es casi el “sueño del pibe”, es la oportunidad de gerenciar una obra que genera futuro energético, que genera presente de empleo e inversión, ejes fundamentales de una visión política de cómo aportar al desarrollo de los pueblos, y en un contexto de convivencia diaria y habitual entre pueblos hermanos de diferente nacionalidad, y a su vez una práctica intensiva de mi profesión.