Concejales bonaerenses: la otra batalla

Analizamos el lado B del armado electoral provincial: el cristinismo entre intendentes y puros, el macrismo opositor, la deriva randazzista, la trinchera de Massa y las perlitas de las listas.
Imagen del último día del cierre de listas en la sede del PJ. Foto: Adrián Estándar | Infobae

Anteriormente se ofreció una lectura en clave seccional del cierre de listas en “la gran aldea” bonaerense, parafraseando la novela de Lucio Vicente López. Luego de repasar lo que cada fuerza política relevante se juega en este turno electoral, se intentó avizorar un posible escenario en la Legislatura bonaerense. 22 de octubre será el día en que se pueda contrastar lo afirmado.

 

Si en aquella primera parte de este repaso se enfatizó en la Legislatura, ahora es momento de fijarse en los cierres de listas para los concejos deliberantes del conurbano. Retomamos el hilo del razonamiento: en líneas generales, si Cambiemos —salvo en algunos distritos conflictuados— y el FIT tenían las listas confeccionadas antes de tiempo, 1País fue el más lerdo para dar a conocerlas. El Frente Justicialista pero sobre todo Unidad Ciudadana usaron y abusaron del plazo de enmiendas, tachas y correcciones para el orden subnacional.

 

A vuelo de pájaro, puede decirse que conviven situaciones dispares. Si el oficialismo tiene mejores proyecciones en gran parte de la Primera Sección, Unidad Ciudadana se ensancha en el sur y en el oeste. Luciano Chiconi apuntó en un tuit que esta nueva versión del cristinismo es un “partido vecinal” de la Tercera Sección.

 

¿En qué anda Cambiemos donde es opositor?
Alex Campbell y Mauricio Macri

Como se dijo, el oficialismo tuvo un cierre anticipado y lo más ordenado posible. Por caso, Diego Valenzuela dio a conocer su lista para Tres de Febrero un día y medio antes del cierre. La excepción fueron algunos distritos donde, en lugar de cohabitar, las versiones de un Cambiemos opositor se tirotean. Ejemplos: en Moreno se evitó con lo justo una interna —Claudia Asseff vs Fabián Ferraro— tras desarticular otra —Claudia Asseff vs Leonardo Cóppola—; en Hurlingham, por su parte, se medirán Lucas Delfino y Jorge Macri, que puso un candidato propio.

 

Otra muestra es Florencio Varela, donde el concejal Dardo Ottonello se medirá con un protegido de Marcos Peña, Pablo Alaniz. Más interesante es lo que pasa en Malvinas Argentinas, donde un sobrino —Maximiliano Cariglino, del ex intendente Jesús Cataldo— se enfrentará a otro —Rodrigo Valladares Macri, del presidente, que va tercero en la lista de “Albi” Czernikowski—.

“A vuelo de pájaro, puede decirse que conviven situaciones dispares”

Hay lugares en donde el cambiemismo opositor no tiene un candidato con electorabilidad. Eso obligó a que funcionarios “bajen” a competir. El caso paradigmático es el de San Fernando, donde Alex Campbell encabeza la lista luego de que su delfina, Agustina Ciarletta Harguindeguy, no despegase en las mediciones. Tenemos también a Ezequiel Pazos en José C. Paz o Evert Van Tooren en Esteban Echeverría. Apuesta arriesgada, ¿les puede complicar el panorama para 2019?

 

Otros, como el ministro de Desarrollo Social bonaerense Santiago López Medrano en San Martín o Ramiro Tagliaferro en su rol ad hoc de armador del Cambiemos de Ituzaingó, ungieron a candidatos de su riñón —Ramiro Alonso López en el primer distrito, Gabriel Pozzuto en el segundo—.

 

1País es massismo / Los casos de los municipios randazzistas
Florencio Randazzo y «Juanchi» Zabaleta

Con respecto a 1País, podemos decir que en el conurbano no hay otra cosa que massismo. En algunos casos, los aliados se animaron a proponer internas, pero sin resultados, como los concejales socialistas de Hurlingham e Ituzaingó. El botón de muestra es el bastión massista. En Tigre, el lugar 12 en la lista de concejales fue para Libres del Sur, que ubicó a su referente local… que no vive en el distrito, sino en San Isidro.

 

No pocos han escrito sobre los casos testigo de Hurlingham y San Martín, en donde el cierre de “arriba” movió el tablero de “abajo”. Si bien en el segundo distrito el intendente se ha metido en una encerrona al persistir en su apoyo al ex ministro, no es descabellado pensar que habrá kirchnerismo que militará de forma particular. Por ejemplo, CFK visitó la cooperativa Cuero Flex. Luego de eso circuló un flyer que decía “en San Martín votamos a Cristina y cortamos boleta”. ¿Será efectivo? En anteriores elecciones existió un corte que benefició a Katopodis. Por otro lado, no deja de ser sugestiva la presencia, en la lista del camporista Hernán Letcher, de sectores K no antikatopodistas, como por ejemplo los de Oscar “El Mono” Bitz.

«No pocos han escrito sobre los casos testigo de Hurlingham y San Martín, en donde el cierre de ‘arriba’ movió el tablero de ‘abajo'»

En el distrito que gobierna “Juanchi” Zabaleta el pasado viernes hubo doble noticia: primero renunció Natacha Ghergo del Movimiento Evita, quien iba a encabezar la lista de concejales. Luego se conoció la renuncia de varios funcionarios del gabinete local enrolados en Unidad Ciudadana, como la precandidata a diputada nacional Florencia Lampreabe. Al respecto se pueden acotar unas pocas cuestiones. Primero, la constatación de cierta fragilidad del armado randazzista en los distritos. Esto cobra relevancia si a la decisión de Ghergo se le suma la ausencia, en el distrito del oeste, de candidatos del entorno del intendente en la lista randazzista.

 

Todo esto arroja sin embargo unas preguntas, válidas para ambos distritos: ¿habrá un enfrentamiento real? Katopodis y Zabaleta, ¿piensan en un plan B ante una posible derrota, es decir, están craneando un reagrupamiento post octubre? Dar cualquier respuesta no es otra cosa que futurismo, sobre todo por el hermetismo de aquellos protagonistas.

 

De candidatos testimoniales y listas bajadas a favor de los ultras
Verónica Magario, Gustavo Menéndez y Mariano Cascallares

En Unidad Ciudadana, a grandes rasgos, puede decirse que en donde son gobierno la lista la armó el intendente. En donde se es oposición, se trabajó para reducir lo más que se pueda la oferta electoral. Hubo anomalías: en Moreno el westismo en retirada presentó listas que se vetaron. En los distritos opositores, se bajaron varias nóminas, como las tres de Quilmes o las de Lanús. En otros no se logró: en Pilar habrá lista 2, 4, 6 y 8.

 

En donde se es gobierno, primó el sentido común: el jefe del peronismo local es el intendente. En donde no, el veto favoreció a las listas confeccionadas por los puros. Lo que se busca aquí es evitar, como sucedió —salvando las distancias— en el Congreso con los bloques de Bossio y el Evita. Pese a que el costo sea ungir listas con poca territorialidad, a excepción de unas pocas como la de San Fernando. Hubo distritos en donde esta prohibición favoreció a quienes armaron lista con amigos y parentela. En definitiva, el electorado dará su veredicto y esto es una chance de recalcular la estrategia para 2019, si tenemos en cuenta lo dicho en la primera parte de la nota: no estamos ante una elección de suma cero y todos tienen sobrevida.

 

Mención aparte para los distritos de la Tercera Sección donde son gobierno: quizás a falta de candidatos de fuste —más que para “plebiscitar” gestiones— los intendentes serán candidatos testimoniales. El caso más simbólico es el de Verónica Magario, pero también se anotan Mario Secco, Mariano Cascallares y Jorge Ferraresi. Puede suponerse que por no colar “arriba”, Juan José Mussi baja a Berazategui para encabezar la boleta. Otra explicación cuesta encontrar, su hijo Patricio ha sido revalidado más que bien en más de una ocasión. ¿Buscan blindar el distrito?

 

Guarda con la izquierda (otra vez)

Si el fuerte de esta izquierda del siglo XXI es que se aggiornó, digamos, haciendo sistema, debe acotarse que su limitación pasa, a pesar de pensar muy acertadamente la agenda de los trabajadores, por no hacerlo desde una perspectiva local. Parecen no darle bola a los concejos deliberantes, y en parte tienen razón: a veces las sesiones en los deliberativos son soporíferas.

 

Aunque no se tomen en serio esto, sí lo hacen algunos jefes comunales. Quien escribe esto trabaja día a día en un periodismo que puede definirse como hiperlocal. Por un compromiso laboral tuvo que compartir un desayuno con un intendente. Entre charlas de obras, bacheos y cámaras de seguridad, el alcalde deslizó una preocupación interesante aunque exagerada. “Ojo porque esta elección es de medio término y reconozco que existe un descontento, y lo pueden capitalizar los troscos. En mi distrito pueden arañar el piso para meter concejales”, reveló. ¿Es imaginable un concejal del FIT? Puede ser divertido.

 

Perlitas

Algunas las adelantamos, otras van ahora:

 

—Un Macri y un Cariglino van a internas. Más arriba se dijo que Cambiemos tendrá PASO en Malvinas Argentinas. Se trata de Rodrigo Valladares Macri, tercer precandidato a concejal de una de las listas de Cambiemos, que enfrentará a Maximiliano Cariglino, sobrino del ex intendente e hijo del actual senador provincial.

 

—¿La inoxidable Diana Conti se quedó afuera? Error: es sexta precandidata a senadora provincial de Unidad Ciudadana por la Primera, sin chances.

 

—De Cambiemos al randazzismo. Osvaldo Marasco compitió por el hoy oficialismo en 2015 para la intendencia de Ituzaingó. Hoy encabeza una de las listas randazzistas. El secreto a voces en ese distrito del oeste es que siempre fue socio funcional de Alberto Descalzo. En Pilar, Christian Rasmussen, ex director de Nocturnidad, es segundo precandidato a concejal.

 

Patti not dead: Maximiliano Patti, hijo del represor, será primer precandidato a concejal de Escobar por el partido Buenos Aires Somos Todos, sello creado luego de que la justicia electoral no le permitiera al empresario de la noche refundar Partido Unidad Vecinalista, que supo conducir su padre.

 

—Acero se quedó sin nada. No nos vamos de Escobar. Allí se especulaba con que “Acero” Cali fuese candidato a concejal, tras su ruptura con Ariel Sujarchuk. Sin embargo, nada de eso se dio: sus intentos fueron infructuosos, tanto por la lista de Randazzo como por la de Ishii.

 

—El Vasco va a las PASO otra vez. Hay dos listas randazzistas en Merlo. Una es apadrinada por el senador provincial Alejandro Urdampilleta y encabezada por Manolo Parral. La otra es patrocinada por Raúl Othacehé y se presentan su ex secretario de Gobierno Ricardo Giacomino y su nuera Cintia Carnabucci.

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