Gustavo Vera: “Creo que el pueblo va a castigar a los que no hagan el máximo esfuerzo por la unidad”

El legislador habla sobre las tensiones y debates para conformar un frente electoral opositor en la Ciudad y desmiente una pelea con el Papa.
Foto: Georgina García | Zoom
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Si bien las luces electorales de este 2017 apuntan a la Provincia de Buenos Aires -la llamada «madre de todas las batallas»-, la Ciudad de Buenos Aires también vive su propio capítulo de internas, debates e hipotéticas candidaturas. Mientras Cambiemos baraja una lista única encabezada por Elisa Carrió -que no solo le permita mantener su hegemonía en el distrito, sino también evitar el efecto Lousteau- y el massismo y un sector del peronismo local alientan una candidatura de Felipe Solá, el multifacético universo del PJ-FPV porteño debate su propia estrategia, que hoy parece oscilar entre repetir la apuesta al kirchnerismo puro o intentar la apertura a sectores del centroizquierda y otros espacios del progresismo metropolitano. Uno de los impulsores de esta última estrategia es el legislador porteño y titular de la ONG La Alameda, Gustavo Vera. En diálogo con Revista Zoom, Vera afirma que «en Capital y en el primer cordón del conurbano es donde más se siente el peso del ajuste» del gobierno nacional y que eso generó una «correntada social» que demanda, en lo inmediato, una unidad del arco opositor. «Creo que la marcha de la CGT y la marcha docente lo que demuestran es una gran necesidad de que el gobierno escuche y revea rápidamente el rumbo», asegura. En lo que respecta a la Ciudad, cree que es necesario entablar un diálogo «con todos los sectores del peronismo y de la centroizquierda para tratar de confluir en un espacio común, que pueda ser realmente competitivo en términos de pelea por el poder» y dice que a pesar de sus diferencias con La Cámpora apuesta a compartir un gran frente electoral común. Consultado sobre la posibilidad de que el massismo porteño integre esa lista de unidad, afirma que no tiene dudas de que Felipe Solá «ansía la unidad del campo popular» pero cree que las estructuras que alientan su candidatura «vienen con un sesgo más sectario y pretenden discriminar a determinados sectores del campo popular». Además desmiente que su relación con Francisco se haya «enfriado» y afirma que el Papa está preocupado por la situación económica en el país. “No es casualidad que haya anunciado que en el 2018 no viene a la Argentina».

 

¿Cuál es la situación social hoy en la Ciudad de Buenos Aires?

En este momento tenés un sector muy importante de la población porteña que está sintiendo en forma bastante intensa las consecuencias de las medidas de ajuste que se han tomado en el último año y meses. En Capital y en el primer cordón del conurbano es donde más se siente el peso del ajuste. Uno de los problemas más dramáticos que se está viendo en este momento en la Ciudad de Buenos Aires es la falta de trabajo. Larreta no anunció ninguna medida de creación de puestos de trabajo. Lo único que reivindicó fueron los distritos Tecnológico y de Diseño pero que tampoco han creado trabajo. No hay una regulación de los alquileres. Hay una disparada de los precios tan intensa que si comparás los 23 productos de la canasta básica con respecto al Mercado Central tenés sobreprecio del 120% para arriba. Y también hay una situación de endeudamiento por razones primarias, gente que tiene una deuda en tarjeta cada vez más abultada, con intereses que están desregulados, y que va generando una especie de burbuja financiera en el ámbito de cada familia. Hoy tenés una franja importante de gente que está teniendo grandes dificultades para llegar a fin de mes.

 

¿Esto cree que puede tener impacto político en octubre?

Lo que se está desarrollando en estos meses es una especie de correntada social. Creo que la marcha de la CGT, la marcha docente, más allá de las anécdotas finales, lo que demuestran es una gran necesidad de que el gobierno escuche y revea rápidamente el rumbo. Si el gobierno sigue manteniendo una desregulación arancelaria y una competencia desleal con China y con otros países, las pymes van camino a la bancarrota. Y las pymes son las mayores generadoras de empleo. Con lo cual esto está generando una situación muy traumática en el tejido social de la población económicamente activa. Empresas históricas como Sancor, La Serenísima, Banghó, Alpargatas, Pampero están cerrando, están despidiendo gente. Lo mismo pasa en la metalúrgica y en las autopartistas. Y esto tiene impacto naturalmente en el comercio. Esta combinación, más las importaciones desleales, provocan una crisis de magnitud importante.

 

Foto: Georgina García | Zoom
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¿Pero la oposición tiene posibilidad de articular alguna propuesta electoral competitiva en la Ciudad de Buenos Aires?

Nuestro deseo es trabajar por la máxima unidad en la acción. La máxima unidad en la acción por lo menos en los puntos básicos que hoy reclama el pueblo. Que tiene que ver con la protección del mercado interno, con una revisión de las tarifas, con un salario acorde a la canasta básica. Creemos que se está malgastando muy mal el presupuesto de la Ciudad. Teniendo semejante presupuesto acá tendríamos que tener acceso pleno a la vivienda, oportunidades de trabajo. Pero no hay un Estado activo para esto. El Estado está activo en educación y en salud para hacer obras, que en general son licitadas para los amigos. El gobierno se ocupa, por ejemplo, de refaccionar los edificios pero no se ocupa de garantizar que haya terapistas o anestesistas, que es lo que está faltando en estos momentos en los hospitales públicos. Hay una crisis muy grave en lo que es terapias intermedias. Para hacerte una operación de mediana complejidad tenés que esperar meses y meses. Y esto tiene que ver con que muchos terapistas y anestesistas están migrando al ámbito privado, donde ganan tres o cuatro veces más. En muchos países, como Estados Unidos y varios países de Europa, esto se resolvió jerarquizándolos salarialmente. Nosotros hemos presentado un proyecto de este tipo pero el gobierno no le da despacho en la comisión. Y digo el gobierno porque en la Legislatura porteña, a pesar de que no es mayoría, no sé por qué extraña razón el PRO ocupa mayoría en todas las comisiones. Evidentemente hubo sectores de la oposición que les cedieron sus lugares y por lo tanto no hay forma de despachar una ley de la oposición y hacer valer ese 32 a 28 que es la realidad política.

 

¿A qué sectores se refiere?

Esto opera en forma miserablemente transversal. El gobierno ofrece contratos, lugares en la administración pública, intercambio de figuritas. Es increíble porque según el reglamento de la Legislatura tendría que haber una composición proporcional. Para darte un ejemplo: la Alianza llegó a tener 37 diputados y aún así, por el sistema proporcional establecido en el reglamento, había comisiones donde no tenía mayoría. Explicame cómo el PRO, con 28 diputados, tiene mayoría en todos los lugares. No podés sacar ninguna ley por mayoría simple que no tenga autorización del PRO. Una especie de discrecionalidad autoritaria que ha impuesto con la billetera. Tengo que entender que es con la billetera. Porque no debe haber sido por convicción.

 

¿Qué actores políticos incluiría esa unidad en la acción?

Tenemos una relación histórica con Pino Solanas, con la gente de [Héctor] Polino, con Pablo Micheli, con Gabriel Fuks y la Corriente Nacional de la Militancia. Con Víctor Santa María participamos de la mesa laudatista, lo mismo que con Eduardo Valdés. Con Alberto Rodríguez Saa estamos preparando un congreso de la casa común junto con Pino Solanas. Tenemos diálogo con sectores de La Cámpora, a pesar de las grandes diferencias que tenemos, que no la vamos a disimular ni ocultar. Sin embargo nos parece que en los puntos que hoy reclama el pueblo es necesaria la máxima unidad en la acción. Estamos dispuestos, y de hecho lo estamos haciendo. a dialogar con todos los sectores del peronismo y de la centroizquierda, para tratar de confluir en un espacio común, que pueda ser realmente competitivo en términos de pelea por el poder, no en términos de lista testimonial. A partir de ahí va a decantar una real alternativa, tanto en la Provincia como en Capital como en el resto del país. Aunque en el resto del país el ajuste se está sintiendo de manera mucho más lentificada, porque se expresa a nivel del aumento de los precios, de algunas pymes puntuales que cierran, pero el impacto en tarifas y transporte no fue tan drástico porque ellos ya pagaban un precio bastante caro. Capital y provincia están en ebullición social. Y creo que tenemos que escuchar este reclamo.

“Anunciar candidaturas en este momento es casi faltarle el respeto a la gente. Lo que tenemos que lograr es que el gobierno cambie la política económica”

¿De ese armado podría formar parte también el massismo porteño?

Felipe Solá forma parte de la mesa laudatista. Hay diálogo con él, y es más, nosotros en la Provincia de Buenos Aires como organización hemos llamado a votar críticamente a Felipe Solá cuando se presentaba Aníbal Fernández. Por lo tanto podemos tener algunas diferencias con el compañero pero centralmente tenemos líneas comunes. Si es por Felipe yo sé que él ansía lo mismo. ansía la unidad del campo popular. Ahora si es por las estructuras que están tratando de armar la candidatura de Felipe me parece que vienen con un sesgo más sectario y pretenden discriminar a determinados sectores del campo popular. Y nosotros creemos que hay que trabajar por la máxima unidad. Tenemos una buena relación con Alberto Fernández y con Florencia Arietto. No tenemos problemas con los massistas. El problema lo tenemos con Massa.

 

Mencionó reclamos urgentes como impulso para la unidad. Ahora, ¿cree que todos los dirigentes de esos diferentes espacios políticos están dispuestos a generar esa unidad, que están, digamos, a la altura de las circunstancias, o hay riesgo de que terminen primando intereses particulares y pujas por espacios en las listas que impidan esa posibilidad?

Es que cuando no están a la altura de la circunstancias pasa lo que pasó en la marcha de la CGT. Y eso va a seguir pasando. Cuando el pueblo está decidido a ir a la lucha todo se reformatea en función de eso. Y esto es lo que tienen que entender algunos sectores de la clase política que como se han acostumbrado a vivir con el salario de legisladores, y están muy por arriba del costo de vida, no les llegan las balas de los tarifazos, del aumento de transporte y todas estas cuestiones, y por ahí no logran sentir que mucha gente no está llegando a fin de mes. La política se metió en la casa de toda la gente y de mala manera. De mala manera significa que a las 7 de la tarde, cuando la gente llega al trabajo, ya no prende la tele para ver Fútbol para Todos porque ya no hay, entonces lo que agarra es un papelito, una lapicera y empieza a ver qué recorta. La gente está enojada. Anunciar candidaturas en este momento es casi faltarle el respeto a la gente. Lo que tenemos que lograr es que el gobierno cambie la política económica. Francisco dice en el Laudato Si que es mucho más fructífero abrir procesos que ocupar espacios. Eso significa abrir procesos para la unidad sindical, para la unidad social, para reconstituir el campo popular, aunque nosotros después en la elección que viene no ocupemos ningún espacio. Si tenemos que volver a La Alameda nosotros desde ahí conseguimos leyes, logramos hacer valer el peso de nuestra organización, que nunca dependió de fondos del estado. Porque el kirchnerismo nos trataba como en Corea del Norte. Los que no se subordinaban en el 100% eran perseguidos.

 

Foto: Georgina García | Zoom
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Pero pese a eso estaría dispuesto a ir en un mismo frente electoral en la Ciudad con sectores del kichnerismo.

Por supuesto. Eso lo aprendí de Bergoglio. En el 2008 el kirchnerismo lo castigaba duro, durísimo. Le decían que había encubierto en la dictadura, que encubría pedófilos, etc. Y vos cuando ibas a la Catedral a hablar con él te señalaba lo buena que era la ley de medios pero que tendrían que corregir tal cosa, y lo bueno que era que protejan el mercado interno aunque tendrían que corregir tal otra. Y escuchabas su preocupación por el neoliberalismo excluyente que había en la Ciudad de Buenos Aires. Entonces, yo me preguntaba: ¿cómo puede ser que un tipo al que lo están recontra puteando, al que le dedican todas las tapas de los diarios, no pierde de vista el norte? Nosotros no perdemos de vista el norte. Tenemos claro que en el kirchnerismo hubo algunas cosas que se instalaron en la agenda pública que hay que desarrollarlas con mayor nivel de ejemplaridad. Creemos que el capítulo más impresentable del kirchnerismo es el que tiene que ver con el medio ambiente. Pero a pesar de esas agendas pendientes, hoy hay una agenda urgente que ha impuesto la propia brutalidad del ajuste que lleva adelante el gobierno y que exige un frente único. Y creo que el pueblo va a castigar a los que no hagan el máximo esfuerzo por la unidad.

 

¿Qué rol juega en su opinión Martín Lousteau en la Ciudad?

Yo con Lousteau he tenido mucho diálogo. En algún momento nos invitó a formar parte del bloque de Eco, que todavía no estaba en Cambiemos. Y nosotros le dijimos que no porque entre el discurso que él esgrimía y la práctica cotidiana de sus legisladores, veíamos que había una brecha enorme. Si vos ves las leyes fundamentales que tienen que ver con el presupuesto, con el endeudamiento, con la entrega de espacios públicos, que tienen que ver con las leyes más ruinosas que ha votado el PRO, prácticamente en todas lo ha acompañado algún sector de ECO o directamente todo el bloque de ECO. Con lo cual, no entiendo por qué Lousteau iría por fuera de Cambiemos cuando hasta ahora en la práctica cotidiana le han votado a Larreta prácticamente todas las leyes sustanciales. A mí me parece que Lousteau es un buen candidato para tiempos normales. Como Daer es un buen dirigente para tiempos normales. Uno puede tener buen marketing, tener buenos modales, tener un lindo discurso en un momento de normalidad. Pero cuando los momentos son extraordinarios, y se nota el temple y afloran las virtudes y las miserias de las personas, es ahí cuando los tibios quedan parados en otro lugar. Acordate del Lousteau de la 125. Obviamente el Lousteau de la elección de 2015 era diferente. Pero me parece que en esta elección no va a ser tan fácil. Va a ser una elección donde va a haber mucha gente enojada, reclamando respuestas concretas. Y no está bueno que ECO vote en contra de reclamarle al gobierno la paritaria nacional, por ejemplo.

“A mí me parece que Lousteau es un buen candidato para tiempos normales. Pero cuando los momentos son extraordinarios, y se nota el temple y afloran las virtudes y las miserias de las personas, es ahí cuando los tibios quedan parados en otro lugar”

Hace algunos meses circuló una noticia que decía que el Papa se sentía usado por ciertos “voceros” y se mencionaba concretamente su caso, diciendo que la relación entre ambos se había “enfriado”. ¿Cómo es la relación actual con Francisco?

Esa información circuló por el mismo motivo de que al Papa o a quien esté cercano al Papa acá en la Argentina lo atienden todos los días un grupo de periodistas que responden a los grupos más concentrados, que en este momento tienen la batuta en el gobierno. Hay grupos, que tienen sus terminales en el complejo militar industrial, que no lo quieren nada al Papa. Hay una campaña internacional, que naturalmente en la Argentina, que es su país, está agravada, en la cual se inventan todo el tiempo operaciones. Por ejemplo, la operación de que la Iglesia está en crisis con los boy scouts. Mentira. Es una carta personal de [Mario] Poli, que se publicó sin su autorización, donde el objetivo es pegarle concretamente a él, que es el capellán de los scouts y el delegado institucional más importante que tiene el Papa. Vos fijate que jamás vas a encontrar que nosotros hayamos asumido ser voceros del Papa. Vocero del papa es el término que utilizó [Jaime] Durán Barba en un editorial en marzo del año pasado, en Perfil, para definirme a mí. Y el Papa lo explicó en una carta: no es vocero, es mi amigo. Y lo va a seguir siendo. Compartimos causas, compartimos luchas, las seguimos compartiendo a nivel internacional. Y es tan absurda y ridícula la nota esa que cuando la escribieron yo acababa de volver de Santa Marta, participando de un coloquio, como de costumbre, por la relación de amistad que tengo con Francisco y de la que estoy muy honrado.

 

¿Cuándo fue la última vez que habló con él?

El sábado [N.d.R: se refiere el sábado 4 de marzo]

 

¿Y qué comentarios hace respecto de la situación en el país?

Hay muchas cosas que no puedo decir. Pero lo que sí puedo decir es que tiene preocupación por el tema despidos. Tiene preocupación por el tema de las pymes. Vos fijate que en Laudato Si habla de la pequeña y mediana economía como forma de crear sociedades inclusivas. Por lo tanto todo este daño al tejido de las pymes le preocupa. Si leés el Laudato Si te vas a dar cuenta de que él descree de la teoría del derrame. Descree que el mercado arregla por sí solo las desproporciones de la economía, al contrario, cree que esto en el mundo ya ha fracasado y ha traído altos niveles de exclusión y de vulnerabilidad. Por lo tanto está muy preocupado. No es casualidad que haya anunciado que en el 2018 no viene a la Argentina.

 

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