A 100 años de su fundación, el Teatro Colón se encuentra cerrado. El proyecto de autarquía pretende transformar al teatro en una sala de alquiler. Para eso pretenden flexibilizar y achicar las plantas estables del teatro y su producción. Los trabajadores del Colón y de la cultura convocan con urgencia a defenderlo. Las palabras de Daniel Baremboin.
El Teatro Colón fue inaugurado el 25 de mayo de 1908 y es considerado uno de los cinco teatros más grandes del mundo, con capacidad para 3.000 personas. Representa uno de los patrimonios culturales emblemáticos no sólo de la ciudad de Buenos Aires, sino de toda la Argentina y es considerado uno de los grandes teatros líricos del mundo.
El 12 de junio se someterá a consideración de la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires un proyecto de ley de autarquía, que promueve la creación del Ente Teatro Colón. La iniciativa proviene del Poder Ejecutivo de la ciudad, con el intento de darle: «.. una administración ágil, apta para gestionar eficientemente los recursos humanos y económicos de la institución, y -por sobre todas las cosas- su inmenso valor cultural», según tratan en parte, los considerandos que preceden al anteproyecto. También afirma que «la presente iniciativa se orienta a revertir una situación de deterioro, conflicto y pérdida de prestigio internacional».
El proyecto de autarquía pretende transformar al Colón en una sala de alquiler
El proyecto de ley de autarquía para el Teatro Colón contiene, por lo menos, tres artículos que deberían ser revisados. En uno se saca al teatro del régimen de compras del municipio, en otro se coloca a sus empleados por fuera del convenio laboral estatal y en el tercero se le da al director poder absoluto para decidir en casi cualquier cuestión, debiéndole rendir cuentas de ello tan sólo al propio jefe de Gobierno, y desconociendo la experiencia de todos los otros teatros del mundo que han optado por la autarquía y donde existen férreos controles.
El jueves 5 de junio se realizó en la sede de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA) una conferencia de prensa para informar sobre la situación del Colón y de sus trabajadores. En la conferencia, el delegado de ATE del Teatro, José Piazza, declaró que “el proyecto de autarquía es un avance privatista, que pretende transformar al Colón en una sala de alquiler, atentando contra las plantas estables, y producción propia. Esta ofensiva vulnera los intereses no solo de los trabajadores, si no de la población en general a quien se le vedará aun más su posibilidad de acceso a la cultura”.
Asimismo denunció que “el Teatro se encuentra cerrado y en peores condiciones que antes de la aplicación del Master Plan, cuyo objetivo fue el de adaptarlo físicamente a los requerimientos privatistas. La privatización de la cultura es una ‘política de Estado’. Comenzó con las gestiones anteriores a partir de la aplicación del fraudulento Master Plan y la aprobación de la Ley de Mecenazgo”.
El secretario general de la Sociedad de Escritores de la Argentina —SEA— Eduardo Mileo, señaló a su vez que el 12 de junio se va a discutir en la Legislatura el proyecto de autarquía, lo que “demuestra la premura con que el gobierno actúa cuando se trata de los intereses de los empresarios, mientras les niega fondos a los talleres culturales, al Teatro Colón y a los escritores pues –recordó– nuestro proyecto de ley de pensión para los escritores está cajoneado en la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña”. Además, llamó a “constituir una coordinadora multisectorial de la cultura, que sea el vehículo para que los trabajadores de la cultura y los artistas podamos discutir qué cultura queremos para la Ciudad y para el país e implementemos los mecanismos para llevarlo a cabo”.
Daniel Conte, delegado de la Junta Interna del Programa Cultura en los Barrios expresó que la experiencia de la lucha que libraron los talleres culturales del Programa Cultural en Barrios le había mostrado que, “aun con una gran solidaridad de parte de las organizaciones y de los vecinos, lo principal era que los trabajadores implicados desarrollaran tareas de lucha permanentes y creativas”, lo que ejemplificó con “el escrache a Macri en el teatro 25 de Mayo en la inauguración del Bafici y el acampe artístico frente al Ministerio de Cultura de la Ciudad” que realizaron junto a varias organizaciones.
Por su parte, Rodolfo Arrechea, secretario general adjunto de ATE, señaló que la situación de precarización de los trabajadores del Teatro Colón era la misma que la de muchísimos trabajadores del Estado –“pasa lo mismo en la salud y la educación”– y llamó a cerrar filas en torno de la defensa del Colón.
Finalmente José Piaza convocó a “artistas, personalidades de la cultura, juntas internas, organizaciones de derechos humanos, sindicales, estudiantiles y políticas a acompañar a través de la firma de este comunicado el rechazo a la Ley de Autarquía y a poner en pie, en común, un comité de defensa del Teatro Colón y contra la privatización de la cultura”
Hay que reinventar todos los días los laureles que supimos conseguir
El domingo 1 de junio, se realizó un concierto de homenaje al Teatro Colón, en un colmado Luna Park, a cargo La Orquesta Estatal de Berlín -Staatskapelle Berlin-. Su director, Daniel Barenboim, notorio hijo ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, improvisó un discurso sobre la situación en la que se encuentra el Teatro. Sus palabras cayeron como un balde de agua fría a los funcionarios macristas presentes en el Luna. Dijo Barenboim :
«El Teatro Colón no es un lugar de lucimiento para mostrarse en el exterior o traer buenos cantantes y buenos directores. Es el símbolo de la existencia y de la riqueza de la vida cultural en la Argentina. Que el Teatro esté cerrado es una señal de que hay algo que no funciona muy bien. Por eso apelo a todas las personas responsables, irresponsables de esta situación para que se olviden de los orgullos y de las ambiciones personales porque todo eso es muy pequeño; el gran orgullo es que el Teatro se abra de nuevo para el Bicentenario, en 2010. Nuestro Himno Nacional habla de los laureles que supimos conseguir. Los laureles, señoras y señores, no son eternos, hay que reinventarlos todos los días.»
