Los senadores del opositor Poder Democrático Social (Podemos) de Bolivia aprobaron el miércoles 9 de julio, un proyecto de ley que modifica el referendo revocatorio previsto para el 10 de agosto. La versión original había sido sancionada el pasado 8 de mayo, con apoyo de esta misma bancada que en aquella oportunidad no expresó objeción alguna.
La determinación de modificar el referendo revocatorio fue asumida después de que el presidente de esa instancia legislativa, el opositor Óscar Ortiz, se viera obligado a declarar cuarto intermedio en sala por la falta quórum, tras el abandono del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
La nueva disposición, que fue remitida por Ortiz a la Cámara de Diputados, dispone que el próximo 10 de agosto el Presidente, el Vicepresidente de la República y los prefectos de departamento serán revocados de su mandato si el número de votos a favor de la revocatoria es igual o superior al cincuenta por ciento más uno de los votos válidos.
En total, los artículos cambiados son el 2, 6, 7 y 8.
Antes, la bancada del MAS había abandonado el hemiciclo bajo el argumento de transgresión del artículo 130 del Reglamento de Debates referido a la prelación, o el tratamiento de leyes por orden de llegada.
El jefe de bancada del partido en función de gobierno, Félix Rojas, explicó que las modificaciones adoptadas por la oposición le quitan al proyecto la naturaleza de un Referendo Revocatorio de Mandato Popular.
«Si nosotros aceptamos esta propuesta modificatoria del 50 por ciento más un voto, tendríamos que decirle al pueblo que ya no es un referendo revocatorio sino elecciones nacionales, para que se elija entre dos opciones entre el Sí o el No, por ello es que no podemos caer en esa trampa», indicó Rojas.
«Aprueben una ley que borra con el codo lo que firmaron con su mano el 8 de julio», denunció el senador Rojas, para luego abandonar el hemiciclo seguido de sus colegas masistas.
Tal y como está ahora, la ley ordena que los funcionarios que se someterán a la consulta pueden ser revocados sólo si los votos en su contra igualan o superan, aunque sea en uno, los que obtuvieron en las elecciones de 2005.
«Oposición fracasará»
Ante el panorama, el presidente Evo Morales afirmó, desde la oriental provincia de Santa Cruz, que la mayoría oficialista en la Cámara Baja no «va a mover ni una coma» del texto de la convocatoria original.
Morales aseguró que los intentos de modificación del proyecto ocultan la intención de la oposición de desestabilizar el referendo, ya que «en el fondo» no quiere que el plebiscito se realice.
El gobernante reiteró que si el pueblo decide revocar su mandato convocará a «elecciones nacionales para irse a su casa» y pidió a los prefectos de la oposición que «acepten la ley» en alusión al de Cochabamba (centro), el único que aún se resiste a medirse en el referendo.
Entre tanto, los cívicos opositores de seis regiones agrupados en la «Media Luna» se reunieron en Santa Cruz y manifestaron su rechazo a la ley del revocatorio que consideran «injusta» porque «otorga ventajas al presidente de manera antidemocrática«.
El presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Branco Marinkovic, leyó el comunicado en el que también exigen que el revocatorio se haga según la regla del «50 por ciento más uno para todos«.
Este referendo fue convocado el 12 de mayo por el Senado, cuya mayoría corresponde a la alianza conservadora Poder Democrático y Social (Podemos).
En esa oportunidad, los senadores opositores aprobaron el texto tal y como lo había planteado Morales ante ese pleno en diciembre de 2007, como una salida a la crisis política que vive el país por el rechazo de los sectores de derecha a su proyecto de refundación de país con la aplicación de políticas de beneficio social.
