Por fin, llegó el día. El proyecto para una nueva ley de Servicios de Comunicación Audiovisual entra este jueves al Congreso de la Nación.
Hace unos cuantos meses decíamos que a la nueva Ley de Radiodifusión había que militarla. Muchos somos los que pusimos nuestro granito de arena en contra de muchos agoreros. Mucho más después de la derrota simbólica del 28 de junio. Los incrédulos de siempre nos decían «no vale la pena, esta ley ya está para archivarla».
Somos concientes que coincidieron varios factores para que este proyecto esté tomando estado parlamentario. Ocurre que, aunque algunos no entiendan (y parecen ser muchos), la política tiene mucho de sorpresa y oportunidad. Algo de eso hay en la presentación de esta semana. Tan cierto como que sin la persistencia de los miles de compañeros de la comunicación, de FM Comunitarias y agencias de noticias, de blogueros, universidades, diarios, ONGs, no hubiera sido posible. Tampoco sin la firme voluntad de un gobierno que sabe como nadie que es casi imposible avanzar con las asignaturas pendientes sin limitar a los oligopolios mediáticos engendrados y desarrollados a partir de la ley de radiodifusión de la dictadura. Por eso es tan importante la decisión de poner negro sobre blanco esta cuestión, para que el Parlamento, ámbito de expresión de todas las expresiones políticas del país, pueda saldar una deuda intolerable para estos 25 años de democracia.
Por eso, nos convocamos junto a todos los ciudadanos de a pie en Plaza de Mayo este jueves 27. Para que la entrada de este proyecto al recinto tenga más fuerza que nunca con nuestro acompañamiento.
Porque, como dijimos y repetimos, hay que militar esta causa ahora y también luego, cuando sea ley, para que la misma no sea letra muerta sino un instrumento para construir una democracia más justa donde todos tengamos derecho a la información.
