El arte del macaneo

Me escribe un amigo desde Buenos Aires, comentando una columna de Sandra Russo del 18 de octubre, en Página 12: “Me llama mucho la atención la visión de Sandra Russo de la Triple A como un fenómeno casi estrictamente sindical. Escucho a Carrió que llama derrocar a Kirchner y cita a la película La Caída, sobre el final de Hitler y me agarró la cabeza. Y veo la falta de reacción de K. y me agarro la cabeza dos veces”.

A mí, en cambio, nunca me sorprendió nada de lo que ha hecho y dicho Elisa Carrió, y tampoco me llama mucho la atención lo que diga Sandra Russo. A la Sra. Russo, me parece, le está pasando exactamente lo que le pasó a la Sra. Carrió.

Que es lo que le pasa a casi todos los que pontifican en defensa de la justicia, la verdad, el pueblo, la democracia y otras maravillas universales sin estar efectivamente insertados en ninguna realidad material más amplia que sus limitadísimas vidas personales.

Terminan mesiánicos.

En las actuales circunstancias de la Argentina, sospecho que muchos virtuosos semiencumbrados como Sandra Russo terminarán indefectiblemente gorilas.

He recibido en las últimas 24 horas varios mensajes desde la Argentina de personas que se la pasaron desde el 24 de marzo del 76 hasta mediados del menemato viviendo sus viditas y sin decir ni esta boca es mía -y que conste que no los critico por ello, porque así vivieron casi absolutamente todos los argentinos en aquel entonces- y que ahora claman al cielo alguna intervención divina (cuando no humana) porque dos bandas tribales se enfrentaron en San Vicente so pretexto de una ceremonia fúnebre de un shamán sin manos muerto hace más de 30 años.

“¡En este país”, exclaman, “ya no se puede vivir!”.

Pero no se van.

Los comentarios de Sandra Russo rebosan prepotencia intelectual. «El peronismo sindical siempre lo usó a Perón», dice, «y Perón lo usó a su vez para cobijar el ala derecha inconfesable y evidente de una doctrina cuyo eje siempre fue la acumulación del poder a cualquier costo, incluso el de la patota y el crimen parapolicial».
Esto es una vaguedad. Y si bien no es inconfesable (¿qué quiere decir “un ala derecha inconfesable”, ya que estamos?) es una vaguedad infundada.

Eso que escribe alegremente la Sra. Russo puede ser cierto o no; pero el hecho de que lo diga ella no lo convierte en verdad de manera automática. Es una aseveración muy tajante y un juicio muy lapidario por parte de alguien que -comparada con lo que está afirmando, juzgando y condenado- no es más que una hábil hiladora de palabras y emociones.
Los comentarios de ese tipo se deben respaldar con datos de la realidad, argumentos históricos, una trayectoria personal que otorgue idoneidad para opinar.

Pero Sandra Russo hace ese comentario sin tener, que yo sepa, otros antecedentes, conocimientos o experiencia que sus opiniones y un estilo literario relativamente brillante.
Sin embargo, aquí no está hablando de sus sentimientos y vivencias de clasemediera que sí lee y escribe, que es lo que realmente hace bien, sino que está juzgando más de medio siglo de historia argentina.

Y juzga y condena sin creer necesario presentar más pruebas que sus prejuicios. Si uno se pone a pensar hace, aunque en otro plano, lo que una gran parte de la humanidad le critica al gobierno de George W. Bush con respecto al trato a los prisioneros por presuntas conexiones terroristas.

En el caso de Sandra Russo, ella no pone a nadie a disposición de tribunales militares especiales pero sí está cometiendo una grave falta de responsabilidad periodística.
Hasta opinadotes de la talla de Lenín o Fidel Castro se tomaba y se toma, respectivamente, el trabajo de fundamentar sus juicios históricos. También lo hacía Hitler (aunque no Mussolini, por aquello de que «il Duce ha sempre ragione»).

Sandra Russo cree que con creer algo, y con decirlo de manera atrayente, es suficiente.
Lo que me asusta es pensar cuánta gente que la lee cree lo mismo que ella: que decir algo en lo que uno cree lo valida mágicamente.

En otro pasaje de su columna, afirma salpicando lodo a Perón y al sindicalismo, que el «eje de la doctrina» fue siempre la acumulación de poder a cualquier costo.

¿De qué doctrina está hablando?
¿De qué poder?
¿Del poder para quién?
¿Por qué dice eso?

Y agrega que «No forjó su movimiento (el justicialismo o peronismo, supongo) un sindicalismo crítico del poder y combativo, ni organizado, ni solidario, ni movilizado desde las bases hacia las cúpulas».

Yo creo que Sandra Russo no sabe de qué está hablando.
El sindicalismo argentino -incluso el sindicalismo peronista, y aun el sindicalismo peronista burócrata- no ha sido un ente permanente, inmutable y perdurable. Sin hilar demasiado fino, me pregunto a qué sindicalismo se estará refiriendo.

¿Al de antes del 45?
¿Al del 45?
¿Al del 45 en adelante?
¿Al de después del 55?
¿Al de antes del Cordobazo?
¿Al de después del 69?
¿Al de la época de Luche y Vuelve?
¿Al del tercer gobierno de Perón?
¿Al de después de su muerte?

Y cuando dice que el movimiento no creó “un sindicalismo crítico del poder y combativo” acentúa la vaguedad (por usar un giro estilístico un tanto disléxico) de su exposición, ¿De qué poder debería haber sido o ser crítico ese sindicalismo que no sabemos muy bien cuál es?

¿Del poder peronista?
¿Del poder antiperonista?
¿Del poder de «ellos»?

Debido a su miope visión del sindicalismo y del peronismo, Sandra Russo termina por perder absolutamente la huella cuando dice, refiriéndose a las actividades terroristas de la Triple A -que operó como brazo armado de la derecha parapolicial (y paramilitar) entre 1973 y 1976- que «después de aquellos estallidos de violencia intrasindical cuyos muertos no se contaban, como si fuera la muerte un gaje del oficio, llegó la dictadura y con ella los asesinatos masivos».

¿Así que aquellos asesinatos de la Triple A eran estallidos de violencia intrasindical? ¿Dónde estaría viviendo yo para aquel entonces que no me enteré? ¿En el Pontón Recalada?
Lo siento, pero no pude evitar el sarcasmo. Es que en su cruzada antisindicalista y antiperoniana a Sandra Russo se le moja aquí la cinta del freno y se da de morro con la historia. Y si para el periodismo ayer es historia, para la historia la decadencia lopezreguista e isabelista del peronisno es apenas ayer.

En primer lugar, y como se desprende de la dolorosa lectura de la lista de posibles, probables y presuntas victimas de la Triple A, entre las víctimas de la Triple A hubo poquísimos activistas o cuadros sindicales.

En segundo lugar, de no haber mediado la intervención de esos burócratas sindicales que le causan tanta repugnancia a Sandra Russo (y no sólo a ella), José López Rega, el creador y conductor de la Triple A, podría haber continuado siendo figura prominente en la política argentina.
En julio de 1975, una movilización y huelga general convocada por el sindicalismo más burócrata entre los burócratas, culminó con la renuncia de López Rega, para entonces ministro de Bienestar Social, y de su colega en Economía, Celestino Rodrigo.

¿De qué está hablando Sandra Russo entonces? ¿Y por qué no se informa antes de hablar?

Creo que los únicos que tienen el derecho y la obligación de escribir pajerías son los artistas. Pero el que se toma en serio los comentarios políticos de los artistas es -para usar una categoría pre-marxista- un nabo a cuadros.

Esta es una lista de posibles, probables y presuntas victimas de la Triple A. No digo que entre todas estas personas no haya habido activistas sindicales, pero si los hubo fueron MUY pocos.

Quien suscribe la obtuvo en pocos segundos y sin mayor esfuerzo en http://www.bolinfodecarlos.com.ar/triple_a.htm
Octubre de 1973 Atentado explosivo al coche del Senador Nacional Hipólito Solari Yrigoyen, resultando este herido. Adjudica AAA.

– 7-5-74 Asesinato del sacerdote Carlos Mugica.
– 31-7-74 Asesinato del Diputado Nacional Rodolfo Ortega Peña.
– 7-8-74 Secuestro y asesinato de Luis Norberto Macor. Adjudica AAA.
– 8-8-74 Secuestro y asesinato de Horacio T. Chavez. Secuestro y asesinato de Rolando H. Chavez. Secuestro y asesinato de Emilio Pierini. Adjudica AAA.
– 7-9-74 Atentado y muerte de Pablo Laguzzi (4 meses) hijo del Rector de la Universidad de Bs. As. Raúl Laguzzi. Adjudica AAA.
– 11-9-74 Asesinato en la localidad de Tigre del abogado Alfredo A. Curuchet. Adjudica AAA.
– 16-9-74 Asesinato en la Capital Federal del ex- Gobernador de la Pcia. de Córdoba Atilio López. Adjudica AAA Asesinato del Contador Juan J. Varas. Adjudica AAA.
– 24-9-74 Asesinato del ex-Jefe de la Policía de la Pcia. de Bs. As. Julio Troxler. Adjudica AAA.
– 26-9-74 Asesinato del abogado Silvio Frondizi. Adjudica AAA Asesinato de JosÈ Luis Mendiburu. Adjudica AAA.
– 8-10-74 Asesinato de Carlos Alberto Miguel (comunista). Asesinato de Rodolfo Achen (comunista). Adjudica AAA.
– 13-10-74 Asesinato de Carlos Ernesto Laham (comunista). Asesinato de Pedro Leopoldo Barraza (comunista). Adjudica AAA.

«Presumiblemente asignados a la Triple A»

– 30-10-74 Asesinato del Ingeniero Carlos Llerenas Rozas, integrante del FIP. Adjudica AAA.
– 5-12-74 Asesinato de Roberto Silvestre, militante de JUP.
– 6-12-74 Asesinato del profesor de Historia, Enrique Rusconi.
– 12-12-74 En Del Viso (Bs. As.) asesinato de Héctor Jorge Cois y María del Carmen Baldi. Capital Federal, hallazgo de 4 cadáveres: R. Valverde; A. Celina; J. O. Lauces y L. Cuiña. Muertos a balazos. En Ezeiza (Bs. As.) fue hallado el cadáver de un N.N. con manos amputadas.
– 14-12-74 En Avellaneda (Bs. As) se hallaron dos cadáveres N.N. muertos a balazos.
– 18-12-74 Bs. As., hallazgo del cadáver de Juan Alberto Campos, muerto a balazos.
– 22-12-74 Mendoza: Hallazgo de dos cadáveres carbonizados, uno presumiblemente de F. Morales.
– 2-12-74 Capital Federal: Hallazgo del cadáver de Raúl Gelman Palatnic.
– 3-1-75 La Matanza (Bs. As.) Hallazgo de un cadáver N.N. muerto a balazos.
– 4-1-75 Bs. As. Homicidio de Estela Epelbau y Silvia Stocarz de Brow.
– 10-1-75 Bs. As.: Hallazgo de 3 restos humanos Km 197 Ruta 205. Bs. As.: Hallazgo de dos cadáveres, uno N.N. y otro de Yolanda Beatriz Meza.
– 15-1-75 Bs. As.: Homicidio a balazos de Manuel Benítez.
– 18-1-75 Bs. As.: Hallazgo del cadáver de Hugo Fernando Floria, en la Ruta 2 Km 219.
– 23-1-75 Tucumán: Homicidio del Dr. Juan Mario Magdalena.
– 24-2-75 Bs. As.: Homicidio de Alberto Banarasky.
– 14-2-75 Bs. As.: Secuestro y homicidio de los dirigentes sindicales: HÈctor Noriega y Carlos Leva. Salta: Homicidio de periodista Luciano Jaime.
– 4-3-75 Tucumán: Hallazgo de 3 cadáveres dentro de un Peugeot 504.
– 13-3-75 Bs. As.: Hallazgo de 2 cadáveres (Roberto MoisÈs y Mirtha Aguilar.
– 19-3-75 Bs. As.: Homicidio de Juan A. Stefani. Bs. As.: Hallazgo de 4 cadáveres en Avda. Escalada y Roca.
– 21-3-75 Bs. As.: En Isidro Casanova fue hallado muerto a balazos Rubén Reinaldo Rodríguez. Tucumán: Secuestro y muerte de Lorenzo Ferreira y Pedro Rodríguez. Mar del Plata (Bs. As.) Hállanse 4 cadáveres. Bahía Blanca (Bs. As.) Hallazgo del cadáver de María Isabel de Ponce. Bahía Blanca (Bs. As.) Fue asesinado el estudiante Fernando Aldubino. Lomas de Zamora (Bs. As.) Fueron muertos a balazos: el Concejal Héctor Lencinas, Pablo Gómez, Pedro Baguna, Elena Santa Cruz, Héctor Flores, Caferata Martínez y Rubén Alfredo Díaz. Bahía Blanca (Bs. As.) En la residencia salesiana fue asesinado Carlos Borniak.
– 24-3-75 Capital Federal: Hallazgo del cadáver N.N. Capital Federal: Hallazgo de un cadáver en Mariano Acosta. Mar del Plata (Bs. As.) Se halló el cadáver de Margarito Mario Méndez.
– 28-3-75 En La Plata se halló el cadáver de Adrián F. Roca. Córdoba: Asesinato de Próspero A. Allende.
– 29-3-75 En Brandsen se halla el cadáver carbonizado de José Vargas.
– 4-4-75 Bahía Blanca. Muerte a balazos del estudiante David Norberto Cilieruelo.
– 8-4-75 Ensenada (Bs. As.) Fue hallado el cadáver masculino de un N.N. En Villa Elisa fueron hallados dos cadáveres que correspondían a Julio Horacio Urtubey ya Nélida Ofelia Villarino. Fueron hallados 6 cadáveres no identificadas. Bs. As.: Fue hallado el cadáver de Ernesto Raúl Valverde. Bs. As.: Hallazgo del cadáver de Luisa Marta Carita.
– 11-4-75 Bs. As.: Hallazgo de un cadáver N.N. calcinado y con heridas de bala. En Ezeiza (Bs. As) fueron muertos Juan Estiguart, Pizarro Ruiz; Juan Luis Rivero Saavedra; Nino Aguirre Huguera; Juan Hugo Ardo Eifuentes y Enzo Gregorio Franchini, todos chilenos. Un cadáver N.N. tenía la inscripción «Fuimos del ERP».

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