Era la pieza que faltaba en el armado latinoamericano para el 2007: el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, decidió formalizar su ingreso al Mercosur como miembro pleno junto a Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Venezuela. La iniciativa le quita el principal socio a la CAN después de la salida de Venezuela y abre interrogantes sobre el equilibrio regional para 2007.
En una conferencia de prensa que demuestra que la diplomacia boliviana no se toma vacaciones, el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, David Choquehuanca, explicó que Evo asumió la decisión después de haber sostenido una reunión con su par de Brasil, Celso Amorim.
El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) es un ambicioso proyecto de integración económica que se inició en 1991, en el que participan Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela. En tanto que Bolivia y Chile son países asociados. Si bien se está transformando en una de las principales garantías políticas de este nuevo proceso que vive América del Sur, su arquitectura económica ha sufrido vaivenes en los últimos años y la alianza entre Brasil y Argentina ha servido para evitar un mayor desgaste político, tal como viene intentando Washington desde que su patio trasero probó de alejarse de los planes del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Tiene como principal objetivo aumentar el grado de eficiencia y competitividad de las economías involucradas ampliando las actuales dimensiones de sus mercados y acelerando su desarrollo económico mediante el aprovechamiento eficaz de los recursos disponibles, la preservación del medio ambiente, el mejoramiento de las comunicaciones, la coordinación de las políticas macroeconómicas y la complementación de los diferentes sectores de sus economías.
La CAN
Mucho antes de que el mercosur estuviera en la mente de alguno, el 26 de mayo de 1969, en la ciudad de Bogotá, los representantes plenipotenciarios de los Gobiernos de Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú firmaron el Acuerdo de Integración Subregional (Comunidad Andina de Naciones) con el propósito de promover el desarrollo equilibrado y armónico de los países miembros en condiciones de equidad, mediante la integración y la cooperación económica y social. Luego ingresaría Venezuela.
La intención era acelerar su crecimiento y la generación de ocupación, además de facilitar su participación en el proceso de integración regional, con miras a la formación gradual de un mercado común latinoamericano. También disminuir la vulnerabilidad externa y mejorar la posición de los países miembros en el contexto económico internacional. Fortalecer la solidaridad subregional y reducir las diferencias de desarrollo existentes entre los países miembros y procurar un mejoramiento persistente en el nivel de vida de los habitantes de la Subregión.
Sin embargo, Chile fue el primer país que se alejó de la CAN en la década de los años 70, pero hace cuatro meses decidió retornar a ese organismo de integración. En tanto que Venezuela dejó la Comunidad Andina de Naciones por sus profundas diferencias con Colombia y Perú, países que firmaron un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, al que se opone Caracas.
Esta nueva ofensiva diplomática boliviana, que acuña un paso adelante después de la nacionalización de los hidrocarburos, pone al país del altiplano y a Ecuador como los países que impulsan una reformulación de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), como vías de integración económicas de las naciones latinoamericanas para sostener un comercio más justo en el mundo.
Evo Morales, advirtió que de no hacer »profundas reformas» en la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) para consolidar un »comercio justo», tendrán que buscar otras vías de inversión y de intercambio comercial. Las declaraciones de Morales surgieron en una concentración popular en la comarca de Ayo Ayo a 80 kilómetros al sur de La Paz. »Hay que hacer profundas reformas en la Comunidad Andina y Mercosur, si queremos resolver los problemas económicos de nuestros pueblos (…) y si no quieren hacer reformas profundas, haremos nuestros propios sistemas de comercio», advirtió.
En el acto, acompañado de su gabinete, dijo a los presentes que uno de los objetivos de su gobierno es trabajar para la consolidación del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) y la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), ideada por su homólogo venezolano Hugo Chávez, para enfrentar el Tratado de Libre Comercio (TLC) y al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Tras la salida de Venezuela el grupo andino quedó reducido a cuatro miembros: Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. No obstante, Chile está en proceso de reintegración como miembro asociado.
Ecuador no seguirá «alimentado la burocracia»
A su regreso de Caracas, el presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, manifestó que su gobierno no seguirá »alimentando la burocracia» de la Comunidad Andina (CAN), y aclaró que tras la salida de Venezuela está dispuesto a poner condiciones para seguir vinculado al bloque.
«Cuántas décadas tiene la CAN y cuánto hemos avanzado, lo que hemos hecho es alimentar una burocracia en Lima y rimbombantes declaraciones que no sirven para nada»‘, declaró Correa a los periodistas.
Correa, reiteró que la región andina ni América Latina pueden seguir perdiendo tiempo en «una burocracia internacional que está tan satisfecha de decir lo mismo, pero que ha servido muy poco».
También mostró su interés en impulsar la conformación de un bloque único entre el Mercosur y la CAN.
«Hay que buscar unificar los procesos integracionistas de la región que son la CAN y el Mercosur. Es voluntad política del futuro gobierno fortalecer la CAN y el proceso de integración andino», explicó.
Correa, quien ganó el pasado 26 de noviembre las elecciones presidenciales con una gran mayoría , asumirá el cargo el 15 de enero.
