Las expectativas de empleo en la construcción se revirtieron: las empresas del sector que esperaban reducir personal en mayo-julio superan a las que estiman contratar más trabajadores.
La reversión de expectativas se vio en abril, previo a la corrida. Con mayores anuncios en recorte de obra pública y reducción del poder adquisitivo de los créditos tras la corrida seguramente esta tendencia se profundice en los próximos meses. La construcción fue el mayor generador de empleo formal privado en 2017 (49% del crecimiento), aún siendo un sector en que prima la informalidad.
De hecho, también fue el sector que más trabajo en negro absorbió (junto a servicio doméstico).
Se cae en 2018 el motor de 2017. Quienes más van a sufrir esto van a ser los trabajadores en negro, que son parte de los sectores más vulnerables y hasta ahora no habían sufrido tanto el ajuste.
El desempleo va a proliferar en los estratos más bajos y se va a profundizar la desigualdad. Con la recesión que se viene será difícil que la economía pueda absorber a los nuevos desempleados. La industria cae hace años y otros sectores masivos seguirán al ciclo económico.
En medio del recorte, se van a necesitar medidas para evitar el comienzo de una crisis de empleo. Primeros datos post-corrida:
En el ISAC de Mayo caen las expectativas de empleo tanto para empresas que realizan obras públicas como privadas. El anuncio de mayor ajuste fiscal con foco en la obra pública va a sacrificar al sector más dinámico del mercado laboral en 2017.
En mayo, la mitad de las empresas que se dedican a obra pública esperaban reducir personal entre junio y agosto. Se está jugando con fuego en uno de los principales sectores de inserción laboral de la clase baja.
Pablo Neira es economista (UBA). En twitter: @neirapablo
