Fiascos de la oposición

El domingo pasado el peronismo disidente tuvo su primer ensayo de interna, si es que a eso se le puede llamar de tal manera. Porque uno que ha transitado varias elecciones de este tipo nunca hubiera imaginado semejante circo. La falta de transparencia superó todo lo conocido, a pesar de que ningún medio de comunicación se preguntó por algunas pequeñas extravagancias como, por ejemplo, que no había boletas: se podía votar con cualquier cosa, hasta con la ropa íntima de la novia de Rodríguez Saa que tan mona vive en Recoleta. Además, se elegían delegados o congresales, pero nadie conoce los nombres de esos delegados. Se votó con el padrón abierto, sin sellar DNI… un festín para cualquier puntero del macrismo que deseara servirse.

El número de asistentes parece que fue inflado de común acuerdo. Reales deben haber votado la mitad, entre los cuales ganó efectivamente Duhalde. Hombres y mujeres mayores ellos que creen que este gobierno es la resurrección del soviet, por lo tanto hay que sacarlo y el mejor candidato para ello es el que quiere a Videla, a la Pando, al Momo, a Barrionuevo, etcétera. Se ha vuelto tan payasesca esta fantochada de interna que este domingo, en Misiones, por ejemplo, el gobierno provincial no les permitirá usar los colegios. Carecen de tanta legitimidad que no pueden ni siquiera tener el mínimo resguardo institucional.

En paralelo, los referentes opositores del fallido Grupo A quisieron dar lecciones de civilidad. A algunos, como Macri o Duhalde, realmente no les da el prontuario. Pero, como dice el dicho, la culpa no es del chancho si no de quien le da de comer. Lamentable lo de Alfonsín: su padre no hubiera podido creer que se pueda ser tan perejil e ingenuo para firmar esa declaración fogoneada por las corporaciones, que duró lo que un suspiro, demostrando lo ficticio y forzado del Grupo A, solo unido para tirarle piedras al gobierno nacional.

Podríamos hacer una larga lista de cuantas veces realmente la democracia estuvo en peligro y coincidiremos que en nada se parece a esta etapa. Si escarbamos un poco, seguramente encontraremos a varios de los socios firmantes de esa declaración diseñada por Clarín atizando aquellos momentos en los que realmente la democracia estuvo en peligro.

Ricardito, para tu guía, el peronismo nunca puso en peligro los cimientos de la democracia. Y por casa ¿cómo andamos?

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