Con la mente puesta en el año que vendrá, la mayoría de los Intendentes ya está administrando su obra de gobierno en función de intentar la reelección. Aunque no todos la tienen tan fácil. Un repaso por los distritos bonaerenses con mayor significación electoral de cara a las elecciones de 2011.
Cual televidentes del programa Seis-Siete-Ocho, los Intendentes del conurbano contemplan extasiados el presente político del kirchnerismo, a sabiendas de los beneficios electorales que les puede llegar a reportar un probable ensanchamiento de esta primavera política que atraviesa el gobierno nacional.
Se entusiasman, encargan encuestas, planean armados políticos, torean a opositores internos y externos. Hasta los más golpeados por el traspié electoral del año pasado se le animan al futuro, porque más allá de los aciertos del peronismo gobernante, el rol que vienen cumpliendo las oposiciones locales, sirve también para ilusionar a cualquiera.
Con la mente puesta en el año que vendrá, la mayoría de los Intendentes ya está administrando su obra de gobierno en función de intentar la reelección. Son pocos los que están pensando en pegar el salto hacia algún otro destino, y solamente hay uno que tiene la suerte casi echada, y solo procura terminar su mandato, como objetivo de máxima.
Para trazar un panorama completo de los distritos con mayor significación electoral, conviene narrar cada una de las situaciones en particular, realizando además una correcta división electoral del territorio conurbano, es decir, entre “primera” y “tercera” sección electoral.
La Primera
General San Martín: Debe ser uno de los pocos Municipios en el cual todos los candidatos con posibilidades serias de ser Intendentes, son kirchneristas. Por supuesto que quien tiene casi todas las chances es el actual Jefe Comunal, Ricardo Ivoskus, vecinalista K y hombre de bajo perfil por fuera de su distrito. Sin embargo, no se descarta que Ivoskus pueda ceder su lugar a su hijo Daniel (actual Concejal, también kirchnerista, pero más cercano a Daniel Scioli). Mientras que por el lado del peronismo, Gabriel Katopodis ya empapeló toda la ciudad con su “Compromiso por San Martín” para participar en las internas del Frente para la Victoria. A los ojos de este cronista, el pejotismo que conducen Graciela Camaño y el Tato Brown, no tiene ninguna chance mientras siga alineado con el proyecto de Eduardo Duhalde.
Ituzaingó: Alberto “Toti” Descalzo es uno de los jefes territoriales peronistas de la primera que más complicadas tiene sus chances para continuar un mandato más al frente de la Intendencia. De concretar una nueva reelección, sería el quinto mandato del Toti, aunque enfrente está la amenaza del Nuevo Encuentro que conduce Martín Sabbatella, y que tiene en algunos de los Municipios del oeste, su zona de influencia política. Se descarta que allí, el referente del sabbatellismo será Sebastián Sanguinetti, quien en 2009 estuvo a punto de ganar las elecciones con la lista que encabezaba como Concejal. Paradójicamente, aquí el “kirchnerismo” de Sabbatella es funcional a Descalzo, ya que una candidatura del ex Intendente de Morón en el Frente para la Victoria, dejaría con poco margen de oposición a los candidatos locales del Nuevo Encuentro. Con eso, y un poco de obra pública allí donde haga falta, el Toti podrá descansar tranquilo, aunque no debería dormirse en los laureles.
Morón: El actual Intendente, Lucas Ghi, asumió hace menos de un año, cuando Martín Sabbatella se despidió del Municipio para asumir su banca como diputado nacional. Antes de lanzarse a las arenas políticas provinciales, Sabbatella gobernó Morón durante más de diez años, ganando elecciones por diferencias siderales, con su estrategia de “la tijerita”. Lucas Ghi es un continuador eficiente de la administración de su antecesor y mentor político. Sin embargo, su juventud y su falta de experiencia lo hacen necesitar del nombre “Sabbatella” en algún lugar de la lista sábana que se vaya a presentar en los comicios del año que viene. Ya sea como candidato a gobernador, senador, o vice de algún pez más gordo. Es decir que, por ahora, la suerte de Ghi continúa atada a lo que decida el máximo referente de Nuevo Encuentro.
Tigre: Para muchos, Sergio Massa es una de las grandes incógnitas que tiene el peronismo en el conurbano. Es que algunas de sus decisiones políticas, sumadas a sus juegos mediáticos, pueden confundir a cualquiera. Sin embargo, todos aquellos que siguen de cerca los movimientos del ex Jefe de Gabinete no dudan en vaticinar que más temprano que tarde se terminarán todos los amagues, y buscará su reelección en representación del Frente para la Victoria. Puede ser que antes se intente una pre-candidatura a gobernador, e incluso una interna con Scioli, en la que obviamente perderá pero servirá para contener a algunos díscolos.
Massa sabe perfectamente que todavía tiene mucho tiempo para recorrer una carrera política que, indefectiblemente, lo lleve alguna vez a la gobernación de la Provincia. Además, a diferencia de otros dirigentes que se presentan como refractarios al kirchnerismo “puro”, Massa no tiene problemas en su distrito con mostrarse junto a Kirchner o Cristina. De hecho, en lugares como Don Torcuato, la Presidenta mide bastante parecido a los porcentajes del Intendente.
Tres de Febrero: En las elecciones del año pasado, Hugo Curto fue uno de los que se vio beneficiado por las colectoras que implementaron los candidatos de Unión-Pro, que de haber ido juntas le hubiesen dado pelea al viejo caudillo de la UOM. Si bien salvó la ropa en su pago, gracias a ese recurso electoral, el resto del peronismo perdió en Tres de Febrero. Esto no melló para nada la relación con Néstor Kirchner, pero sí hizo que a partir de ahí comenzaran los pases de factura entre las líneas internas del curtismo. A eso, hubo que sumarle la emergencia de una figura política de mucho peso en la región: el diputado Octavio Argüello, hombre de Hugo Moyano, que no oculta sus intenciones de suceder a Curto. No es casual que fuera uno de los primeros Intendentes de la Primera que salió a “bancar” el derecho de Moyano a presidir el PJ bonaerense. Curto no quiere problemas con el camionero, y aprovecha cada ocasión que tiene para demostrarlo.
Vicente López: A pesar de su veteranía, y de tener cada vez más problemas con aquellos sectores medios que hasta no hace mucho tiempo lo votaban, Enrique “Japonés” García se presenta como la opción kirchnerista más firme (imagínense cómo deben ser los demás) para enfrentar al PRO, que seguramente llevará como candidato a Jorge Macri. García, un radical sobreviviente de la casi extinguida “Concertación Plural” (bah, en realidad un sobreviviente de todas las extinciones), lleva en la Intendencia la friolera de 23 años, con lo cual si llegara a ser reelecto en 2011 y estuviese al menos un día en el gobierno, superaría el récord de Manuel Quindimil.
San Miguel: se trata de la única excepción a nuestra regla de los Intendente que están pensando en su próximo mandato. En poco más de dos años de gestión, Joaquín De La Torre dilapidó el capital político que lo había llevado a la Intendencia, y para garantizar gobernabilidad eligió hacer una alianza táctica nada menos que con Aldo Rico (Aviso al lector desprevenido: el Rico de hoy no es el que usted conoció, sino que se trata de un hombre ya entrado en años cuyo capital político suma apenas un bloque de tres concejales y, por un tiempo, una hija diputada).
En el resto de los Municipios de la Primera Sección electoral (Escobar, José C. Paz, Malvinas Argentinas, Merlo, Moreno, Pilar, San Fernando y San Isidro), los panoramas parecen no representar demasiados riesgos para los oficialismos locales, todos más o menos kirchneristas, salvo el caso de San Isidro.
La Tercera
Almirante Brown: no habría que apresurarse aún para hablar de Darío Giustozzi, pero sin dudas se trata de un caso a seguir bien de cerca. No tanto por la calidad de su gestión (en términos generales, buena), sino por algunos de los gestos políticos que ha ido teniendo desde las elecciones del año pasado en adelante. No debería sorprender a nadie que, cualquier día de estos, el bueno de Darío aproveche algún traspié del kirchnerismo para decir que va a comprar cigarrillos y enseguida vuelve.
Avellaneda: cuando en 2007 Cacho Álvarez confeccionó la lista de concejales que lo acompañaría en un nuevo mandato, Jorge Ferraresi fue el elegido para ocupar el primer lugar. Esa elección no fue casual, sino que se originó en el deseo de Álvarez de migrar a un cargo de mayor jerarquía, mucho antes de que se cumplieran los cuatro años. Las cosas se fueron dando a pedir de “Cacho”, y el año pasado, luego de la derrota electoral, Scioli lo convocó para hacerse cargo del Ministerio de Desarrollo Social. En su lugar, claro está, quedó Ferraresi.
Con Cacho jugado a la intención de ser el candidato a vice de un nuevo período sciolista, Ferraresi asomaba como el “candidato natural”, hasta que hace unos meses, algunas facciones del kirchnerismo dejaron entrever que no van a aceptar ninguna “orden” de sucesión. Al mismo tiempo, al igual que en otros distritos, las peleas internas que se dan entre cada uno de los sectores que conforman la oposición, generan que varios dirigentes del kirchnerismo se sientan con posibilidades de suceder a Alvarez.
Como dato de color (amarillo), vale decir que el PRO se ha enemistado con el Peronismo “Federal” y a su vez, estos últimos están todos peleados entre sí. Algo parecido pasa en el Acuerdo Cívico Insocial.
La Matanza: hablamos de este territorio tan particular hace unos quince días, y como máxima novedad al respecto, se produjo el fuerte respaldo que el referente local de la CGT, Carlos “Ruso” Gdansky, le dio a Juan Carlos Sluga, en su disputa con el Intendente Fernando Espinoza.
En el análisis que hiciéramos oportunamente, justamente caracterizábamos a Sluga como uno de los adversarios potenciales de Espinoza más tranquilos. Sin embargo, un reclamo salarial de los municipales fue caldeando los ánimos, y el Intendente llegó a acusar a Sluga de “estar jugando para la contra”. Enseguida, el ruso Gdansky (hombre que no mueve un pelo sin la aprobación de Hugo Moyano) intervino para poner los puntos sobre las íes y recordarle a Espinoza que no es de buen peronista andar demonizando a los dirigentes sindicales que piden aumento de sueldo.
Lanús: Darío Díaz Pérez fue uno de los Intendentes más golpeados por la derrota de 2009. Aunque ganó la elección local por escaso margen, para muchos peronistas de Lanús el hecho de haber ganado por 200 votos fue algo lisa y llanamente vergonzante. Pero (otra vez), las disputas internas en ese colectivo de castrados políticos denominado “la oposición”, hicieron posible lo que parecía un milagro. En el medio, Díaz Pérez se avivó que Pampuro no era el mejor intermediario para negociar la obra pública con el gobierno nacional, y se hizo cargo del tema en forma personal. En pocas palabras, empezó a gobernar, y de a poco fue revirtiendo una situación que parecía irremontable.
Lomas de Zamora: hace menos de un año, Martín Insaurralde tomó el timón de un barco que se hundía, pero que antes de tocar el fondo del mar amenazaba con prenderse fuego. Con ese panorama se encontró el actual Intendente cuando su antecesor, Jorge Rossi, renunció a su cargo por problemas de salud y se fue a vivir al campo. Muy rápido de reflejos, Insaurralde convocó enseguida a los referentes de las otras dos líneas internas del peronismo K de Lomas: Fernando “Chino” Navarro” y Gabriel Mariotto, y les propuso comenzar a cogobernar ahora mismo, sin necesidad de esperar a 2011.
Tanto referentes del Movimiento Evita como del sector que conduce Mariotto abordaron el gabinete de Insaurralde y juntos, no solo hicieron que el barco no se hundiera, sino que ahora lo llevaron a navegar a otros puertos: Insaurralde ha logrado formar parte de otra tríada, junto con Amado Boudou y Diego Bossio, tendiente a impulsar el desplazamiento del Ministro de Economía, a varios nudos de velocidad por varios puntos de la provincia de Buenos Aires.
Insaurralde, obvio, es número puesto del kirchnerismo en Lomas para el 2011, y de hacer una buena gestión, tiene posibilidades serias de proyectarse por fuera del distrito.
Quilmes: hay un dato que debe ser tenido en cuenta a la hora de hacer cualquier análisis político sobre este Municipio: es el único de todo el Gran Buenos Aires que jamás reeligió a su Intendente. Una alternancia política que si ocurriese en Europa, seguramente sería vindicada como ejemplo de “civismo y republicanismo”. Pero es Quilmes, y no tiene tan buena prensa entre la inteligentzia argentina. Así y todo, Manuel Barge se anima a definirlo como “El Municipio más democrático de la Argentina”.
El actual Intendente, Francisco “Barba” Gutiérrez, tiene muchas posibilidades de conseguir un nuevo mandato: está haciendo una gestión aceptable y no habría que soslayar la victoria impecable que obtuvo en los comicios del año pasado. Sin embargo, buena parte del capital político que tiene “el Barba”, no es propio. Hay varios referentes políticos del peronismo quilmeño que hoy se encuentran ocupados en otros menesteres, y han desatendido un poco el pago. Si bien hoy lidera el PJ local y posee buena parte de lo que se conoce como “la estructura”, si quiere renovar su mandato sin sobresaltos, Gutiérrez deberá sentarse a negociar con enemigos íntimos. No tiene otras opciones.
El resto de la Tercera Sección Electoral (históricamente, mucho más homogénea y orgánica que la primera), tiene a los actuales Jefes comunales (todos K) sin mayores intenciones de asomar la cabeza, ni riesgos internos de perder el liderazgo (Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Presidente Perón, San Vicente).