Presente griego: acciones y obligaciones negociables

Es ingenuo suponer que detrás de la estatización de los fondos de las AFJP hay un plan maléfico de recuperación de empresas que otrora fueron públicas. Lo cierto es que, por ahora, los jubilados serán accionistas de Edenor, Siderar y Telecom. Y acreedores de Petrobras, Telefónica, Los Grobo y Loma Negra.

Uno de los efectos no deseados del traspaso de los fondos de las AFJP al Estado es la cartera de préstamos (obligaciones negociables) y acciones que se cotizan en Bolsa, además de lo invertido en el floreciente mercado de capitales de Estados Unidos, y que el juez Griesa está embargando.

Las acciones que cotizan en Bolsa no suelen tener derecho a voto, y su valor no es equivalente a las que retienen los propietarios. La timba de la Bolsa aporta liquidez cuando la empresa que cotiza está bien reputada, pero no pone en peligro las decisiones que tomen sus propietarios. Si sus tenedores están representados en el directorio, estos tienen un rol más testimonial que efectivo.

Por lo tanto, es ingenuo suponer que detrás de la estatización de los fondos de las AFJP habría un plan maléfico de recuperación de empresas que otrora fueron públicas no por vía de expropiación sino de acaparamiento financiero a cargo del Estado. Las grandes empresas no cotizan en Bolsa para regalar su propiedad a los inversores.

Lo cierto es que, por ahora, los jubilados se convertirán en propietarios del museo Constantini, sus obras de arte y la administración del country Nordelta. Serán accionistas de, entre otras, Edenor, Gas Natural Ban, Transportadora de Gas del Sur, Siderar y Telecom. Y acreedores de Petrobras, Petroquímica Comodoro Rivadavia, Telefónica, Edesur, Los Grobo, Loma Negra y Pan American Energy.

Esta última, dirigida por el señor Bulgheroni, es nombre de fantasía de BP, propiedad de JP Morgan Chase Bank, compañía del grupo Rockefeller del que Alfonso Prat-Gay es representante local. Al prorrogársele hasta 2047 la concesión de Cerro Dragón, el mayor yacimiento petrolero del país, la Pan American Energy anunció un ambicioso programa de inversiones externas.

La noticia es que a Pan American la financian los trabajadores argentinos, no los plomeros de Kentucky.

La Anses será la gran administradora de estos bienes. Es lo que la oposición no se quiere perder cuando reclama control.

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Recibí nuestras novedades

Puede darse de baja en cualquier momento. Al registrarse, acepta nuestros Términos de servicio y Política de privacidad.

Últimos artículos

El “boom” de la construcción porteña arrastra los peores efectos de la especulación inmobiliaria hacia la población más vulnerable de municipios como Hurlingham, Lomas de Zamora, Quilmes, y Vicente López. Por Guillermo Risso
Las andanzas y los despojos del Grupo Bemberg a lo largo de los años. La expropiación peronista del año 1955 y sus consecuencias. La pastera Arauca y el dominio territorial con la apropiación de tierras. Por Eduardo Silveyra
¿Qué pretende usted de mí? Le preguntaría la “batalla cultural” al régimen de Milei. Aquí veremos un poco el origen de esa práctica, el significado teórico y aquello que está en juego en la Argentina. ¡Feliz Año Nuevo! Por Eric Calcagno