¿Cuál es la reflexión y análisis que te queda de lo que fue la sesión de la semana pasada, donde finalmente la oposición rechazó el presupuesto 2022?
Fue una actitud completamente irresponsable y mezquina por parte de la oposición. Rechazó un presupuesto al gobierno nacional, pero principalmente a todos y cada uno de los argentinos. Cuando uno rechaza el presupuesto, le termina rechazando el presupuesto a la Argentina en su conjunto y circunstancialmente al gobierno que le toca administrar el destino del país, elegido democráticamente a partir del 10 de diciembre del 2019.
Creemos que esa actitud que tuvo la oposición es una como la que tuvieron en el 2010, donde no acompañaron los tiempos que debemos poner como país y como argentinos y argentinas para poder salir adelante del esfuerzo del conjunto. En esa mezquindad se demuestra cómo gobernaron; con una gran irresponsabilidad, tomando un endeudamiento brutal con el Fondo Monetario Internacional y también con el sistema financiero. Las prioridades de ellos están en generar incertidumbre y no lograr las certezas necesarias para poder salir adelante.
¿Crees que esto va a complicar alguna cuestión de la gestión con las provincias? Ya que se va a depender de como el presidente Fernández vaya distribuyendo los recursos y demás. ¿Te parece que en todo caso será un trabajo de los gobernadores, de ir intercambiando con el ejecutivo nacional para que todo se pueda avanzar igual?
Se va a tener que hacer un trabajo en donde el jefe de gabinete, el ministro de economía, el ministro del interior y el presidente de la nación con el resto de los ministerios, trabajen en las áreas específicas de los programas que se estaban proyectando para poder ir dotándolos de los recursos necesarios. Lo primero es la prórroga del presupuesto que está vigente. Este va a tener que ser actualizado en las partidas de infraestructura y de aumento de montos, habrá que ir construyéndolo con cada uno de los programas vigentes; en donde los gobernadores, que ya tenían el trabajo realizado de los proyectos ejecutivos, en los cuales se especificaba las obras que se necesitaban y cómo ellas impactarían en la generación de empleo, en mejorar la calidad de vida de la gente y la logística, en cómo se conectaban en un proyecto integral de infraestructura para poder generar empleo y producción. Ese trabajo genera el círculo virtuoso del crecimiento que tanto estamos necesitando.
Al no tener el presupuesto, esa tarea se está realizando ahora, pero va a demorar un poco. Sin embargo, si lo hubiésemos tenido, ya los gobernadores y los intendentes, podrían aprobar su presupuesto propio y lo harían en virtud de lo que estaba proyectado en el nacional.
¿Cómo ves el cierre del año en la cámara de diputados? ¿Crees que va a haber una sesión importante más antes de fin de año, teniendo en cuenta que el presidente de la nación por decreto extendió las sesiones ordinarias hasta el 31 de diciembre? ¿Hay algo que se esté trabajando que vos creas que puede llegar a entrar esta semana?
El proyecto a trabajar durante diciembre era el presupuesto de la nación. Esa herramienta fundamental era la base para el programa plurianual, para las negociaciones del sector externo que se estaban llevando y para analizar cada una de los diagnósticos y resultados que hemos tenido en la economía área por área para proyectar el futuro de manera cierta y precisa.
Al no tener esa herramienta, luego de la ley de modificación de bienes personales, creo que la agenda legislativa va a pasar al año que viene y vamos a estar arduamente trabajando junto con los gobiernos provinciales y locales en poder nuevamente entender el vínculo en base a las proyecciones que teníamos en el presupuesto que la oposición nos negó.
