Cómo fue y qué se dijo en la III Cumbre de los Pueblos, “la contracumbre” de Mar del Plata

Por Causa Popular.- Eclipsada por la presencia carismática del presidente venezolano Hugo Chávez, y el mediático Diego Maradona, la III Cumbre de los Pueblos congregó durante tres días a 12 mil personas que participaron de las 250 actividades que se realizaron en distintos puntos de Mar del Plata. Delegaciones de todo el continente americano bajo el lema “Otra América es Posible” debatieron en foros, talleres y conferencias una forma alternativa de integración americana a la que intenta imponer el imperialismo norteamericano.

“Delegados y delegadas de organizaciones sociales de todas las regiones del continente, desde Canadá hasta la Patagonia; trabajadores, campesinos, indígenas, jóvenes y viejos, de todas las razas, mujeres y hombres dignos nos hemos encontrado aquí en Mar del Plata, Argentina, para hacer oír la voz, excluida por los poderosos, de todos los pueblos de nuestra América”, fue la forma en que la que el documento final de esta contracumbre eligió describir la diversidad de participantes que llegaron hasta la ciudad balnearia más grande del atlántico sur.

Las Cumbres de los Pueblos de América surgen a partir de la convocatoria de la Alianza Social Continental (ASC), una red de redes que agrupa a diferentes movimientos sociales y sindicales de todo el Continente.

El objetivo de la convocatoria es la lucha contra el ALCA, contra la imposición de los Tratados de Libre Comercio (TLC), intentando trascender el mero rechazo y elaborar una Alternativa para las Américas desde el punto de vista de los pueblos.

Al ser la Cumbre de las Américas un encuentro de los presidentes americanos creado especialmente para implementar el ALCA, la Cumbre de los Pueblos se realiza en paralelo a la realización de la misma.

La primera Cumbre de los Pueblos se desarrolló en 1998 en Santiago de Chile, de manera simultánea a la IIº Cumbre de Presidentes de las Américas. La segunda Cumbre tuvo lugar en Quebec, Canadá, en el 2001, y allí se fijó la fecha de la III Cumbre de los Pueblos que finalmente se desarrolló en forma paralela a la IV Cumbre de los presidentes en Mar del Plata.

Como la Cumbre es independiente de cualquier gobierno y tiene su propia agenda de discusión, por principio, esta no participó de los espacios de Consulta a la Sociedad Civil organizados por la Cancillería argentina, en el marco de la IV Cumbre de los Presidentes de las Américas.

Pérez Esquivel, una de las figuras más destacadas en la Cumbre de los Pueblos, también llamada Contracumbre, advirtió que desde los grandes poderes se trata de decir a los pueblos que no hay salida, “por eso estamos continuando con la reflexión y la propuesta en un espacio de libertad, y decimos que luchamos por la autodeterminación de los pueblos frente a la dominación que significa el ALCA y los nuevos planes militares del imperio”.

Luego de finalizada la cumbre, 3 días después la sede del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), una de las principales organizadoras de la III Cumbre de los Pueblos en Mar del Plata, sufrió destrozos y el robo de seis computadoras con valiosa información. «Llama mucho la atención que este acto vandálico ocurre apenas unos días después de finalizar la Cumbre de los Pueblos en Mar del Plata, Cumbre en la cual SERPAJ y su presidente Adolfo Pérez Esquivel participaron activamente», señaló un comunicado de la organización.

Pérez Esquivel tuvo un papel protagónico en la contracumbre. Allí, el Premio Nobel de la Paz, rechazó, la existencia de bases militares estadounidenses en diversos países de América y advirtió sobre nuevos envíos de tropas a otros, en un sostenido avance sobre la región del imperio norteamericano. “Nuestros pueblos no necesitan bases militares y menos al ejército de Estados Unidos, cuyo comportamiento en el mundo es más que obvio”, subrayó.

El titular del SERPAJ, destacó también la presencia en la Cumbre de los representantes de pueblos originarios y también de fuertes delegaciones cubanas y venezolanas. Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, y el ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto, encabezaron esa delegación.

“Cuba no está en la cumbre cerrada, pero está en la abierta entre los pueblos de América Latina”, dijo Pérez Esquivel, quien pidió que el presidente Néstor Kirchner “actúe con coherencia y responsabilidad en las políticas que va a asumir ante los grandes desafíos”.

“Hemos venido a decir basta a Bush”, a quien acusó de violar “los derechos humanos, desconocer a las Naciones Unidas, los pactos y protocolos internacionales, y estar cometiendo atrocidades con las invasiones a distintos países (…) nosotros necesitamos recursos para la vida y no para la muerte”, sostuvo también al criticar la presencia de tropas latinoamericanas en Haití, en aparente misión de paz.

El viernes 4 al mediodía la III Cumbre de los Pueblos culminó en el estadio Mundialista de Mar del Plata, donde canto Silvio Rodríguez, Daniel Viglietti y Victor Heredía, y durante dos horas y media habló el presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez.

Antes, Blanca Chancoso, del consejo asesor del Movimiento Pachakutik, brazo político de la Conaie de Ecuador, leyó ante 50 mil personas las conclusiones de la Contracumbre que a continuación reproducimos:

“Es necesario y posible una integración desde y para los pueblos”

Delegados y delegadas de organizaciones sociales de todas las regiones del continente, desde Canadá hasta la Patagónica; trabajadores, campesinos, indígenas, jóvenes y viejos, de todas las razas, mujeres y hombres dignos nos hemos encontrado aquí en Mar del Plata, Argentina, para hacer oír la voz, excluida por los poderosos, de todos los pueblos de nuestra América.

Como antes en Santiago de Chile y en Québec, nos hemos encontrado nuevamente frente a la Cumbre de las Américas que reúne a los presidentes de todo el continente, con la exclusión de Cuba, porque aunque los discursos oficiales siguen llenándose de palabras sobre la democracia y la lucha contra la pobreza, los pueblos seguimos sin ser tomados en cuenta a la hora de decidir sobre nuestros destinos.

Tambien nos encontramos aquí, en esta III Cumbre de los Pueblos, para profundizar nuestra resistencia a las calamidades neoliberales orquestadas por el imperio del norte y seguir construyendo alternativas. Venimos demostrando que es posible cambiar el curso de la historia y nos comprometemos a seguir avanzando por ese camino.

En el año de 2001, en la cumbre oficial de Québec, cuando todavía la absoluta mayoría de los gobiernos se inclinaban ciegamente a la ortodoxia neoliberal y a los dictados de Washington, con la honrosa excepción de Venezuela, Estados Unidos logró que se fijara el primero de enero del 2005 como la fecha fatal para que entrara en vigor su nuevo proyecto de dominación llamado Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y que la Cuarta Cumbre de las Américas a realizarse previamente en Argentina fuera la culminación de las negociaciones de este proyecto perverso. Pero el primero de Enero del 2005 amanecimos sin ALCA y la cumbre oficial de Argentina ha llegado finalmente con las negociaciones del ALCA estancadas. ¡Hoy estamos también aquí para celebrarlo!

Sin embargo, Estados Unidos no deja en su estrategia de afirmar su hegemonía en el continente por medio de tratados de libre comercio bilaterales o regionales, como es el que por un margen estrecho se ha aprobado para Centroamérica y el que buscan imponer ahora a los países andinos. Además, ahora Washington esta lanzando el Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN). No obstante las evidencias incontestables de las desastrosas consecuencias de más de diez años de Tratado de Libre Comercio, ahora este TLC plus pretende incluso imponer la política de “seguridad” de los Estados Unidos a toda la región.

Pero el gobierno de Estados Unidos no se conforma con avanzar las piezas del rompecabezas de su dominación en el continente. Insiste en acomodarlas en un marco hegemónico único y no ha renunciado al proyecto del ALCA. Ahora, junto con sus gobiernos incondicionales, viene a Mar del Plata con la pretensión de revivir el cadáver del ALCA, cuando los pueblos han expresado claramente su rechazo a una integración subordinada a Estados Unidos.

Y si su estrategia a favor de las corporaciones norteamericanas ha venido siendo acompañada de una creciente militarización del continente y de bases militares estadounidenses, ahora para rematar el genocida George W. Bush ha venido a la cumbre de Mar del Plata para intentar elevar su política de seguridad a compromiso continental con el pretexto del combate al terrorismo, cuando la mejor forma de acabar con él sería el revertir su política intervencionista y colonialista.

En la declaración oficial que está siendo discutida por los Gobiernos existe la amenaza real de que puedan pasar, aun matizadas las peores intenciones de los Estados Unidos. La misma está llena de palabras vacías y propuestas demagógicas para combatir la pobreza y generar empleo decente; lo concreto es que sus ofrecimientos perpetúan un modelo que ha hecho cada vez más miserable e injusto a nuestro continente que posee la peor distribución de la riqueza en el mundo.

Modelo que favorece a unos pocos, que deteriora las condiciones laborales, profundiza la migración, la destrucción de las comunidades indígenas, el deterioro del medio ambiente, la privatización de la seguridad social y la educación, la implementación de normas que protegen los derechos de las corporaciones y no de los ciudadanos, como es el caso de la propiedad intelectual.

Además del ALCA, se insiste en avanzar en la Ronda de Doha, que busca otorgar más poderes a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para imponer reglas económicas inequitativas a los países menos desarrollados y hacer prevalecer la agenda corporativa. Se sigue exponiendo al saqueo nuestros bienes naturales, nuestros yacimientos energéticos; se privatiza la distribución y comercialización del agua potable; se estimula la apropiación y privatización de nuestras reservas acuíferas e hidrográficas, convirtiendo un derecho humano como es el acceso al agua en una mercancía de interés de las transnacionales.

Para imponer estas políticas, el imperio y sus cómplices cuentan con el chantaje de la deuda externa, impidiendo el desarrollo de los pueblos en violación de todos nuestros derechos humanos. La declaración de los presidentes no ofrece ninguna salida concreta, como seria la anulación y no pago de la deuda ilegitima, la restitución de lo que se ha cobrado de mas y el resarcimiento de las deudas históricas, sociales y ecológicas adeudadas a los pueblos de nuestra América.

Las y los delegados de los distintos pueblos de América estamos aquí no solo para denunciar, estamos acá porque venimos resistiendo las políticas del imperio y sus aliados. Pero también venimos construyendo alternativas populares, a partir de la solidaridad y la unidad de nuestros pueblos, construyendo tejido social desde abajo, desde la autonomía y diversidad de nuestros movimientos con el propósito de alcanzar una sociedad inclusiva, justa y digna.

Desde esta III Cumbre de los Pueblos de América declaramos:

– 1) Las negociaciones para crear un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) deben ser SUSPENDIDAS INMEDIATA Y DEFINITIVAMENTE, lo mismo que todo tratado de libre comercio bilateral o regional. Asumimos la resistencia de los pueblos andinos y de Costa Rica contra el Tratado de Libre Comercio, la de los pueblos del Caribe porque los EPAS no signifiquen una nueva era de colonialismo disfrazado y la lucha de los pueblos de América del Norte, Chile y Centroamérica por echar atrás los tratados de esta naturaleza que ya pesan sobre ellos.

– 2) Todo acuerdo entre las naciones debe partir de principios basados en el respeto de los derechos humanos, la dimensión social, el respeto a la soberanía, la complementariedad, la cooperación, la solidaridad, la consideración de las asimetrías económicas favoreciendo a los países menos desarrollados.

– 3) Nos empeñamos en favorecer e impulsar procesos alternativos de integración regional. Como la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA).

4) Asumimos las conclusiones y las acciones nacidas en los foros, talleres, encuentros de esta Cumbre y nos comprometemos a seguir profundizando nuestro proceso de construcción de alternativas.

– 5) Hay que anular toda la deuda externa ilegitima, injusta e impagable del Sur, de manera inmediata y sin condiciones. Nos asumimos como acreedores para cobrar la deuda social, ecológica e histórica con nuestros pueblos.

– 6) Asumimos la lucha de nuestros pueblos por la distribución equitativa de la riqueza, con trabajo digno y justicia social, para erradicar la pobreza, el desempleo y la exclusión social.

– 7) Acordamos promover la diversificación de la producción, la protección de las semillas criollas patrimonio de la humanidad, la soberanía alimentaría de los pueblos, la agricultura sostenible y una reforma agraria integral.

– 8) Rechazamos enérgicamente la militarización del continente promovida por el imperio del norte. Denunciamos la doctrina de la llamada cooperación para la seguridad hemisférica como un mecanismo para la represión de las luchas populares. Rechazamos la presencia de tropas de Estados Unidos en nuestro continente, no queremos bases ni enclaves militares. Condenamos el terrorismo de Estado Mundial de la Administración Bush que pretende regar de sangre las legítimas rebeldías de nuestros pueblos. Exigimos poner fin a la intervención militar extranjera en Haití

– 9) Condenamos la inmoralidad del gobierno de Estados Unidos, que mientras habla de luchar contra el terrorismo protege al terrorista Posada Carriles y mantiene en la cárcel a cinco luchadores patriotas cubanos. Exigimos su inmediata libertad!

– 10) Repudiamos la presencia en estas dignas tierras latinoamericanas de George W. Bush, principal promotor de la guerra en el mundo y cabecilla del credo neoliberal que afecta incluso los intereses de su propio pueblo. Desde aquí mandamos un mensaje de solidaridad a los hombres y mujeres estadounidenses dignos que sienten vergüenza por tener un gobierno condenado por la humanidad y lo resisten contra viento y marea.

Después de Québec construimos una gran campana y consulta popular continentales contra el ALCA y logramos frenarla. Hoy, ante la pretensión de revivir las negociaciones del ALCA y sumarle los objetivos militaristas de Estados Unidos, en esta III Cumbre de los Pueblos de América asumimos el compromiso de redoblar nuestra resistencia, fortalecer nuestra unidad en la diversidad y convocar a una nueva y mas grande movilización continental para enterrar el ALCA para siempre y construir al mismo tiempo bajo su impulso nuestra alternativa de una América justa, libre y solidaria.

Mar del Plata, Argentina, a 4 de noviembre del 2005

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