En una elección pareja y polarizada, el dirigente metalúrgico volvió a ser elegido presidente de Brasil. Los desafíos de las coaliciones amplias, la dificultad de enfrentar una derecha radicalizada y la posibilidad de conducir un proceso regional con múltiples gobiernos antineoliberales pero heterogéneos y atomizados.
El próximo domingo 30 de octubre se disputará la segunda vuelta presidencial entre el actual Presidente J. Bolsonaro y Lula da Silva. Son las propias características democráticas del sistema político brasileño las que estarán en juego en este balotaje.
La persecución judicial y el intento de magnicidio a la vicepresidenta reavivaron la liturgia peronista en torno a la dirigente más convocante del Frente de Todos y expusieron el rostro amargo de la tirria que sembraron políticos opositores y medios de comunicación durante años.
En 2020 asistimos a la “segunda etapa” del lawfare, cuyo presente se enfoca en la necesidad de construir una herencia pedagógica, que impida repetir en el futuro la “anomalía populista” de la región.
El analista Juan Manuel Karg y el periodista Fernando Duclos hilaron datos e impresiones que desmenuzan al votante del candidato que lidera las encuestas en Brasil. Radiografía del horror.
Cuando el Estado se convierte en una alianza corporativa que chantajea de manera sistemática la vida social, cultural, política, económica de la sociedad, la idea misma de democracia estalla en mil pedazos.
Audio y fragmentos del diálogo entre el teólogo brasileño y el Nobel de la paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, al día siguiente de la detención de Lula.