La campaña de territorio le permitió lograr el «mal menor» al FDT

Cierra el año electoral y a pesar que en el resultado general nacional la victoria es para Juntos por el Cambio, el análisis del saldo en el oficialismo es entusiasta.
Alberto Fernandez en el bunker fdt

«Militar el territorio rinde», suena como mantra desde antes de las elecciones de este domingo y se profundizó como rezo a partir de lo que dejó el resultado electoral de las legislativas 2021.

Los argumentos que surgieron en el tramo de campaña entre las PASO y este 14 de noviembre giraron en torno a cómo la pandemia había afectado el contacto y el pulso de las necesidades que la sociedad estaba teniendo. «Después de las PASO reconocimos que estuvo muy bien la estrategia de concentrarnos en pasar la crisis sanitaria lo mejor posible y en que toda la población tenga su vacuna. Pero claro, después la demanda del pueblo nos dejó en evidencia que había que meter celeridad en otros aspectos; reactivación, contención económica y ayudar a sobrellevar la incertidumbre que este contexto nos propone todos los días». Este fue el análisis que se difundió desde Casa Rosada en las últimas semanas y que también hizo eco en la gobernación de la provincia de Buenos Aires.

Por eso fuimos testigos de una campaña que estuvo centrada en el voto a voto, puerta a puerta, casa por casa, con el pedido especial del presidente Alberto Fernández que profundicen los dirigentes y candidatos locales, en las provincias y los municipios, la escucha activa, para poder comprender cuales eran las demandas reales.

Yendo a los datos concretos en términos generales, en todo el país la victoria fue para Juntos por el Cambio con el 43% de los votos frente a los 34% que sacó el Frente de Todos. Esto es lo que releva el mapa general, que contó con más de veinticuatro millones de votos en todo el país.

Pero si bien el mapa general revela y deja mucho trabajo puertas adentro en materia de gestión, militancia y armado, pensando en el 2023 el saldo desde las cupulas de poder de la coalición gobernante es entusiasta.

A pesar de la mirada federal que el presidente y su ejecutivo tiene sobre la integración, el desarrollo y el rumbo de la Argentina, las energías se centraron en mayor parte en el territorio bonaerense. Sabemos que es la madre de todas las batallas por ser el distrito que cuenta con el 40% del padrón electoral nacional.

Esta fue una de las demandas que hubo por parte de los gobernadores oficialistas. Es por eso que en la recta final también estuvieron incluidos los anuncios y recorridas del presidente por distintos puntos del país. El jefe de gabinete de la nación, Juan Manzur, fue el encargado de matizar bien esas tensiones y dar respuestas a todos los dirigentes territoriales del FDT.

El saldo se evalúa positivo desde el bunker oficialista. «Había que remontar en Buenos Aires y eso se logró. Nuestra lista trabajo con trabajo territorial y mucho compromiso de los intendentes de la provincia. Cuatrocientos cincuenta mil votos y quedamos a un punto de la lista de Juntos, lo que con el escrutinio final puede dar un empate técnico», afirmaron a este medio fuentes de la Rosada cuando terminó la velada electoral. La cifra sin el escrutinio final es de 39.8% para Juntos y del 38.5% para el FDT. Se recuperaron 3% de los votos entre las PASO y las generales.

La lectura que queda el día después es que si bien hay mucho trabajo para hacer y territorios para recuperar, un poco de acción acomodo situaciones impensadas que se hicieron realidad en las PASO.

Por ejemplo, el peronismo no perdía desde la vuelta de la democracia en la capital nacional de la producción y distrito clave del conurbano bonaerense: San Martin, donde gestiona Fernando Moreira, hombre de Gabriel Katopodis. Allí se recuperaron seis puntos, se había perdido por cuatro y se terminó ganando por dos.

El otro dato simbólico es lo que dejó el resultado de La Matanza, distrito peronista por historia. Allí la diferencia entre el FDT y JxC había sido del 12% a favor del oficialismo, lo cual preocupaba porque la diferencia siempre suele ser mayor. El recupero fue notable y finalmente los comicios generales marcaron una diferencia del 22%.

En términos provinciales también paso algo similar. Las provincias de Chaco y Santiago del Estero -donde también se eligió gobernador-, gestionadas por Jorge Capitanich y Gerardo Zamora, habían mostrado resultados desfavorables para el oficialismo en las PASO. Este se revirtió, confirmando el peso del Frente allí.

En otros distritos, como es el caso de La Pampa, el voto no se pudo revertir, pero se recuperó bastante. En Formosa donde se había logrado un resultado positivo en las PASO, ahora se amplió, lo cual también trajo tranquilidad.

Los casos que se observan con atención son los de Jujuy y Santa Cruz. En la primera el FDT quedó como segunda fuerza abajo de la lista del Gobernador Gerardo Morales, pero muy lejos: con una distancia de casi 20 puntos, mientras que la tercera fuerza, el Frente de Izquierda de los Trabajadores, se enucentra muy cerca, a medio punto de distancia. Notable la elección de la izquierda en esa provincia, que garantizó que el recolector de basura de cuarenta y cinco años, Alejandro Vilcas, se convierta después del 10 de diciembre de este año en el primer diputado nacional de ese espacio político por esa provincia.

En el senado nacional por primera vez desde la vuelta de la democracia el peronismo no tendrá quorum propio. Esto se explica con que el FDT no pudo revertir los resultados ni en La Pampa ni en Chubut, donde también se elegían senadores nacionales.

El cuerpo que comanda la vicepresidenta de la nación, Cristina Fernández, hoy cuenta con un bloque de cuarenta y un senadores; con este resultado pasará a quedar con treinta y cinco, a dos de la mitad más uno que se necesita para poder sesionar. JxC quedará con treinta y tres senadores nacionales. Desde el entorno del presidente de la nación le dijeron a este medio que las negociaciones ya están en marcha y que la vicepresidenta está trabajando para que el oficialismo pueda sesionar y aprobar proyectos sin mayores problemas después de diciembre.

Lo otro que se confirmó es que la ex gobernadora María Eugenia Vidal no podrá reclamar la presidencia de la Cámara de diputados como amenazaron con hacerlo ella, Patricia Bullrich y Lilita Carrió. Finalmente el oficialismo seguirá siendo la primera minoría y quedará con ciento dieciocho diputados frente a los ciento dieciséis que tendrá JxC.

Tranquilidad también fue lo que sintió ayer el gobernador Axel Kicillof. Con estos resultados logra empatar la cantidad de senadores en la legislatura bonaerense, con los que tendrá la principal oposición. Todos los proyectos que se le venían frenando por parte de Juntos en la provincia no serán un problema después del 10 de diciembre.

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