Juan Perón prepara este texto cuando en la región se alternaban regímenes condicionados por la prepotencia imperialista de recetas voraces dictadas en las oficinas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, cuya mera mención agita nuestra conciencia: son los organismos y las recetas que ahora mismo ensombrecen nuestras raídas esperanzas.
El tejido de La hora de los pueblos, es expresión del pensamiento teórico y político de un estadista cuyo peso y valor no hace falta enfatizar aquí: la vigencia de su legado y el modo en que se relanza, una y otra vez, de la mano de su pueblo hacia el futuro, nos exime de abundar al respecto.
Sí es oportuno subrayar la tensión constructiva, el llamado a la acción reflexiva, a una filosofía de la praxis que contiene cada capítulo, cada uno de los libros de esta Colección y todos juntos.
La unidad que en este texto se reclama, es la que necesitamos que sea propugnada y realizada por las nuevas generaciones para reconstruir lo que ha sido destruido, y para afirmar un nuevo tiempo de justicia social, independencia económica y soberanía política, para nuestro país y para nuestro continente.