“Nosotros sabíamos desde antes de que asuma Mauricio Macri en 2007 que si él era electo íbamos a volver a las políticas de los ‘90”, destacó en diálogo con Revista Zoom, Alejandro Demichelis, secretario adjunto de la Unión de los Trabajadores de la Educación.
Durante el ya casi pasado 2010 (por no describir toda la gestión PRO), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tuvo baches y deudas sociales en casi todas las políticas públicas con las que se comprometió a trabajar.
Hasta la fecha, fueron más de cinco los paros docentes con 95 por ciento de adhesión en reclamo de mejoras salariales, el pago en tiempo y forma, ya que hay docentes interinos y suplentes que tardan ocho meses en cobrar, y el perfeccionamiento estructural de los colegios. Estos son algunos de los pedidos de los gremios de la enseñanza media y terciaria.
“Nosotros sabíamos desde antes de que asuma Mauricio Macri (jefe de Gobierno porteño) en 2007 que si él era electo íbamos a volver a las políticas de los 90, de ajuste, de desinversión en las políticas públicas. Eso fue lo que sucedió. El estado estuvo ausente en políticas de educación”, recalcó en diálogo Revista Zoom, Alejandro Demichelis, secretario adjunto de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). Además, ratificó que en 2011 votarán un proyecto popular que “podría ser el de (Martín) Sabbatella o el de (Daniel) Filmus si es que se postulan”.
También agregaron algunos caramelos más al tarro los estudiantes secundarios, que tomaron los colegios por más de un mes, durante agosto y septiembre en pedido de mejoras edilicias al ministro de Educación porteño, Esteban Bulrich, ya que el estado de las escuelas, según decían ellos, era “deplorable”. “La inoperancia y la involuntad política de este gobierno de no invertir en políticas públicas han generado la toma de las escuelas. Estas pusieron en el tapete el grave problema educativo que están viviendo las escuelas de la Ciudad”, adicionó el dirigente de UTE
“Además (siguió Demichelis) la culpa es claramente del gobierno que no dio soluciones, al contrario. Le restó 60 millones de pesos el presupuesto para estructura educativa”. Entonces, el 16 de septiembre, los estudiantes convocaron a una manifestación en conmemoración a la noche de los lápices y contaron con el apoyo de más de 20 mil personas.
También recordó “que hace dos años y medio que no se pone ni un ladrillo en las escuelas públicas, mientras que desde que comenzó la gestión (Mauricio) Macri el subsidio para colegios privados aumentó en un 100 por ciento”. “Sobre todo en zona sur (Barracas, La Boca, Pompeya, entre otros barrios) hay más de 6000 chicos que no pueden ingresar al jardín porque no hay vacantes. No puede ser que durante tanto tiempo no se construyan colegios”, completó Demichelis.
Si hay algo para destacar de la situación-conflicto estudiantil fue la organización que tuvieron los chicos. Malena, del ex colegio tomado Fernando Fader sintetizó: “Lo que logramos, aunque con las tomas no nos dieron todo lo que pedíamos, fue conseguir un fuerte nivel de compromiso y demostramos que los jóvenes podemos juntarnos y exigir que nos otorguen el derecho a la educación en escuelas dignas”.