Rosario: “Las dos caras más importantes del negocio narco no tienen que ver con el mundo plebeyo”

Entrevista a fondo con Marcelo “el Turco” Saín, ex ministro de Seguridad de Santa Fe. Suplemento especial de Revista Zoom. Un panorama completo sobre la geografía narco de Rosario: poder, política, policía, Estado, clanes, y lazos de toda la trama. Por Carlos Benitez Gibbons.

A raíz de los últimos episodios de extrema violencia que viene sufriendo Rosario, en Revista Zoom hablamos con uno de los investigadores más expertos en la situación, Marcelo Saín, ex ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe. El resultado fue una clase magistral que permite entender desde el principio de los principios, hasta la actualidad, cada uno de los componentes de esta compleja maquinaria que parece estar arrasando con toda la ciudad: cómo se gestaron las primeras bandas, sobre qué bases, con qué estructuras, y cómo siguieron creciendo. Por qué se manejan los niveles de violencia que se manejan, cómo se financian, qué financia ese dinero, la relación con la policía y la política, la distinción cultural de lo que sucede en Rosario con el resto de otras problemáticas narcos que hay en el país, la situación con el actual gobernador, y con Nación, la situación en el mundo, y en Latinoamérica. No quedaron temas para hablar, por eso decidimos hacer de esta nota un suplemento especial de la Revista.

Saín, además fue viceministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires entre 2002 y 2003, titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria desde que Néstor Kirchner la creó (2005 a 2009), y director de la Escuela Nacional de Inteligencia. Concursó y ganó la jefatura del Organismo de Investigaciones del Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe. Fue diputado provincial bonaerense (2011-2015). Es licenciado en Ciencia Política, maestro y doctor en Ciencias Sociales, investigador del Programa de Incentivos, en el Ministerio de Educación de la Nación (desde 2005), y director del Núcleo de Estudios sobre Gobierno y Seguridad en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (desde 2013). Entre sus principales libros publicados se encuentran: Seguridad, democracia y reforma del sistema policial en la Argentina (2002); Política, policía y delito. La red bonaerense (2004) y El leviatán azul: policía y política en la Argentina (2008).

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Gestación del narco en Rosario

-Vos fuiste un observador directo de la situación de violencia que vive Rosario, ¿dónde está el gran problema que parece no tener solución?

-Rosario se ha conformado como un mercado de drogas al compás de lo que fue la estructuración de los mercados internos en Argentina. Más o menos en la segunda mitad de los noventa, comienzos del 2000, 2005. Ahí se consolida un nivel de comercialización de todo tipo de droga, como ocurrió en Buenos Aires, en el gran Gran Buenos Aires, y en las grandes ciudades de la Argentina. Es un fenómeno que tuvo que ver con factores culturales de consumo. Y además, es bueno aclararlo, son mercados que se han estructurado sobre la base de consumos recreativos. Cuidado con esto, porque la inmensa mayoría de tráfico a escala mundial, pero particularmente en el caso de Rosario, es para la recreación. Esto significa que en su inmensa mayoría, no son consumos vinculados a usos problemáticos o a adicciones. El 80% del mercado de la cocaína en Rosario está destinado a la recreación, por eso la comercialización corre entre los días jueves y domingos. Está vinculado a la vida nocturna. Eso se conjuga, en la primera década de este siglo, con un negocio que estaba disponible para las grandes organizaciones criminales que operaban en barrios, que generalmente eran clanes familiares que ya existían. Preceden al negocio de la droga.

-Se ocupaban de otras cosas…

-Totalmente. Alvarado, por ejemplo, uno de los grandes actores de la trama narco rosarina, se dedicaba al negocio del robo y doblaje de autos ( “poncheo”). De hecho, él fue condenado en 2012 por la justicia bonaerense, porque robaban los autos en el norte del Gran Buenos Aires y se los llevaban a Rosario. El acuerdo que tenía con la policía rosarina era que el robo de autos no se produjera en Rosario, sí el desarme o el poncheo. Entonces, los robaban en el Gran Buenos Aires y los llevaban para allá. Después cayó presa toda la banda, se llamaba La Banda de los Rosarinos, y él fue condenado. A partir de ahí empieza a dedicarse al negocio del narcotráfico, y la persona que le abre la puerta es alguien que jugó un rol fundamental en el armado del mercado rosarino: Luis Medina. Por otro lado Los Monos, la familia Cantero, una familia del sur de Rosario (al lado de lo que después fue el City Center), era una familia que se dedicaba a robos, extorsiones menores, de menor cuartilla. Bien local, clan familiar, convivían con otros clanes, y después se enfrentaron y dominaron toda la zona. La mayoría de los casos de las bandas rosarinas siguieron más o menos este mismo recorrido. Cuando se presenta el negocio de la droga tenían todos más o menos…

-La logística armada…

-Tenían la relación con la policía, sabían el ejercicio de la violencia porque ya la ejercían en sus negocios criminales previos a la droga. Estaban organizados y tenían cierto control territorial. Porque de movida, el negocio de la droga en Rosario se estructura sobre la base de la venta a través de búnkers, por lo cual el control del territorio y el acuerdo con la policía es fundamental. Ahora, lo cierto es que cuando estos delincuentes bastante rústicos, familiares, y de menor envergadura, comienzan a dedicarse al negocio del narcotráfico –una sociedad donde la vida nocturna era muy importante, donde los consumos de drogas prohibidas comenzaban a ocupar un rol determinante— el nivel de rentabilidad comenzó a ser inaudito, inclusive para ellos.

-No lo podían creer

-Claro. No estamos hablando de grandes empresarios, estamos hablando de delincuentes muy rústicos, con lo cual la acumulación de dinero fue un gran problema de movida. Estoy hablando de los años 2010, 2011, 2012. Se hacen fuertes en determinados lugares. Siempre el crimen en Rosario fue muy violento. Lo fue, reitero, antes de estructurarse el mercado de la droga y del negocio del narcotráfico, tiene que ver con la tradición criminal rosarina.

Marcelo Saín. Foto: Alejandro Cruz (trabajador de Agencia Télam)

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Violencia, legalidad y pactos

-¿Cómo le decían a Rosario en los 30?

-La “Chicago Argentina”. Tenía que ver con la presencia de la mafia. Es una sociedad litoraleña, donde las cosas se resuelven de manera violenta en todos los estratos sociales. Pero, en el mundo criminal, la lógica de relacionamiento entre los criminales siempre fue muy violenta, y los dominios de los territorios acotados que tenían estas organizaciones siempre suponían la muerte del contrincante. Es decir: la imposición o la desaparición del contrincante como actor del escenario. Siempre fueron muy poco proclives a la negociación entre grupos, a la división de territorio. A lo sumo, alguna destreza, básicamente de negociaciones con el Estado (en el escalón policial) para que le habiliten determinados negocios, no más que eso.

Ahora, cuando empezaron a generar un nivel de riqueza fenomenal, lo primero que hacen es comprar autos de alta gama, todos. Pero aún con su propia presencia, su conjunto de relaciones, su pertenencia local no se podían insertar, como se dice en Rosario, con: “la sociedad que vive adentro de los bulevares”. Eran de las periferias populares, eran muy rústicos, muy violentos, y su presencia social no podía gravitar más allá de los lugares de origen.

Entonces ahí empiezan a tener los primeros problemas penales y las primeras relaciones con el mundo de los abogados; que son los que cuando siguen acumulando dinero, de alguna manera, comienzan a establecer vínculos con la estructuras de lavado de dinero, con las estructuras de gestión de la economía ilegal, que eran tradicionales en Rosario, y que eran financieras que estaban para apoyar el emprendimiento de los agronegocios, los emprendimientos inmobiliarios.

Pero como de toda la economía rosarina más de la mitad se mueve en la oscuridad, digamos en la informalidad (es ilegal), no les costó nada recibir dinero del narco, que además era cada vez más importante, y en un momento en el que, inclusive, la plaza financiera de la soja se secó, como consecuencia de la caída del valor de la soja.

Todo esto hace que haya un momento en el cual algunas de las cabezas de estos grupos se empiezan a dar cuenta de la necesidad de pactar. Del lado de Los Monos, que ya controlaban todo el sur de la ciudad, su principal líder era uno de los hijos del fundador del clan que se llamaba Pájaro Cantero. El Pájaro Cantero estableció una serie de negociaciones con Luis Medina que es el que le abre el negocio a Alvarado después –cuando él deja el negocio del robo de autos sale de la cárcel y empieza a dedicarse al narcotráfico junto con Luis Medina— y otros actores que estaban en el norte de la ciudad. Y ahí dijeron “acá hay para todos, hay que dividir el territorio, tenemos que tener un acuerdo en su conjunto entre todos nosotros con la estructura policial”. Inclusive, se los ve en algunas reuniones sociales a todos juntos. A propósito de esto, antes del asesinato del Pájaro Cantero, que se produce en abril de 2013, estuvieron en el cumpleaños de 15 de su hija todos (todos estos líderes). Con lo cual, claramente, había una tendencia a la negociación y una suerte de paz criminal.

En abril del 2013, matan al Pájaro Cantero, matan al que entendía que esto era un negocio que debía limitar el uso de la violencia porque escandalizaba políticamente, generaba problemas a la organización, y el nivel de rentabilidad que generaba no hacía necesaria la pelea: había para todos. Y, por otro lado, seis meses después matan a Luis Medina. Todo indicaría que fue Alvarado el que se sacó a su antiguo jefe de encima. Ahí comienza una saga de violencia fenomenal entre estas dos grandes franquicias, que hace que haya un enfrentamiento que no paró nunca más. Por eso, los índices de homicidio vinculados al mercado de drogas de 2013, 2014, 2015 fueron los más altos hasta el día de hoy, históricos. La decisión que tiene el gobierno socialista (Antonio Bonfatti) ante el escándalo de la violencia letal (que era tapa de los diarios, no solamente locales si no nacionales) es acordar con un sector de la policía: la división judiciales de Rosario, de la unidad regional rosarina. La idea fue perseguir a Los Monos que era la banda más rústica, que después de la muerte de su líder había salido a matar a todo el mundo: a aquellos que creían que estuvieron detrás del asesinato, y a aquellos que no, pero por las dudas también. Era como un mensaje: “esto es lo que le pasa a los que se meten con nosotros”. Prácticamente, durante los dos meses siguientes del asesinato del Pájaro Cantero, hubo treinta homicidios vinculados directamente al hecho. Ahí se inicia una causa judicial muy importante, porque ellos estaban siendo escuchados previamente por la división judiciales. Todavía no había justicia adversarial en Rosario, era la justicia de instrucción, después (el juez) Vienna lleva una estrecha relación con el gobierno socialista y con las autoridades socialistas, y ahí comienza toda la saga del Estado contra Los Monos.

Durante el juicio que después se llevó a cabo en el 2018 (juicio oral muy promocionado tanto en Rosario como en el resto del país), siempre los Monos, los jefes de la organización, dijeron que claramente la división judiciales los perseguía a ellos para dejar el negocio del narcotráfico a Esteban Alvarado. Nadie les creía, nadie daba crédito porque era la voz de los criminales que estaban denunciando a sus perseguidores. Sin embargo, años después se comprobó que tenían razón. Efectivamente, la división judiciales formaba parte del entorno de una banda narcocriminal mucho más sofisticada, con una protección estatal mucho más alta, con vínculos directamente con la política que era el clan Alvarado. ¿Cuándo supimos todo eso? Cuando llevamos adelante la investigación (ya nosotros al frente del organismo de investigaciones con dos fiscales) contra el clan Alvarado. Eso comenzó en el año 2018, 2019. Pero el juicio se lleva adelante en el año 2022. Y ahí se comprueba la participación de sectores de la policía que pertenecían a la trama que investigó a Los Monos.

Te hago un paréntesis: son tradiciones criminales. Otro gran mercado del narcotráfico en el Gran Buenos Aires está en San Martín. Se estructuró sobre la base de una organización criminal de piratas del asfalto que tenían una lógica de funcionamiento completamente distinta, no eran violentos, negociaban la distribución de mercadería, tenían acuerdos con las compañías de seguro, no eran violentos con las víctimas de los robos. El negocio de ellos era la colocación de la mercadería robada. Es decir, ahí también había un negocio de altísima rentabilidad. No había que enfrentar al Estado, había que pagar por la protección estatal. Con lo cual, evidentemente tenían una lógica distintiva. Así funcionó el mercado de drogas en San Martín. Hubo hechos de violencia, pero excepcionales, cuando se rompían los acuerdos, o cuando había confrontaciones muy importantes entre organizaciones. Nunca hubo violencia criminal contra el Estado. Al contrario, todo el tiempo estaban reformulando los acuerdos y las negociaciones. Con lo cual te quiero decir, tiene mucho que ver con la lógica de cada uno de los lugares también.

La policía y el Estado santafecino

Saín: -Entonces, esto es lo que pasó en Rosario. Lo que ocurrió son dos cosas que a mí me parece que son importantes destacar y que deben entenderse. Primero: la policía perdió, más allá del narcotráfico, el control de todo tipo de actividad en las calles. Las policías son el gran panóptico y el gran instrumento de control de la gente y de las mercancías en la calle. De hecho, la policía es la presencia más sofisticada del Estado en todo tiempo y en todo lugar en la sociedad. El sistema de salud público, el sistema de educación pública, o el sistema de desarrollo social, no tienen la presencia que tiene la policía: capilar, enrevesada, permanente. Sin embargo, en Rosario, por cambios que tienen que ver con procesos políticos, institucionales, reformas judiciales; la policía fue perdiendo importancia en el control de la socialidad. Fue perdiendo capacidad operativa, se fue subsumiendo a una policía de vagos, una policía que trabaja poco, la mayoría con carpetas médicas, muy poco interesados en desempeñar bien su trabajo, un paulatino deterioro de la capacidad de dirección superior de los mandos altos. Aunque ocurrió en otras policías en la Argentina que han atravesado procesos de deterioro institucional muy importantes, pero no han perdido el control de la calle. La policía bonaerense sigue teniendo algún control, cuando se pierde ese control hay capacidad para restituirlo. Hay muchos ejemplos que puedo dar de esto que estoy señalando. En Rosario no. En Rosario, vale decir, el mundo criminal ya no obtuvo más regulación estatal, ya no necesitó contar con permiso del Estado. Al contrario, en el juicio contra Los Monos del 2018 y, en el juicio contra el clan Alvarado del 2022, se comprobó que los componentes policiales de las organizaciones estaban subordinados a los líderes criminales. No era al revés. El actor dominante en Rosario son los líderes de las organizaciones criminales, y tienen empleados a la policía. Es un fenómeno que no se ve en otros lugares. En general, la policía que regula el crimen y que regula el narcotráfico genera dos situaciones: es el actor predominante, establece permisos y prohibiciones, construye un conjunto de reglas y las impone a los actores criminales. Claramente, aquellos que violan esa norma son encarcelados y enjuiciados legalmente o son muertos dentro del marco de lo que es el Estado ilegal. Pero siempre la policía es el actor dominante, y además establece las reglas del juego. Por ejemplo, uno de los principios rectores de la estructuración de un mercado criminal sin problemas y sin llamado de atención público es: la no violencia. Garantizar que, de alguna manera, no haya cuestiones que generen problemas de tapa de diario y, por ende, problemas políticos. En Rosario, este actor dejó de ser predominante como lo era en la década del noventa, y el mundo criminal se comienza a desarrollar con un grado de autonomía enorme frente a esto. También se da un segundo fenómeno que es la fragmentación criminal. En todos los barrios hay una, dos banditas en general enfrentadas entre sí, que responden a una franquicia o a la otra pero que son satélites, no son estructuras jerárquicas. Responden a Alvarado, responden a Los Monos, responden a Granthon, responden a las grandes terminales que los proveen de cocaína pero tienen un grado de autonomía tremendo y disputan el mercado de la droga a los tiros contra los contrincantes, en general, del mismo territorio, del mismo barrio. Ese nivel de fragmentación criminal, la ruptura de la regulación estatal ilegal por parte de la policía explica la violencia en el mercado rosarino. Pero además, hay un elemento que es importante que fue poco observado por los analistas, y es el hecho de que la mayoría están todos detenidos, están todos presos con condenas tremendas: Alvarado, perpetua; Los Monos, con condenas casi perpetuas. Con lo cual están detenidos, y la mayoría de ellos en cárceles federales, pero siguieron manejando las organizaciones desde ahí. Entonces, acá hay un fenómeno muy particular, los barrios en donde se lleva adelante el mercadeo de droga son grupos locales muy pequeños y acotados extremadamente violentos, pero que no tienen capacidad para gerenciar de una manera más empresarial el negocio. El capital social y el valor agregado que tienen es la violencia. Se imponen a través de la muerte del adversario. Ahora, la verdad es que ninguno gana. No hay experiencia de que un grupo terminó a través de la violencia ganando sobre el otro. Entonces entran en una cadena de asesinatos y venganzas, hechos encadenados, que no termina más pero además ninguno termina imponiéndose sobre el otro. No tienen la capacidad para negociar y decir “bueno, nos dividimos esto porque si no nos seguimos matando pero además no controlamos el paquete entero”. Eso no existe.

Ahora, los jefes que están en la cárcel tampoco quieren que eso ocurra. Por eso no apadrinan, no convalidan liderazgos narcos en los barrios con capacidad gerencial: quieren tirar tiros. Porque de esa manera garantizan que siga habiendo –aunque más limitadamente— el negocio de la droga pero, además, un flujo de dinero hacia ellos. Porque si vos tenés un referente narco en un barrio que consigue la droga en la frontera, maneja a los tira tiros, tiene el mercado y el sistema de distribución y comercialización de droga, ¿para qué se va a reportar al jefe que está en la cárcel? Se rompió la franquicia. Se autonomizó, digamos, el jugador local. Por lo cual, hay cuentapropismo en el mundo criminal pero también hay cuentapropismo en la policía. La policía negocia con estos grupos barrio por barrio, es una policía fragmentada también. No solamente que no controla la calle sino que la institución esta completamente fragmentada. Es una institución de cuentapropistas, cada uno por su lado. Bien a lo santafecino, así es el Estado santafecino, así funciona la sociedad santafecina: decide las cosas, no se hacen bien, se termina todo mal, no hay profesionalismo en nada. Excepto en el mundo productivo y en algunos servicios. Pero dentro de lo que es la lógica del Estado, es un Estado que trabaja poco, cansino, ineficiente, no digitalizado. El Estado santafecino por medio general trabaja entre tres y cuatro horas por día, y no todos los días de la semana. La policía no es diferente, fundamentalmente en el interior de las grandes ciudades. Con lo cual, la fragmentación del Estado, la ruptura de la regulación del Estado de todo eso que establecería las reglas del juego, la fragmentación criminal, te lleva a un contexto de violencia que no ocurre en ningún otro lado. No ocurre en San Martín, no ocurre en Lomas de Zamora, no ocurre en la 1-11-14, no ocurre en la 30-31, y son mercados de una envergadura semejante a la de Rosario.

Prestigio y delívery

Saín: -Además, el grueso del mercado más rentable de droga son los estratos medios y altos, que no habitan en la periferia, y que el sistema de red de búnkers ha sido funcional desde el comienzo, y sigue existiendo todavía.¿Por qué? Por la particularidad geográfica de los barrios donde se lleva a cabo esta comercialización, y es que están adentro de la ciudad. Son los viejos barrios obreros, barrios municipales, barrios de trabajadores que a partir de que la mitad de la ciudad está desocupada, se convirtieron en barrios populares muy precarios, y ahí es donde se instalaron estos grupos que comercializan y que encuentran en el negocio de la droga una economía de sustitución. Y, para muchos chicos además, es una suerte de instancia de identidad de pertenencia, de prestigio social, inclusive, en el uso de la violencia. Por eso, muchos hechos de violencia perpetrados por estos chicos son grabados en sus teléfonos, son filmados y permanecen en ellos porque se muestran, y en las investigaciones aparece todo esto a partir, justamente, de eso. No se borra para evitar tener una prueba en su contra, sino que es un instrumento de prestigio que lo circulan. Entonces, ese fenómeno que se da muy particularmente en Rosario explica en gran medida el nivel de violencia. Pero lo que se inauguró en los últimos tiempos es todo el sistema de delivery. Por eso, gran parte de la guerra narco de grupos menores también se llevó adelante a través de todo el sistema de delivery de comida, pero también de taxis, que es donde se monta en general la distribución de cocaína ya en las áreas no narco, sino donde residen los estratos de consumo más importantes, de alta gama.

Lo que pasa es que la clase política rosarina y la clase política santafecina tienen un nivel de hipocresía fenomenal, porque tienen una destreza hasta ahora extremadamente eficiente de mostrarle al mundo, mostrarse a sí mismos y a su propia sociedad que el problema del narcotráfico es un problema de los barrios narcos y de las barriadas populares. Cuando en realidad las dos caras más importantes del negocio narco no tienen que ver con el mundo plebeyo. Los consumidores no están en el mundo plebeyo. Hay consumos en los sectores populares, pero son consumos marginales. El mercado está traccionado, está determinado, está sostenido por la clase media y alta. Eso se vislumbra poco, la hipocresía de los sectores dominantes ha construido un relato…

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Lazos: financieras y política

O sea la política tiene una connivencia…

-Tiene una connivencia cultural, el ocultamiento de la participación del Estado en todo esto. Esa es una primera destreza cultural de los sectores dominantes pero el otro gran problema de esta lectura, la otra gran dimensión que no quieren mostrar es que esa enorme cantidad de dinero que se genera en el comercio de drogas sostenido en los barrios populares no terminan ahí, porque siguen siendo barrios miserables. Todo ese dinero va a las grandes financieras rosarinas, que lo mezclan con el resto de la plata y les enseñaron a estos grupos a desarrollar inversiones en restoranes, en hoteles, en emprendimientos inmobiliarios, en algunos servicios especiales. Inclusive muchas veces los sectores criminales rústicos, plebeyos, que generan este dinero, a veces no tienen tanto control de las operaciones económicas de ocultamiento del dinero de ellos. Entonces se producen desajustes que, ¿cómo se terminan resolviendo? A los tiros. A los tiros en una financiera, a los tiros en un restorán de la zona de Pichincha que es como si fuese Palermo Hollywood. Se termina resolviendo como lo resuelven los pibes, a los tiros, no hay otra forma de resolución. Ahora, ¿por qué la política rosarina no quiere mostrar esta faceta? Porque hay un elemento fundamental que lo ata al narcotráfico con la política. Gran parte de este dinero, gerenciado y apropiado por las grandes financieras, financian la política santafecina, sin mediación por la policía. Si yo te tuviera que decir cómo es el sistema de financiamiento del narco en otros lugares, en otros mercados en Argentina, el que maneja esa parva de guita es la policía. Un pedazo queda en la policía, y otro pedazo sube para la política. Pero la política tiene un vínculo indirecto con esto. Allá esa mediación te la hacen las financieras. Allá en Rosario esta mediación no la hace la policía. La cantidad de dinero del narco que queda en la policía es infinitamente menor a la que va en las financieras.

-Y las financieras le dan a la política

-Bueno, están todas relacionadas con la política porque en realidad las financieras son núcleos de negocios de sectores empresariales, que son los sectores dominantes que tienen un huevo en cada una de las canastas de la política santafecina, no sólo rosarina. El Frente Cívico y Social del Socialismo, la Unión Cívica Radical ahora que está gobernando, el peronismo socios de todos estos, fundamental el peronismo conservador histórico.

-¿El peronismo del norte de Santa Fe?

-No, de toda la provincia de Santa Fe. Básicamente el bloque de senadores peronistas. De lo más conservador y mafioso que yo he visto de la Argentina. Una mafia no privada, una mafia estatal. Se apropiaron de los poderes públicos y llevan adelante una suerte de extorsión sobre todo aquello que se opone. Y controlan un elemento fundamental para todo esto y para su impunidad que es el Ministerio Público de la Acusación, los fiscales, que nacieron politizados, y nacieron de la distribución de cargos entre el socialismo, el radicalismo, y el peronismo, como socio minoritario. Es un acuerdo. Es un bloque histórico de poder que controla negocios: la carterización de la obra pública, los medios de comunicación, la policía, los fiscales. Ese es el sistema político santafecino.

Pullaro

-¿Qué pensás de Maximiliano Pullaro, el nuevo gobernador?

-Es parte de eso. Por supuesto, es una pieza clave. Él fue el ministro de Seguridad de uno de los gobiernos que más pactó con el mundo criminal a través de la policía, Lifschitz. Además, su ministro de Justicia y Seguridad actual fue el jefe histórico del servicio penitenciario desde hace quince años en Santa Fe, inclusive durante el período de Perotti. Porque ellos tenían como amigo –como íntimo operador dentro del gobierno de Perotti— al subsecretario de Asuntos Penitenciarios Héctor “Pirucho” Acuña, que operaba con el grupo de penitenciarios que le respondían directamente a Cococcioni, que fueron los que manejaron servicios penitenciarios durante la gestión de Pullaro. O sea, que siguieron con el manejo de eso. Por eso, cuando hoy dicen que el peronismo dejó liberadas las cárceles a los presos, en todo caso lo que tienen que decir es “Nosotros los dejamos liberados”, porque los sectores que han manejado durante el Perottismo las cárceles fue el sector de Cococcioni ¿Por qué digo esto? Porque en el organismo de investigaciones, entre el año 2020 y 2021, se llevó adelante una investigación criminal, por pedido fiscal, con escuchas telefónicas, interceptaciones, y seguimiento de esta estructura penitenciaria mafiosa. Y yo soy acusado de espionaje por financiar y apoyar este conjunto de investigaciones. Yo no espiaba, yo investigaba. Ahora cuando me defienda voy a demostrar todo esto.

Acusación a Saín

-Vos tenés un juicio sobre eso

-Yo tengo una acusación concreta:  que era el “jefe de un aparato de espionaje político contra toda esta oposición”. Como ministro, eh, y valiéndome del cargo de ministro “la organización criminal que yo dirigía” estaba conformada por mis subsecretarios y mis directores. O sea: la propia estructura del ministerio. Es porque cumplimos lo que la ley ministerial decía que teníamos que hacer: investigar e ir contra el crimen. Pero lo que pasa es que nosotros hicimos algo que no se había hecho nunca. Nosotros no empezamos y terminamos el problema en la villa, fuimos a las estructuras financieras, fuimos a las estructuras de poder político y fuimos a las estructuras judiciales. Si vos ves las causas más rimbombantes que yo voy a tener que exponer, los detalles de esas causas, vas a ver que se llegó al Senador Traferri que no se lo pudo detener porque tiene fueros decimonónicos que impiden investigar ahí en Santa Fe.

-Ese es el del peronismo, digamos…

-Exactamente. Se llegó a estos sectores de poder por íntima y estrecha relación con el gobernador Pullaro. Se llegó a hechos de corrupción en la policía durante la gestión de Pullaro de la Unidad Regional 1. Multimillonarios, llevados adelante por un jefe de policía rosarino que después fue el jefe de policía de la provincia de Santa Fe durante su gestión. Los policías que formaron parte de la estructura criminal de Alvarado –la más grande del narcotráfico de Santa Fe— eran policías estrechamente vinculados al peronismo y al Senador Traferri, pero que también habían sido protegidos durante toda su carrera por una jueza unos años antes, que se llamaba Alejandra Rodenas, que después fue la vicegobernadora de Perotti. Yo no estoy hablando de que eran narcos, estoy diciendo que tenían estrechas relaciones de protección hacia sectores policiales que después fueron condenados como parte de estas organizaciones criminales y otros eventos criminales, que le apuntaban a grandes jefes policiales de Pullaro, que no fueron investigados por los fiscales porque no quisieron avanzar sobre Pullaro. Como el comisario Corbellini, que el gerente del juego clandestino más grande de la provincia de Santa Fe dijo: “Yo le entregaba plata a él, y era tanto lo que me pedía que una vez le dije que no y me armaron esta causa”.

-¿Pullaro?

-No, Leonardo Peiti, el jefe del juego clandestino dijo: “Yo le entregaba plata al jefe de la Policía de Investigaciones…” –y hombre de confianza de Pullaro cuando Pullaro era ministro— “…y armé toda la red de protección con él, como me pedía mucho le dije que no una vez y me armaron esta causa”. Y los fiscales no lo investigaron a Corbellini, porque sabían que si lo investigaban a Corbellini llegaban a Pullaro. Eso es algo que tendrían que dar cuenta los fiscales de por qué no lo hicieron. Porque había muchos elementos para desarrollar esa línea de investigación.

-¿Cuándo es tu juicio?

-No, hasta ahora no tiene fecha. Me abrieron eso, inventaron todo, montaron una parafernalia en los medios. Hace dos años que eso no avanza para ningún lado, te lo dejan abierto con la daga en la cabeza. Digamos, te van jodiendo en el día a día. Por supuesto a mí no me secuestraron nunca el teléfono. O sea, yo soy el único jefe de una organización criminal para la fiscalía que no le secuestraron el teléfono. Lo primero que vos querés de un jefe criminal tan peligroso es su teléfono, sus comunicaciones. Lo que pasa es que no me quieren secuestrar el teléfono porque ahí se van a encontrar con otras cosas que serían muy problemáticas. Inclusive, algunas conversaciones con ellos. Porque yo era el jefe de la policía judicial. A mí me están investigando mis ex compañeros. No sé si va a haber juicio o no, pero yo voy a mostrar todas estas investigaciones. Si no, las voy a publicar en un libro, porque yo no quiero que mi nombre quede sucio. Entonces, cuando mostremos a dónde conducían esas investigaciones se van a explicar por qué montan este conjunto…

 -¿No será una pelea de bandas y el gobernador tomando partido con alguna de las bandas?

-No. El gobernador es muy improvisado en materia de seguridad pública. Tiene una virtud: es extremadamente atrevido, va para adelante con todo, y no tiene ningún tipo de principio o prurito moral para hacer lo que tenga que hacer con tal de construir poder. Eso lo coloca en un plano más alto que al resto de la dirigencia política santafecina. Para mí es el político más importante de Santa Fe. El nivel de admisión que tiene, la indiferencia a ciertos principios y acciones morales que tiene, para un montón de cosas digamos, lo colocan en ese lugar. Por encima, inclusive, del resto de sus socios y de la oposición peronista. El peronismo, desde que perdió el gobierno con Obeid, se ha convertido en el socio minoritario del socialismo. Lo único que sabe hacer es pedir. Tratan de construir alguna cuota de poder mínima para, dentro del sistema político, cobrarle a quien está gobernando lo que le corresponde por esa cuota de poder. Por ahí, esa cuota de poder no les permite gobernar la provincia, pero sí les permite aprobar leyes o no aprobar leyes, manejar parte del ministerio público, manejar parte de la policía. Entonces no tienen capacidad de gobierno pero tienen capacidad de negociación, de influencia, de extorsión también. Eso es el peronismo, es un peronismo de cartulina, un peronismo sin sangre, un peronismo sin vocación de poder.

-Bastante pobre

-Totalmente pobre y socio de todos los negocios mafiosos del Estado montado por el socialismo. Porque, ¿por qué se asocia el socialismo en el poder (particularmente en la gestión de Bonfatti)? Porque el peronismo había ganado la mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados. Y entonces Bonfatti no podía gobernar sin un acuerdo con el peronismo, ¿y cuál fue el acuerdo que hizo? A espaldas de la principal dirigente peronista provincial, que fue María Eugenia Bielsa, negociaron con un sector de los diputados; dos sectores peronistas de diputados, uno dirigido por Luis Rubeo hijo, y el otro por el Chivo Rossi. Y, el otro acuerdo que hace Bonfatti, fue con los senadores, y a esos les paga con plata. Crea por decreto el Fondo de Fortalecimiento Institucional del Senado, y el año pasado los senadores cobraban 17 millones de pesos de subsidio ¡Mensual! ¡Limpio!

-Subsidios que no se revisan

-Por fuera de los negocios informales. Es impúdico el sistema político santafecino. Es un sistema feudal. De hecho el título de mi libro es El feudo, porque voy a describir todo esto.

-O sea, que el peronismo no tiene dirigentes, más allá de (María Eugenia) Bielsa.

-No, María Eugenia está afuera del esquema del poder. Esto es lo que explica, en gran medida, por qué hay tanta violencia en el mundo criminal. Lo único que le importa a la política es la plata del delito, en síntesis. No le importa nada más. Y le importa la violencia cuando la violencia escala a un nivel que le genera un problema político. Pero después le importa un bledo los muertos, los matadores, los barrios populares. Porque si a los socialistas, a los radicales y a los peronistas les importara la violencia de los barrios populares, no habría barrios populares. Si Santa Fe es la segunda economía nacional (produce el segundo PBI nacional), todo el tiempo están mirando al Estado Federal y dicen “El Estado Federal no me apoya”… ¿Por qué no hacés una reforma impositiva? Caradura. Y le cobrás impuestos como corresponde a la propiedad inmueble rural. De ahí vas a sacar los recursos que no tenés para poder ser Suiza en Argentina. Entonces hay un nivel de hipocresía, es una sociedad tan hipócrita y una política tan hipócrita que esconde este conjunto de elementos, porque son los sectores dominantes que gobiernan esta provincia desde hace una década. Digamos, dividiéndose el poder entre el bloque santafecino histórico y el bloque rosarino que por primera vez gobernó la provincia con el socialismo en el año 2007.

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Relación Santa Fe – Nación

-Y como dirían los cubanos: “Y en eso llegó Patricia (Bullrich)”

-Fijate lo que hizo ahora. Gran parte de los 450 efectivos (que estaban en Rosario) los sacaron a la ruta, los mandaron a 100 km. y después los volvieron a entrar a todos. Eso es la política de hoy, es la política de las redes, es la política de la propaganda. Si yo fuera Pullaro me mato, porque claramente eso ¿a qué responde? A que Patricia Bullrich lo hace responsable de todo lo que está pasando.

-Le está tirando todos los muertos encima

-Olvidate. Y toda la fantochada de Pullaro, mostrando lo que hacía en las cárceles, sin tener control de las organizaciones y con las organizaciones vivitas en las calles. Pullaro  hizo las cárceles provinciales. Patricia, cuando endureció las condiciones de encarcelamiento (estando en el Ministerio de Seguridad) en las cárceles federales, no dijo absolutamente nada. Ahora, en el mes de enero, no dijo nada. No, esto fue Pullaro ¿Y por qué lo hace? Porque necesitaba mostrar activismo, y necesitaba construir la tesis de que todos los crímenes que él no pudo parar, que dijo: “Nosotros los vamos a resolver fácil” durante cuatro años, llegaron y no los pararon. Ni los homicidios, ni las balaceras, ni las extorsiones, no pararon absolutamente nada. Tenía que mostrar que en realidad todo eso era contra él. Es una cosa perversa lo de Pullaro. Es una cosa absolutamente infundada. Todos los crímenes que se cometieron durante el gobierno peronista era responsabilidad del gobierno peronista, todos los crímenes que se cometen durante su administración son contra él. ¿Por qué unos crímenes son responsabilidad del gobierno y los otros son, al contrario, contra él? Todo eso es una construcción mediática. Todo eso es el chamullo y el verso de Pullaro frente a la sociedad, para mostrar un activismo que la gente sabe que no existe. Porque la gente padece la inseguridad todos los días en Rosario desde hace años.

-Y el tema de los 450 efectivos…

-¿Sabés lo que son 450 efectivos policiales federales? Dos gotas en el desierto. No existe. Es una gran mentira. Y todo el relato de la posibilidad de que las Fuerzas Armadas intervengan en todo esto es otra gran puesta en escena, no solamente inviable, técnica y políticamente; sino que además, para poder generarla, tenés que producir un conjunto de reformas institucionales.

-Hay una ley que impide llevar adelante el uso de las Fuerzas Armadas

-La jefatura de las Fuerzas Armadas le dijeron claramente al Ministro Petri “Nosotros no vamos a participar en ninguna tarea policial porque la ley lo prohíbe”. O sea, los que le avisaron al gobierno lo que dice la ley, y que no iban a desobedecerla fueron las jefaturas militares, no la política. Primer elemento. Segundo elemento: le dijeron “Ok sólo podríamos participar brindando apoyo logístico, previa declaración y pedido del Comité de Crisis del Consejo de Seguridad Interior”. Tuvieron que juntar al Consejo de Seguridad Interior, al Comité de Crisis y entonces, ahí recién, hacer un pedido formal. Lo hicieron rápidamente, en dos días, poco serio. Eso significa: “Les llevamos agua, les llevamos nafta, les llevamos curita. Si quieren les construimos un puente pero nosotros no intervenimos en nada, ¿de acuerdo?”. Artículo 27 de la Ley 24.059, Ley de Seguridad Interior promulgada a principios del año 1992, como complementaria de la de Defensa Nacional.

-Que fue un gran acuerdo de todos los partidos políticos

-De todos los partidos políticos. Entonces, eso es primero. El segundo elemento que le dijeron es “Ahora, el apoyo logístico que nosotros podríamos brindar, ¿quién lo va a pagar? Porque nosotros no vamos a sacar dinero de lo que son las actividades regulares nuestras, porque además no tenemos mucho”. Las dos cosas fueron planteadas por las Fuerzas Armadas. Por eso, yo creo que ni siquiera se va a concretar el apoyo logístico. Aparte, ¿apoyo logístico para qué si no hay una estrategia común? ¿Qué vas a hacer? ¿Ocupar los barrios? ¿Vas a ocupar los barrios cuánto tiempo? Vos ocupás los barrios, y yo salgo a distribuir pizzas y me llevo un kilo de cocaína para distribuir al centro. ¿Vos te creés que la ocupación va a detener eso? La ocupación de seguridad, no militar digo.

-Y pueden tener una suerte de un mecanismo coercitivo, ponele, de que ves una ropa de fajina y…

-Los pibes viven ahí, saben eso, conocen todos los lugares. Vos pensá que todo eso se desarrolla adentro de la ciudad. Los barrios narcos están a veinte cuadras del centro. No están en la periferia. No están, ¿me entendés? en Puerta de Hierro allá en la Matanza. Están adentro de la ciudad, es una ciudad pequeña donde todo se desenvuelve ahí adentro. Cuando vos entrás a Rosario tenés el City Center, todo el barrio del costado hacia la derecha, todo ese es el barrio de la monada. Pero al lado tenés el barrio Municipal y toda La Tablada, que era el viejo barrio Matarife, de la industria frigorífica cerca del puerto. Todavía sigue, está Paladini. Todos esos barrios que quedaron absolutamente desahuciados después de la desindustrialización, todos esos barrios responden a Alvarado. En todos esos barrios hacés veinte cuadras con el auto y estás en el monumento a la bandera. Es más, vos cuando entrás por la circunvalación sur pasás por todos esos barrios. Para que entiendas que el fenómeno tiene un nivel de proximidad tan grande, son todos barrios a donde llegan los colectivos, no son barrios insularizados.

Propuestas de planes de seguridad

-¿Qué pensás de lo que había propuesto Massa, durante la campaña, con la idea de armar algo así como un FBI, o delitos complejos, ahí en Rosario?

-Este es un país de desmemoriados y de asesinos de la historia. La primera gran propuesta en esa materia la presentó en abril de 2004 el presidente Néstor Kirchner, con su ministro de Seguridad y Justicia, Gustavo Béliz. Como consecuencia, después de la crisis que hubo con la policía federal sale eyectado Béliz y se traslada toda la Secretaría de Seguridad Interior con las Fuerzas Federales hacia el Ministerio del Interior y asume Aníbal Fernández el mando de las fuerzas. Pero allí se elaboró un plan muy detallado de reforma de la Policía Federal y de creación de una Agencia Federal de Control del Crimen Organizado. Nosotros le habíamos puesto “Seguridad Compleja”. Te digo “nosotros” porque yo colaboré en la elaboración de ese proyecto con Gustavo Béliz. Yo, en ese momento dirigía la unidad de Información Financiera, y el presidente Kirchner me había pedido que colaborara con Gustavo Béliz porque a mí me consultaban sobre Provincia de Buenos Aires, y yo quedé ahí muy vinculado a ellos, es más Néstor me quería dentro del gobierno. Pero había un problema, todavía estaba la alianza fuerte con Duhalde y yo venía de enfrentarme con Duhalde en la Provincia de Buenos Aires el año anterior. Él estaba esperando el momento y el lugar para colocarme a mí adentro del gobierno.

-Porque también la Corte Suprema, sobretodo Lorenzetti dijo que la Corte iba a impulsar…

-Sí, dijeron. No sé, tengo que ver bien el proyecto. Pero va a modificar algunas agencias. Vos tenés que reconvertir la Policía Federal. La Policía Federal hoy es un cocoliche, no es nada. No es ni una agencia de investigación federal, ni una agencia de protección institucional, ni una agencia de seguridad preventiva, no es nada.

-Hoy, Bullrich la usa como un grupo de choque

-Nada, no existe, no tiene ni identidad, no sabe cuáles son sus funciones. Porque una vez que perdió lo que era el control del sistema comisarial de la Ciudad de Buenos Aires… El corazón de la Policía Federal históricamente desde su fundación fue la seguridad preventiva en la Ciudad de Buenos Aires. Punto. Una vez que le sacaron eso le sacaron el corazón de la institución. Lo que quedó fue un pedacito de algunos investigadores, otro pedacito haciendo custodia, y un montón de oficinas en el interior que es una bolsa de trabajo, no hacen nada. Veinticuatro mil personas tiene la Federal. Cuatro mil, cinco mil haciendo investigaciones. Otro cuatro mil, cinco mil haciendo protección judicial y el resto una bolsa de trabajo. Eso lo tenés que reconvertir a Agencia Federal. Pero, a ver, no descubrió la pólvora Sergio Massa. Aparte lo querían implementar solamente en Rosario. Son reformas necesarias pero que llevan tiempo y un plan institucional, y un nivel de inversión que yo no sé si la Argentina está dispuesta. De lo que tenemos que salir de acá es de…

-Del cortoplacismo

-¡Claro! Cada vez que hay una crisis inventan una institución nueva. Yo la padecí esa:  Southern Winds. Me llaman, se crea la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Néstor (Kirchner) me dio todo el apoyo político, pero plata poca. O sea, vos tenés que remar en dulce de leche porque no es un proyecto consistente desde ese punto de vista. Lo mismo los socialistas, “Queremos que vengas a manejar todo el tema de la policía judicial”. Gané el concurso, fui, y nosotros en donde investigábamos a Alvarado era un tinglado, un entrepiso con piso de machimbre donde no podíamos apoyar las cosas en el medio porque se hundía el piso. Entonces investigábamos la organización criminal más rica de Rosario, más poderosa de Rosario y más gatillera de Rosario en un entrepiso donde no tenía ventanas, entonces todas las oficinas eran abiertas, con lo cual no podías tener una sola reunión reservada. A mí me criticaban porque para las reuniones más reservadas yo, con fondo reservado, alquilaba un departamento, para operar fuera del lugar. Pero gran parte de las reuniones con los fiscales se hacían en mi departamentito de dos ambientes. Y decían “se investigaba desde el departamento de Saín”, si no podíamos reunirnos en el propio organismo de investigación. Eso te pinta de cuerpo entero lo que es Santa Fe.

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Narco y sistemas de seguridad en el mundo

-La droga y el mundo criminal avanzan y avanzan en el mundo, no sólo acá.

-¿Por qué no vamos a ver cómo hicieron los países centrales, que tienen problemas de verdad con esto? Porque Inglaterra no tiene un problema menor respecto de Rosario. En Rosario tenés la violencia, pero el crimen organizado que opera en Londres, que opera en Barcelona, que opera en Ámsterdam no es joda. Entonces, ¿qué hicieron esos países? Primero: estructuras de investigación criminal híper sofisticadas. Una estructura de inteligencia, operativas y de tecnología de alta gama. Y el segundo paso fundamental que dieron –y eso lo están actualizando todo el tiempo— es que se unieron todos, en el marco de la asociación europea de policía que se llama Europol. Y ahí se armó una central europea donde se intercambia información, está todo nomenclado, como si fuese una policía europea conformada por las distintas instituciones de investigación criminal.

-Con un grado de profesionalismo alto

-¡Enorme! Yo diría que Europol ya es una estructura propia. De hecho, los delegados de las policías nacionales de Europol son los mejores jefes de policía, y es considerado en cada una de sus instituciones como un premio. No como una detracción que te sacamos de encima, sino como un premio. Los policías que van a Europol son los mejores policías de cada uno de sus países. Veamos estas experiencias, no seamos tan burros, tan cabezas, tan grasas.

-¿Massa trae siempre de Nueva York a Giuliani?

-Giuliani, un vivo. Ahora,vamos a Inglaterra, digámosle a la Embajada Norteamericana “Mirá, necesitamos conocer la National Crime Agency” que es la última Agencia Criminal Nacional, “A ver, cuéntenos cómo investigan, la relación con los fiscales, quién financia, cómo financian esto”. Allá las estructuras de investigación europeas de crimen organizado tienen tres grandes componentes. Tienen una estructura de inteligencia tremenda, todo nomenclado. Tienen una estructura de investigadores: investigadores dentro del gabinete e investigadores de campo. Gran parte de la investigación se hace adentro de las oficinas, ¿por qué? Porque una terminal de computadora tiene acceso a toda la información estatal, internacional, de flujo de personas, aduanera, fiscal y queda reglamentado –algunas tienen autorización Judicial— y todo queda registrado. Hay que tener ese acceso, no como acá a lo indio, con señales de humo. Y el tercer gran componente: tienen unidades de asalto táctico propias. Entonces cuando el área de inteligencia, el área de detectives tiene que producir procedimientos complicados —detenciones, secuestros, operaciones de seguimiento altamente riesgosas— no tiene que pedirle a otra policía prestado el personal. Ese es el modelo que nosotros tenemos que elaborar.

-¿Y qué organización de este tipo ves en Latinoamérica?

-Ninguna. Yo miro a Inglaterra, miro Holanda, miro Francia. Si tengo que mirar algo miro Cuba, técnicamente hablando, no ideológicamente hablando. Si yo quiero investigar, quiero tener un buen servicio de inteligencia, miro Cuba. Porque son los tipos que protegieron a un tipo al que la principal potencia mundial quiso matar durante cuarenta años –viviendo a 300 km. de su frontera—, y nunca lo pudieron lograr.

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Narco en Latinoamérica

-Y el desembarco de los EEUU acá en la Hidrovía, ¿es parte del control de la droga?

-¡Ya estaba! A ver, el interés que tienen las agencias norteamericanas de seguridad es conocer el tráfico internacional a través de la Hidrovía. Más allá de todos los intereses que puedan tener económico-sociales. Ese interés no es nuevo. Ese interés ya lo tienen desde hace veinte años, desde el momento en que la Argentina dejó de ser un país relevante para el tráfico de drogas para Estados Unidos ¿De acuerdo? Prioridad número uno para Estados Unidos en materia de control de droga es Mexico, porque casi 100% de la cocaína que entra a Estados Unidos entra por los grupos criminales mexicanos. Segunda área relevante de incidencia es el triángulo norte de Centroamérica y Colombia. Y después, tercer área de incidencia más importante, el resto de los países andinos, fundamentalmente los dos grandes productores: en el Alto Huallaga Perú, y Bolivia. El resto de los países sólo importamos en la medida que somos corredores. Estamos en un cuarto escalón de importancia. Y el principal corredor de salida que manejan los colombianos –hacia Europa porque hacia Estados Unidos ya perdieron la colocación del producto en mano de los mexicanos hace veinte años—, lo hacen a través fundamentalmente de Bolivia, Matto Grosso do Sul y Río de Janeiro, o San Pablo. Se llama Ruta Caipira. Hay un libro que explica en detalle todo eso. Pero esto lo dice el informe último de Naciones Unidas. Argentina y la bajada acá que va por Hidrovía o por Córdoba, por ruta, por avioneta es, en el concierto internacional, irrelevante. Ahora, ellos quieren saber cómo viene la bocha, entonces siempre están infiltrando. La DEA en Argentina no tiene muchos agentes, justamente porque no es relevante, no tienen la dotación de agentes que tienen en Colombia, que tienen en México, en Honduras, en el Salvador. Tienen muy poco, una dotación de informantes adentro de las policías federales argentinas. Van controlando todo por ahí. A esos jefes policiales les van dando presupuesto, les van dando información, los van ayudando a hacer su carrera dentro de sus organizaciones y son de ellos. Los invitan a un cursito a Estados Unidos, los pasean por Estados Unidos. Pero el interés de ellos es el conocimiento de cómo se desencadena y se desenvuelve todo esto. Cuando lo necesitan usar políticamente lo usan.

Por ejemplo, sí hubo alerta para Estados Unidos con el caso de la efedrina, porque de vuelta Argentina se había convertido en proveedor de materia prima para la producción de drogas de diseño que se colocaban desde México en Estados Unidos. Entonces ahí toda la alerta. Ahora, toda la desarticulación de la organización de provisión de efedrina de los carteles mexicanos acá, después se utilizó políticamente para hacer mierda a Aníbal Fernández y al peronismo y a colaborar con el triunfo de Cambiemos. Pero la operación no se montó para Macri. La operación se montó por un problema de seguridad de ellos. Después viene el uso político, porque ellos sabían muy bien que la morsa no era Aníbal Fernández. Si la morsa laburaba para ellos, era Julio Pose. Entonces, ¿cómo nos tenemos que parar nosotros frente a esto? Teniendo claro cuáles son nuestras prioridades. Y entonces vos te sentás con cualquiera, vienen los franceses, vienen los rumanos, vienen los norteamericanos y vos decís “nuestras prioridades son estas”. Aparte está escrito en una estrategia nacional de control de narcotráfico. Es público. Así se tiene que hacer. Puede tener capítulos reservados porque tiene que ver con la operación, pero si yo tengo una agencia de control de seguridad compleja, de criminalidad compleja, tengo una agencia de investigación en ese sentido y tengo una estrategia nacional… Inclusive podría ser claramente debatida en el Congreso. De hecho yo en Santa Fe operé con la DEA, pero a mí la DEA no me bajaba línea. Así de simple. Porque mi prioridad es ese punto.

Foto de portada, retrato de Marcelo Saín, por Alejandro Cruz (trabajador de Agencia Télam)

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