En la edición del excelente suplemento económico de Página/12 del 22/10//06, Alfredo Zaiat, quien no suele ser condescendiente con la política oficial, celebró el hecho de que el INDEC haya comenzado a incluir en sus múltiples mediciones lo que será un seguimiento sistemático de lo que se llama Cuenta de Generación del Ingreso, una herramienta que afina los modos de discutir el problema de la distribución y que había sido abandonada -oh casualidad- en 1976.
Lo interesante del estudio, además de ser más “sutil” que la discusión en base a deciles, es que permite una mirada más optimista o al menos complementaria acerca del impacto de la política económica de los años de Kirchner.
Según la primera y flamante medición, los asalariados en 2005 se quedaron con el 38,6% de la torta a repartir, contra un 47,3% del capital. Ese 38,6% implica una mejora de cuatro puntos a partir del 2002.
Durante la presidencia de Eduardo Duhalde la participación de los trabajadores había bajado del 42,1% al 34,3%, mientras que en el período 1950-1973 el promedio fue del 44%.
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– Ver Para salir del infierno