La Nelly

Rubén Mira acaso sea el escritor de ficción más leído en el país: junto al dibujante Sergio Lánger da vida a La Nelly en la contratapa de Clarín, con la que realizan una intervención cotidiana en la tragicomedia argentina. A diferencia del común de las historietas masivas, de esta personaje “no univalente, lleno de contradicciones y por lo tanto frágil” no brota, dice Mira, una “bajada del sentido común de la clase media. Porque pareciera que en argentina la tradición de historieta humorística la hegemonizó Mafalda. Y si bien me encanta Mafalda, creo por un lado que hay una gran tradición satírica, Sábat, Landrú, Tato Bores, con la que La Nelly tiene mucho que ver, y por otro que es necesaria una actualización de los valores. No queremos que el humor actual trabaje sobre el repliegue del progresismo. Somos concientes de que el humor puede estar más adelante en cuanto a riesgo político que la línea editorial”.

—¿Está también más adelantado respecto del uso del lenguaje?

—El progresismo está atrasado respecto de los sectores populares, y la cultura hablada está mucho más adelantada que la cultura letrada. Buscamos salvar a Nelly de la disociación entre el progresismo y la gente que el progresismo dice representar. Todos somos cajas de resonancia de lo que pasa a nuestro alrededor; de ahí queremos nutrir la tira.

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