La fusión PAE-Axion: razones y sinrazones

Claves de la alianza que derivó en la mayor petrolera privada del país: los riesgos para YPF, el factor Malvinas y el objetivo patagónico que roza la causa Mapuche.
1. Introducción: de PAE a PAEG

En el mes de septiembre, la asociación chino-británica comunicó que el grupo argentino que los acompaña decidió hacer una fusión entre Pan American Energy y Axion Energy (ex Esso en Argentina). Proseguía así el proceso de integración vertical comenzado con la aparición de British Petroleum en Cerro Dragón, aunque ahora con una nueva alteración societaria y también en la gestión de la empresa.

 

Pocos comentarios se pudieron leer sobre las razones de tal fusión, aunque un diario de Buenos Aires y una página por internet asumieron la correcta interpretación de los objetivos buscados: pasar a ser una petrolera integrada y convertirse en la segunda petrolera que opera principalmente en el país (algunas de las multinacionales extranjeras que están en todo el mundo y en nuestro país, también son verticalmente integradas), y relacionar las actividades del segundo mayor yacimiento argentino (Cerro Dragón) con la reciente y aún moderada explotación en Vaca Muerta, la extracción de gas natural en Acambuco, en Salta, y las probables exploraciones petroleras en las Islas Malvinas.

 

Tal como menciona Wikipedia, corresponden al sector petrolero las integraciones verticales más frecuentes: “El ejemplo clásico de la integración vertical es el de las empresas petroleras: una misma empresa puede reunir bajo su control tareas tan disímiles como la exploración, la perforación, producción, transporte, refinación, comercialización, distribución comercial y venta al detalle de los productos que procesa”.

 

2. Breve historia de la concesión de Cerro Dragón

Cerro Dragón, al sur de la provincia del Chubut y al norte de Santa Cruz, es el primer yacimiento de petróleo y gas de nuestro país en la cuenca petrolífera San Jorge.

 

Descubierto en 1957, con una inversión en gastos de exploración a cargo de YPF durante el gobierno de Arturo Frondizi, en 1958 fue entregado sin licitación. Con la anulación de los contratos por parte de Arturo Illia, este yacimiento no se tocó: tan sólo se impidió al concesionario realizar nuevas inversiones de explotación. No quedó relacionado con la anulación de los célebres 27 contratos petroleros de Frondizi, desde permisos de exploración y concesiones de explotación hasta adquisición de equipamiento petrolero.

 

La entrega fue a la firma norteamericana American Oil Company –AMOCO–, fue fusionada por adquisición por la británica British Petroleum (hoy BP). La nueva firma tuvo la guía local de una familia de origen y prácticas muy parecidas a la de los Macri. Se trata de la familia Bulgheroni, propietaria de Bridas, aunque no tenemos registro de que, como los Macri, haya obtenido su primera vivienda gracias a la Fundación María Eva Duarte de Perón.

 

Pero los Bulgheroni terminaron recibiendo, sin licitación, el mayor regalo posible. Una gran pepita de oro: el mayor yacimiento del país (si bien algunos consideran que, por agotamiento, hoy sería el segundo).

 

Siguieron los acomodamientos accionarios y nominaciones petroleras hasta llegar hoy a la Pan American Energy Group (PAEG), con la añadido de una G a la denominación anterior. La primera concesión fue otorgada a una hija de la Standard Oil (luego Esso, más tarde Exxon y hoy Exxon Mobil), la American Oil Company (AMOCO), es decir, a una petrolera estadounidense, no británica. La firma norteamericana fue comprada por la BP, como se ha dicho antes y puede verse en el listado en el que transcribimos las principales fusiones petroleras de los años 1990 a 2017, mientras continuaba con el bastón el grupo Bulgheroni, especialista en “tratamiento con el sector público”.

 

Crearon PAE, con Bulgheroni introduciendo a la petrolera China National Offshore Oil Corporation Ltd. (CNOOC), con la cual constituyeron una asociación con la petrolera británica de una concesión permanente, donde los sectores del Reino Unido terminaron retomando el poder petrolero de la Patagonia argentina, justo enfrente de nuestras avasalladas Malvinas, donde las compañías británicas están robusteciendo la explotación del petróleo crudo argentino, aquí sin necesidad de licitación ni de concesión nacional argentinas.

«Quizás entre los hechos petroleros más importantes de los últimos años estén las fusiones y adquisiciones de empresas petroleras en el mundo (M&A por su sigla anglosajona)»

La asociación anglo-china mantiene la concesión en el 2007 hasta el año 2027 pero con el derecho de llevarla hasta el 2047. Eso vuelve singular a esta concesión que, sin licitación alguna, tendrá 92 años.

 

En la última y tan corrupta como curiosa prórroga de la concesión por 40 años más en el año 2007, el concesionario era PAE y el concedente también había sido alterado. Ya no era la Nación sino las dos provincias gobernadas por los señores Mario das Neves, del PJ chubutense, y Daniel Peralta, candidato a senador de Proyecto Sur en Santa Cruz. Los petroleros eran distintos o los mismos con distintos nombres, pero con las mismas prácticas de comprar funcionarios. En la última prórroga la corrupción fue tan evidente que el presidente de la banca de diputados de la Provincia del Chubut de Cambiemos, el extraño diputado radical Eduardo Conde se animó a denunciar en la fiscalía judicial de Guillermo Marijuan: “Hubieron 40 palos verdes. Das Neves se llevó 27 y el resto se repartió. Cobró Yahuar, cobré yo y cobraron los diputados”, dijo, repitiendo la confesión que ya había hecho en la provincia. Según Conde, la confesión original la hizo Néstor Di Pierro, el ex intendente de Comodoro Rivadavia. Recibir un millón de dólares por año de corrupta concesión muestra el desatino con que venden lo que no es propio sino de todos.

 

Los concedentes son las dos provincias que concesionaron, pero el actual presidente de la Comisión de Energía de la Cámara Nacional de Diputados, siendo ministro nacional, metió la pata y firmó en los trámites iniciales del otorgamiento de la prórroga, como denunció Hipólito Solari Yrigoyen. Por otra parte, como Cerro Dragón está asentada en un 90% en Chubut, pensamos que los diputados y miembros del poder ejecutivo provincial santacruceños no habrán recibido un millón de dólares por los 40 años de prórroga, sino mucho menos. Las casualidades corruptivas no terminan: Skanska era la empresa de servicios que PAE contrataba. Y lo dramático también: durante el conflicto de 2012 murieron tantas personas como había muerto poco antes en la mina de Río Turbio, también en Santa Cruz.

 

Eran dueños de PAE la británica BP con el 60% accionario y el consorcio CNOOC/Bridas Corporation con el 40% restante, dividido “fifty and fitty”. En la segunda semana de septiembre de 2017 comunicaron la nueva relación accionaria: los del Reino Unido con el 50% y el otro 50% por partes iguales la petrolera china y la local Bulgheroni, con la introducción a la “nueva” PAEG de la ex Esso, Axion Energy que fuera adquirida por el grupo de la familia Bulgheroni, tomando su fase industrial (refinería de San Nicolás) y comercial (alrededor de 500 estaciones de servicios Esso y Axion). El acuerdo se firmó el 2 de septiembre en Londres, ciudad donde chinos y rusos asientan muchas de sus relaciones económicas con Estados Unidos y Europa. La fusión fue bien recibida por el gobernador Das Neves y por el Ministerio de Energía y Minería nacional. Mientras BP es una de las cinco mayores petroleras del mundo con 18 mil estaciones de servicio y 6 mil refinerías, Axion tiene una refinería en Campana y alrededor de 563 estaciones de servicios en el país, que sumadas las que tiene en Paraguay y Uruguay llegan a 751.

 

¡Bingo completo! PAEG variaba su composición accionaria (utilidades) y dejaba la gestión empresaria al especialista local en el tratamiento con las jurisdicciones concedentes: la presidente de la firma y el CEO pertenecen al grupo Bulgheroni. PAE, ahora PAEG, pasaba de petrolera desintegrada a petrolera verticalmente integrada.

 

3. Poder fusional y poder concentracionario

Son varias las causas que llevan a las empresas a fusionarse y concentrarse.

 

Por un lado, para aumentar el poder petrolero: como se adelantó, las petroleras adquieren otras empresas para concentrarse el poder petrolero en un número reducido de empresas. Esta situación surge cuando una empresa integrada verticalmente agrega a otra de la misma naturaleza. Por ejemplo, cuando BP compró AMOCO.

 

También una empresa no integrada pero a cargo de una de las fases del sector petrolero adquiere otra de la misma fase. Por ejemplo, cuando una empresa de exploración y explotación petrolera (actividad minera del petróleo decimos en castellano, upstream lo llaman quienes usan la nominación anglosajona) compra otra de actividad similar, por ejemplo, en el caso argentino de la adquisición de Chañares Herrado por parte de Medanito.

 

Antes del período 1990/2015 también existieron fusiones por adquisición y algunos analistas consideran que la inicial fue en 1983, cuando la Corporación de Petróleo de Kuwait compró la parte europea de la Gulf, con el objeto de hacerse integrada verticalmente.

 

Otra razón es la de pasar de empresa no integrada a una empresa con mayor grado de integración o para alcanzar el grado definitivo de petrolera verticalmente integrada.

 

¿Qué es ser empresa verticalmente integrada?

 

En economía energética y en el derecho de los recursos naturales, se conoce como verticalmente integrada a la empresa que actúa en todas las fases verticales de la industria de la que se trate (puede también, sin alcanzar la integración completa, reunir dos o más fases sin lograr la verticalidad completa). Como definen Adrián Carrara y Sebastián Scheimberg en “Integración vertical en la industria petrolera. Una estrategia de creación de valor”, la integración vertical tiene lugar “cuando las transacciones de insumos de dos etapas consecutivas de producción se efectúan dentro de la misma estructura”. Siguiendo a Martin K. Perry (Vertical integration: Determinants and Effects, 1989), agregan que la integración vertical “puede ser calificada como ‘completa’ o ‘parcial. Si se utiliza la totalidad del producto de una etapa anterior como insumo de una etapa siguiente obtenida como resultado total o parcial de la producción en una etapa anterior, se está frente a un caso de integración vertical completa. En cambio, si sólo parte del producto se utiliza como insumo o únicamente parte de un insumo es obtenido como resultado de una etapa de producción anterior, la integración es sólo parcial”.

 

¿Cuáles son los beneficios de los dos marcos de fusión o adquisición? Resulta claro que las concentraciones logran mayor poder y sirven para imponer una acción monopólica u oligopólica.

 

Al fusionarse o comprarse, desaparece una empresa, aunque pueda seguir funcionando jurídicamente en forma separada (pero económicamente conforman una concentración empresaria nueva). Es obvio que la concentración conlleva mayor poder económico, político, empresarial, etc.

 

¿Pero cuál es el beneficio de ser integralmente vertical? En pocas palabras, ¿qué beneficios le provoca a BP pasar de PAE a PAEG con la unión con Axion Energy?

«Los beneficios de la concentración están emparentados con el beneficio de ser más grande (la integración vertical es una forma de conglomeración), ser más poderoso para establecer excepciones y exenciones impositivas, e imponer subsidios a las empresas»

La empresa verticalmente integrada tiene grandes beneficios frente a la empresa desintegrada. Con PAEG, BP pasa a ser partícipe principal de la segunda empresa integrada en el país. Antes de septiembre de 2017, era integrada solamente la mixta YPF. Ahora podrá ir al otro objetivo: superar a YPF o, en un pensamiento último, adquirirla para pasar a ser la principal empresa argentina.

 

Los beneficios de la integración vertical son:

 

-Tiene mayor capacidad de negociación porque es más potente.

 

-Lo que puede perder en una fase, por ejemplo, en la extracción, puede ganarlo en la producción, sobre todo en los desusados y extraños casos en que la baja en el precio del petróleo crudo no va seguido de la disminución del precio de los combustibles. Decíamos que estamos viviendo desde abril de 2014 la crisis de la caída de precios del petróleo. Una empresa integrada puede enfrentar la caída con mayores alternativas, sobre todo en un país como Argentina en el que, cuando cae el precio del petróleo crudo, aumentan los de los derivados y combustibles (Alemania dispone por cláusula automática la baja o suba de los combustibles en función de la variación de precio del petróleo crudo y gas natural). Esto es lo que puede hacer una empresa integrada; mientras que la desintegrada, ante la caída del insumo que extrae, puede ir a la quiebra, como pasó en Estados Unidos con algunas firmas del down de explotación convencional o de fracking.

 

Los beneficios de la concentración están emparentados con el beneficio de ser más grande (la integración vertical es una forma de conglomeración), ser más poderoso para establecer excepciones y exenciones impositivas, e imponer subsidios a las empresas. También fijar o incidir en la fijación de precios por su posibilidad de tener elevadas tasas de participación en el mercado. Según las variaciones de precios, obtener beneficios de las etapas que le beneficien y elevar el promedio de la tasa de ganancias cuando en algunas de las actividades hay crisis de caída de precios.

 

En esto participa el beneficio de las integraciones verticales. Tan es así que, cuando en abril de 2014 se produjo la primera crisis petrolera mundial de caída de precios, algunas petroleras no integradas como la extractoras (y entre ellas las frackineras) no soportaron la crisis y en Estados Unidos fueron muchas las medianas y pequeñas petroleras que se acogieron a las leyes de quiebras mientras no podían obtener mayores subsidios de los que ya recibían. Otro beneficio que tienen con la anexión del tramo de industrialización (refinerías) es que la integración vertical permite acomodar la oferta de cantidades y los precios de la materia prima extraída de los yacimientos. Carrara y Scheimberg citan a John Godfrey Mc Clean y Robert W. Haig (The growth of integred oil companies, Boston, Harvard Buniness School, 1954): “La integración asegura el flujo óptimo en la refinería. Sin embargo, los contratos de largo plazo deberían conseguir resultados similares”.

 

En Argentina existe la increíble relación de que a la baja del precio del petróleo crudo suben las naftas y los otros derivados o, por lo menos no bajan, con gran resistencia a hacerlo (en otros países, como en Alemania la baja del precio del crudo conlleva automáticamente a la caída de los precios de los combustibles). Dicen Carrara y Steimberg que “suele ocurrir que las compañías de upstream aseguren la colocación de sus productos a través de la adquisición parcial o total de refinerías capaces de procesar el crudo.” A modo de conclusión estos autores encuentran que son varias las razones por las que se benefician las petroleras con la conocida integración vertical.

 

4. Las últimas adquisiciones y fusiones petroleras

Quizás entre los hechos petroleros más importantes de los últimos años estén las fusiones y adquisiciones de empresas petroleras en el mundo (M&A por su sigla anglosajona). En estas situaciones no puede dejar de mencionarse el agotamiento petrolero (hidrocarburos), la iniciación de las nuevas energías, la primera crisis petrolera de baja de precios (abril 2014), la concientización de las consecuencias indeseadas de la era fósil, que se manifiesta con la aparición de la encíclica Laudato Sí (24 mayo 2015), y el contrato casi universalmente consensuado entre 195 países conocido como Acuerdo Climático de París (hoy negado por Estados Unidos y en camino de serlo por Australia). También desde el último decenio del siglo anterior lo fueron, y lo son, las fusiones y compras de empresas petroleras (por otras petroleras), el camino sin largo futuro del fracking, y la acentuación del escandaloso sistema de subsidios al precio del petróleo para beneficiar a las compañías petroleras en el orden mundial y fuertemente en nuestro país, durante el actual gobierno y el anterior.

 

Son muchas las fusiones petroleras en este período 1900/2015, pero a continuación señalamos las más importantes:

 

Adquirente o fusionanteAdquirida o fusionadaNueva compañía petrolera
BPAMOCO y ARCOBP AMOCO, luego BP
PAE (BP/CNOOC/Bridas)Axion (ex Esso Argentina)PAEG
PAEMadalena (90%)PAEG
ExxonMobilExxon Mobil
Exxon MobilXto EnergyExxon Mobil
Phillips PetroleumConoco Phillips y ToscoConoco Phillips
ShellMotiva y EqluilonShell
ShellBG Group (British Gas)Shell
TotalPetrofina y ELFTotal
ChevronTexacoChevron Texaco, luego Chevron
GE Gas&OilBaker HughesBHGE *
RepsolYPFYPF Repsol
YPF/RepsolApache (activos en Argentina)YPF/Repsol
YPFPetrobras Argentina (Puesto Hernández)YPF
PluspetrolAPCO Oil & GasPluspetrol
Cía. General Combustibles (CGC)Petrobras ArgentinaCGC
MedanitoChañares HerradosMedanito
PetrobrasPeCom Energía y ServiciosPetrobras**
PeCom Energía y ServiciosSkanskaPeCom Energía y Servicios
Pampa EnergíaPetrobrasPampa Argentina

 

5. Objetivos geopolíticos de la fusión PAEG: la rebritanización patagónica

La fusión BP/CNOOC/Bridas Corporation coincide en el tiempo con la continuación del acuerdo con el Reino Unido y con otra fase del conflicto mapuche.

 

Así como Cerro Dragón comenzó siendo norteamericano (AMOCO) y terminó británico (British Petroleum en PAE y PAEG), los ingleses desarrollaron, desde las Malvinas, una política estratégica en los mares del sur, ligado a su riqueza ictícola, por el agotamiento del petróleo en el Mar del Norte.

 

No puede llamar mucho la atención que el actual gobierno argentino y la cancillería del Reino Unido desarrollen nuevas políticas en las que el país argentino no gana nada, ya que el tema soberanía de las Islas sigue excluido y se acepta sigilosamente mucho. Algunos importantes acuerdos se han realizado a través de otras formas no convencionales de la práctica entre los países. Sin acuerdos o convenios aprobados por sus respectivos poderes legislativos (luego sí) se iniciaron acuerdos con meros comunicados conjuntos o, como en Itaipú, por intercambio telegráfico.

 

El comunicado conjunto surgió de las reuniones de la ex canciller Susana Malcorra (empleada de la multinacional estadounidense IBM) y el vice canciller británico Alan Duncan, que antes de ser ministro y diputado tory fue funcionario y accionista de Shell y consultor de la petrolera británica Vitol, y durante siete años asociado a su amigo Mark Rich, condenado por haberse enriquecido con el tramposo manejo de los subsidios a la exportación de petróleo de Estados Unidos. Rich fue el fundador de la suiza Glencore, dedicada al comercio exterior de petróleo y de otros recursos naturales. El 13 de septiembre de 2016 el vicecanciller argentino Carlos Foradori y su contraparte británica acordaron derechos de los británicos en las Islas Malvinas propiciando acuerdos en varias materias con el objetivo de remover “obstáculos” en materia petrolera, pesca y navegación. Al año, en septiembre de 2017, y sin estar ya Malcorra a cargo de la cancillería argentina, se ratificó el comunicado de prensa, dando especial prioridad a la explotación petrolera y a las comunicaciones de la Isla con el territorio argentino. BP, a partir de la fusión en la PAEG, podría presentarse, no como una petrolera con hegemonía británica, sino como una petrolera mixta sin mayoría (con el 50%).

 

El petróleo de las Malvinas se ha hecho de necesidad esencial para las empresas británicas, sea la privada BP o la Shell, con una acción de oro de la casa real. Esta importancia crece con el agotamiento de la parte británica del Mar del Norte, y su desarrollo en nuestras islas permite al gobierno inglés tener petróleo en territorio donde ejerce su soberanía.

 

Hace a la estrategia internacional esta fusión, ya que los ingleses y chinos, ávidos de petróleo –los primeros y también los segundos– buscan asociarse o lograr concesiones en cualquier lugar del mundo exigido por el gran desarrollo económico logrado que convierte a China en la primera potencia económica mundial.

«¿Patagonia británica y el Mar argentino de las islas Malvinas también? Eso es lo que se está jugando antes y ahora»

Es curioso el momento de la fusión coincidente cuando en el país se discute y se propicia acordar que firmas petroleras que no han obtenido permiso o concesión extraigan petróleo y gas en el Mar de las Malvinas sin ser sancionadas.

 

Ahora, cuando BP se integra verticalmente y se convierte en la segunda petrolera del país, los intentos de acabar con YPF se acrecientan, como así de imponer en la Patagonia argentina un poder económico mucho más grande que el de las propias provincias.

 

¿Patagonia británica y el Mar argentino de las islas Malvinas también? Eso es lo que se está jugando antes y ahora.

 

El conflicto binacional mapuche no se trata de muchas interpretaciones, como el caso Maldonado. Los que no confían en la culpabilidad de la Gendarmería argentina en la desaparición de este argentino, creen que el conflicto mapuche es parte de la escala británica para despojar al país de su territorio patagónico. Son numerosos los artículos y opiniones que centran el problema mapuche, no en la recuperación de los derechos civiles de este pueblo originario, sino como acto de penetración británica en las Malvinas. Por su parte, quienes creen que se está en presencia de un abuso de la Gendarmería que no respeta siquiera los elementales derechos de la población (el derecho a la vida), consideran posible que entre los responsables de esta persecución que sufren los mapuches estén las multinacionales en Chubut (la italiana Benetton con relaciones británicas) y, en Neuquén, las petroleras que acceden sin derechos a territorios legalmente en manos de poblaciones mapuches.

 

Nos debe hacer reflexionar que ambas interpretaciones de la situación pongan en cuestionamiento la presencia petrolera británica (PAE está iniciando su explotación de gas y también petróleo en Vaca Muerta, lugar donde los conflictos con los habitantes suceden desde varios años antes, como cuando Apache Argentina (compañía estadounidense que luego Y-Tec de YPF compró) perforó el primer pozo fracking. Para ello se utilizan todos los pretextos imaginarios y reales: crear un conflicto con los argentinos mapuches, hacer efectivo el acuerdo “conferencia de prensa” entre los cancilleres argentino y británico de septiembre del año pasado, invertir los ahorros de todos los argentinos en Vaca Muerta pero no el Mar Argentino para asentar la soberanía sobre nuestro mar, y otras cuestiones que irán apareciendo con la concentración e integración de las multinacionales del petróleo en nuestro territorio.

 

El problema petrolero en nuestro sur no ha sido solucionado, como el de la soberanía de las Malvinas. Se han ensayado muchas políticas, desde limitar el poder británico en la Patagonia con la introducción de petroleras de otro origen nacional (el intento de Juan Perón de traer a una hija de la Standard Oil en el suroeste santacruceño terminó con su derrocamiento), el intentar acuerdos después de la guerra de 1981 (los ositos de Di Tella para los residentes ingleses en las islas), y ahora el intento de poner en ejecución el “acuerdo” Duncan/Malcorra no aprobado por las cámaras legislativas.

 

La única salida argentina es mantener la soberanía nacional de las Malvinas y el no otorgamiento de nuestro petróleo a las multinacionales cada vez más ávidas para satisfacer su adicción ilimitada de petróleo y a la renta de todas las actividades del mundo.

 

Artículo dedicado a María Emma Bargagna, Horacio de Carli, Eduardo D’Elía, Roberto Gómez, Francisco Larocca, Roberto Ochandio, Marcelo Olivieri, Juan Pablo Olsson, César Pibernus, Facundo Scattone Moulinks e Ignacio Zavaleta, y a todos los que posibilitaron la prohibición del fracking en Entre Ríos y desagrietaron las militancias soberanistas y ambientalistas energéticas en el país.

 

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