La fuerza de la palabra

El escándalo de la pobreza: Gracias Eduardo, qué compromiso en cada una de tus palabras. La iglesia de los pobres: concepto que me llevó a tener que quemar, como la inquisición, muchos libros en mi juventud y tener que esconder otros que lucen hoy en mi biblioteca como tesoros de ideales, de compromiso; libros hoy que son la base de tu pensamiento comprometido. Soy docente y directora de una escuela donde hay violencia y jóvenes (de clase media que sufrieron los embates de la economía y ya no son media) y muchos que comen con vergüenza la merienda que el Estado les da. Te digo con vergüenza porque es propio del adolescente no mostrar, por lo menos en esta escuela, que tienen hambre. Cuánto me gustaria conectarme por mail con vos, necesito tu fuerza, tener tus palabras en mi boca, tener la fuerza que perdí o me hicieron perder, despues de años de enseñar catecismo en villas… ¿me entendés? No dejé de creer en la lucha de un Jesús liberador, pero sí perdí, y ahí lo valioso de tu artículo, en la crítica a las cúpulas de la iglesia y por ende dejé de ir a la iglesia. Mi cansancio y ver a muchos comprometidos con la iglesia de la liberacion desaparecidos.

Ana Risso

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Recibí nuestras novedades

Puede darse de baja en cualquier momento. Al registrarse, acepta nuestros Términos de servicio y Política de privacidad.

Últimos artículos

Casi nadie creyó que la muerte del juez federal Pablo Seró, tras car de una azotea el pasado jueves, se tratara de un suicidio. ¿Por qué nuestra sociedad tiende a buscar otro tipo de causas frente a estos acontencimientos? Por Américo Schvartzman, desde Concepción del Uruguay.
El “boom” de la construcción porteña arrastra los peores efectos de la especulación inmobiliaria hacia la población más vulnerable de municipios como Hurlingham, Lomas de Zamora, Quilmes, y Vicente López. Por Guillermo Risso
Las andanzas y los despojos del Grupo Bemberg a lo largo de los años. La expropiación peronista del año 1955 y sus consecuencias. La pastera Arauca y el dominio territorial con la apropiación de tierras. Por Eduardo Silveyra