Juan Ángel Ciolli: «La UIA no representa los intereses de las Pymes»

En conversación con Zoom, Juan Ángel Ciolli, miembro de la Central de Pymes, nos explicó que significa ser una pequeña y mediana empresa, sus dificultades actuales y el camino que se debe tomar en conjunto para reconstruir el sector productivo.

En breves palabras, ¿qué significa pyme?

Pyme denomina a las empresas de capital nacional que tienen una determinada cantidad de personal. Para que quede claro cómo es la composición, del total de establecimientos en la Argentina, el 83% tienen de cero a nueve trabajadores y el 11% tiene de diez a cincuenta trabajadores. Esto quiere decir que de cero a cincuenta trabajadores tenes el 96% del total de los establecimientos. Esto sería el sector pyme. Por supuesto, una empresa de cien o ciento cincuenta trabajadores también es una pyme, pero es considerada una mediana.

A las pymes las podemos clasificar en micro, pequeña y medianas empresas. Las grandes empresas no llegan al 1% del total de los establecimientos. Ahí reside una de las diferencias, nosotros tenemos la cantidad y ellos la calidad, o sea el capital. Es por esta última que ellos pueden imponer sus necesidades al conjunto de la sociedad.

La inflación es un claro ejemplo de esto, no es un problema de las pequeñas o medianas empresas, es de los formadores de precio, es decir de las grandes empresas. Muchas de ellas son multinacionales, o sea que ni siquiera son de capital nacional.

En resumen, las pymes son micro pequeñas medianas empresas de capital nacional.

Por lo que sabemos, vos perteneces a una asociación de Pymes de San Martin, sos parte de la comisión directiva de una Central de pymes o Empresarios Nacionales, e integrante de la mesa Nacional de Unidad Pyme ¿es así?

Así es. Lo territorial siempre me interesó, nunca lo he dejado. Me parece que es fundamental tener un desarrollo territorial. He presidido una de las cámaras de San Martín, la Cámara de Pequeñas y Microempresas de San Martín. A su vez, en el distrito tenemos una federación de cámaras que funciona como una entidad de segundo grado, es decir, que nuclea a las once cámaras del partido, la Cámara de Económicas Sanmartinense. Presido a esta entidad desde hace un mes. Además, soy miembro de la Central de Entidades Empresarias Nacionales, que también nuclea cámaras, es así que mi base de San Martín está nucleada en esta. Es decir, tenemos la referencia local y nacional.

También formamos parte de lo que se denomina “espacio de producción y trabajo”. Este está constituido por la CTA de los trabajadores, la Corriente Federal de los Trabajadores (o sea Palazo, Michetti, Correa, etc.), varias entidades pymes y el sector agropecuario, el cual no está vinculado a la mesa de enlace, donde está la Corriente Grito de Alcorta, liderada por Diego Peretti, y las cooperativas de varias empresas recuperadas. Es un espacio verdaderamente muy político e importante, en él hay un nivel de participación esencial.

Empresarios reunidos.

Aprovechando que el 2/9 fue el día de la industria y ustedes están altamente involucrados, ¿qué pensás de la UIA (Unión Industrial Argentina)? ¿Puede ser que tenga una suerte de representación de las Pymes?

Evidentemente, la UIA tiene representación de las pymes. El problema es que no representa los intereses de ellas. Por esta razón no estamos nucleados dentro de la Unión Industrial Argentina. En realidad, nosotros venimos de la Confederación General Económica (CGE).

El momento más importante que tuvimos en nuestra historia de pymes, fue cuando el presidente de la CGE, José Ber Gelbard, fue designado como ministro de economía en los años 1973 y 1974. Cuando se produce el golpe de estado, se interviene la CGE y se la desmiembra. A partir de esto, pudimos ir recomponiendo por fuera de la CGE lo que fue posible hacer. El desafío actual es reconstruir esa vieja CGE, darle la vida que merece.

La UIA, está hegemonizada por Techint, Arcor y Ledesma. La preside Funes de la Rioja, el cual no es un industrial, sino un abogado laboralista que representa a distintas empresas, que además de está a cargo de la COPAR (Confederación de la Alimentación). Este es un sector con el cual tenemos muchas diferencias, entre ellas que sean el principal generador de la inflación que hoy padece el pueblo argentino.

¿Puede ser que dentro de este sector, como en muchos otros de la sociedad, haya una suerte de personalismo? Hay muchos sellos declarando que ellos representan a las pymes, cuando no es así. Me parece que para poder recuperar la CGE, hay que reconocer que se debe barajar desde algo profundo ¿no?

Estoy totalmente de acuerdo. Si no entendemos que hay que dejar de lado nuestros egos y marchar hacia la construcción de una casa común, que nos contenga y albergue a todos, el destino de las pymes no tiene otra alternativa que ser errático. No tenemos ni capacidad de fuego, ni de poder. No tenemos peso, lo cual no nos permite plantear en los estamentos públicos nuestras ideas. Esta es la realidad.

Hoy tenemos suficientes condiciones objetivas y subjetivas cómo para evaluar si damos vuelta la página y dejamos de lado nuestros egos, y así empezar a construir en conjunto. Me parece que, a partir del gobierno actual, las circunstancias para poder planificar algo en común son altas. Es un claro ejemplo de esto el primer Congreso Industrial, realizado la semana pasada. En este estuvieron todos los gremios industriales y las pymes vinculadas a la industria. Hubo un gran ausente, que no fue invitado, la Unión Industrial. A diferencia de esta, estuvieron presentes el jefe de gabinete y los principales ministros del área económica, Todesca, Guzman, Kulfas, entre otros nombres.

Si no entendemos este tipo de señales, ni tomamos el protagonismo que deberíamos tomar, es hora de irnos a casa. Porque de ser así no entendemos nada, ni siquiera de política.

empresarios saludandose

¿Para lograr esto no hace falta un recambio generacional y tener en cuenta la  representación de género?

Soy un convencido que las representaciones hay que ganarlas. Si no, pasa lo que estamos viendo suceder en la política: cómo en las listas de candidatos necesariamente tienen que haber mujeres, aparecen la hija de o mujer de, lo cual no me es razonable.

No quiero que se me malinterprete, entiendo la revolución de las mujeres y es importantísima. Sin embargo, estos lugares tienen que ser ganados con gestos propios, no porque lo determine un decreto o una ley. Por ejemplo, Cristina Fernandez de Kirchner es una mujer indiscutida, tiene un peso político propio, al cual ningún varón se le asemeja. Y eso es por poner un nombre, porque hay muchísimas otras. Cecilia Todesca es una de ellas, una mujer excelente, que adquirió lo que logró por ser ella, no por ser parte de un cupo. O Victoria Tolosa Paz, que tiene un discurso propio y está donde está porque lo discutió y lo ganó por ella, su envergadura política la hace acreedora del lugar donde está.

La cuestión generacional es el otro tema. Los que venimos de la histórica CGE tenemos un desafío que si no lo asumimos, cómo ya sostuve antes: cerremos la puerta y volvamos a casa. Tenemos que comprometernos con el deber de recrear la CGE, es el mejor legado que podríamos dejar. Por supuesto, hay jóvenes muy valiosos que trabajan junto a nosotros para que esto ocurra. Necesitamos de la sinergia y simbiosis de las ideas frescas de los jovenes combinada con la experiencia de los viejos. Nos tenemos que mezclar entre generaciones y géneros. No podemos hablar de manera binaria sino de un todos.

Nunca fui afecto a la comisión de mujeres. Es decir, en los distintos lugares dentro de una organización, a mi parecer, tienen que estar tantos los hombres como las mujeres. Cuando hay una comisión de la mujer, se la está discriminando, se la está poniendo en otro lugar.

¿El aporte de las pymes al PBI es proporcional a este?

No, no es proporcional. En realidad, el aporte de las pymes al PBI está alrededor del 45%. Pero, el aporte a la generación de puestos de trabajo es entre el 70% y el 80%. Porque la mayoría de ellas son empresas de mano de obra intensiva, contra las grandes empresas que son de capital intensivo, es decir, las automotrices, el sistema financiero, las aceiteras, entre otras empresas, donde la tecnología define su producción. Si bien nosotros tenemos tecnología, hay muchísima mano de obra intensiva, es así que se explica el menor aporte al PBI.

Las pymes en los gobiernos de Nestor y Cristina habían tenido uno de sus mejores momentos, ¿cómo no se pudo capitalizar una relevancia y un lugar a destacar, en un gobierno popular que objetivamente benefició a las pymes?

Todas las crisis que hemos tenido han sido vinculadas a la aplicación de políticas neoliberales. Estas generaron reformas estructurales difíciles de resolver. Por ejemplo, la primera ley del gobierno de la dictadura militar de 1976 fue la de entidades financieras, la cual hasta el día de hoy no se pudo cambiar. Obviamente esto produjo un proceso de deterioro de la industria, sobre todo en el sector pyme. Desaparecieron decenas y decenas de miles de empresas, no sólo urbanas, sino también rurales. A su vez, con un dólar barato, dio un endeudamiento fenomenal y produjo un proceso de importaciones que facilitó la situación. Basta acordarse de la famosa propaganda donde la silla de empresa nacional se rompía versus la silla de Taiwán que, a comparación, era fantástica.

Después padecimos el mismo proceso con el gobierno de Menen y Cavallo. Endeudamiento y dólar barato, con el uno a uno. Rifaron las joyas de la abuela, privatizaron y desregularon la economía. Este proceso concluye con la crisis del 2001.

En ese terreno aparece el Kirchnerismo, el cual obviamente tenía que desarmar todo lo anterior. Esto no se logró, la ley de entidades financieras siguió vigente, al igual que las privatizaciones. Sin embargo, sí se pudo recuperar el sistema previsional, YPF y Aerolíneas Argentinas. Se hizo muchísimo, pero no se terminaron las reformas estructurales que el neoliberalismo había establecido.

En el 2015 llegó la pandemia amarilla, la cual nuevamente produce las mismas políticas con los mismos actores.

Hay un movimiento pendular, vamos de un resurgimiento a intentar levantar desde un quinto subsuelo. El deterioro y destrucción particular que se ha hecho es de una envergadura impresionante. Antes que se produjera el golpe de estado, la industria era el 50% del PBI, mientras que hoy es el 20% del PBI. ¿Quién hizo esto? Los procesos neoliberales, cada vez que asumieron, fueron a fondo en reformas estructurales. Fue y es un gravísimo problema.

Recordemos que en el año 1975 el nivel de pobreza y desocupación eran bajísimos. Hoy tenemos un 47% de pobreza y 25% de desocupación. No dudo que estos resultados sean producto de los procesos de desintrulizacion de la Argentina.

Recuperar la industria trae consigo desarrollo. Para lograrlo es fundamental un proyecto industrial y una política que le dé continuidad a ese proceso. Sino, siempre que escalemos vamos a caer de manera muy profunda.

Los que éramos sujetos de crédito, hemos pagado tasas del 80%; y los que no, han llegado a pagar tasas del 100% o del 120%. Ni hablar de quienes financiaban tarjetas de crédito, que pagaron hasta el 140%. ¿Cómo se recompone una economía con esto?

Actualmente tenemos que sumar la situación de la pandemia, que es el colmo de los males. Ni siquiera tuvimos el desahogo del comienzo de la reconstrucción. El gobierno de Alberto asumió el diez de diciembre del 2019 y a los primeros meses de este nos sentamos con el ministro de desarrollo productivo, Matias Kulfas, con el secretario pymes, Guillermo Medellin y con el secretario de industria, Schale, para conformar una mesa que recomponga el proceso industrial de la Argentina. A los dos meses, la pandemia imposibilitó toda posibilidad que esto sucediera. Sin embargo, vimos y vemos una perspectiva muy importante.

¿Tenemos cosas para discutir? Muchísimas, pero está claro que el rumbo es otro. Necesitamos del tiempo suficiente para poder recomponer todo el daño que se ha hecho desde el Golpe de Estado del 76 a la fecha.

pymes luchando

¿Cómo es la vida cotidiana de las pymes en el interior?

En el interior tienen las mismas dificultades, pero muchas de ellas están agravadas, como por ejemplo, el tema de la logística, el cual les impacta fuertemente. Sin embargo, el tronco es común; tenemos las mismas problemáticas, desde el financiamiento hasta el mercado interno que no termina de recomponerse, vinculado a que los formadores de precios los aumentan siempre que se termina la paritaria. Hay que ponerle un límite al proceso inflacionario, sino los sectores dominantes se llevarán siempre el producto del esfuerzo argentino. Mientras tanto, las pymes recibimos una pequeña porción de lo que se están llevando. Solucionando este problema y controlando a los formadores de precios, creo que hay condiciones para avanzar.

No hay otra historia, el mercado interno es igual al salario. En otras palabras, si no hay salario, no hay mercado interno. ¿A quién beneficia que este no exista? A los importadores, pero no a los que dependemos fundamentalmente de él.

Siendo empresario de la provincia de Buenos Aires, ¿cómo es la relación con el gobernador Kicillof?

Hace una semana estuvo el gobernador en San Martín ya que vino a habilitar un parque industrial en el Buen Aires, lo que esperábamos que sucediera hace ya diez años. Estuvimos diez o quince empresarios junto al intendente municipal, Fernando Moreira, y el ministro de producción, Augusto Costa.

Con Axel compartimos muchas cosas. El partió de lo global para llegar a lo nacional. Concuerdo con él en este diagnóstico: si no entendemos el mundo es muy difícil entender lo que nos pasa. Lamentablemente, hay muchas pymes que se niegan o creen que lo nacional está descolgado de lo global, cuando en realidad es una consecuencia. Es por esto que no entienden que hay que dejar de lado nuestras diferencias, en las que me incluyo, para poder resolver lo macro, que es lo verdaderamente importante.

Volviendo al gobernador, él quedó a nuestra disposición. Nos planteó seguir trabajando todas las serie de situaciones que le habíamos planteado y seguir a nuestra escucha por nuevas inquietudes. Para que esto suceda de manera fructífera, no podemos ser cincuenta referentes. Precisamos de una sola referencia y que esta sea la caja de resonancia de todas las necesidades del sector que representamos.

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