Peronismo y revolución es, en más de un sentido, un libro inagotable. Con base en un análisis preciso del Golpe de Estado de 1966, Cooke desgrana aspectos esenciales de la crisis del sistema, con un propósito que revela el núcleo mismo de su lucha inclaudicable: la recuperación de una política de liberación con la que contrarrestar la política del régimen que es, siempre, la despolitización, para expropiarle a la clase su principal instrumento emancipatorio.
Cooke revela cómo la despolitización se propuso distinguir la actividad sindical de la actividad “política” de los sindicatos, para demonizar —y aun prohibir— que “hagan política” y obligarlos a circunscribirse a su actividad específica. Presión sobre las direcciones sindicales, quita de recursos a la CGT, supresión de las personerías, intervención de sindicatos, subsidio a listas opositoras a las lideradas por peronistas, amenazas a los dirigentes, reglamentación de la ley de Asociaciones Profesionales, maniobras divisionistas, etc.
Basta esta breve enumeración para comprender la actualidad de un pensamiento de la praxis que sigue iluminando las exigencias cada vez más acuciantes del litigio por la igualdad.