La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la tradicional muestra agroganadera de la Sociedad Rural tienen dos cosas en común. La primera, evidente, es que se realizan en el mismo predio, propiedad de la SRA y gerenciada por una firma del Colorado De Narváez. La segunda, es que Néstor y Cristina Kirchner jamás asistieron como Presidentes a las aperturas de ninguna de ambas exposiciones.
De más está explicar el por qué de las ausencias K a las inauguraciones de la Meca de la crema agraria. Para quienes no entienden idéntica actitud para con la muestra editorial, quizá debieran preguntarle a la Fundación El Libro por qué organizan su Feria en la sede (currada) de la oligarquía o sostienen con candor que no hay relación entre la invitación a Vargas Llosa y el momento político actual.
En esta edición, gracias al compañero Roberto Araujo, rescatamos una nota imperdible que refleja una polémica de hace 40 años con el autor peruano por los mismos temas de hoy.
Como un círculo de coincidencias, mientras los funcionarios nacionales se cruzaban con el ministro macrista en la apertura de la Feria del día miércoles (y la platea se dividía de modo tajante cual Boca-River), la Presidenta Cristina Fernández encabezaba un acto masivo junto a su ministro de Agricultura Julián Domínguez en el lanzamiento de una corriente ruralista nacional y popular que reunió 10 mil personas.
Hace 3 años, nadie hubiera soñado con CFK liderando este acto con ruralistas. Y mucho menos, que en estas horas todos (todos, basta leer Clarín y La Nación) la verían como la casi segura presidenta reelecta en los comicios de octubre.
El kirchnerismo da batalla en todos lados. El kirchnerismo no renuncia. Quizá sea esa una de las enseñanzas de Néstor transformada en marca en el orillo de la impronta del proyecto nacional que trabajamos para profundizar todos los días.