Siento vergüenza ajena por escuchar términos tan vetustos y obsoletos como «oligarquía»: ya pasamos la década infame por si no lo saben, pero entramos a otra década que yo denominaría década Hipócrita de la redistribución de la riqueza. Como filosofía de gestión del Estado diría que es fácil dar lo ajeno, pero muy difícil lo propio. El matrimonio presidencial debería reconsiderar su patrimonio y cuantiosa fortuna y aplicar la filosofía de redistribución enmascarada de hipocresía. El que esté sin pecado que tire la primera piedra. Creo que la Sra. Presidenta no lo puede hacer….
¿Cómo pararse frente al kirchnerismo?: Siempre me llama la atención que no se menciona con todas las letras la corrupción, que anula toda posibilidad de realizar lo que se promete en los discursos.