“Análisis de las políticas de hábitat y movilidad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante 2010” se titula el documento del centro de estudios de Generación Política Sur, que revela cómo los enfoques de la administración porteña que dominan la formulación de políticas en ambos sectores impiden resolver los mayores déficits que se presentan hoy en la Ciudad.
“La Ciudad de Buenos Aires continúa siendo un territorio en el cual amplios sectores no han logrado alcanzar los estándares de calidad de vida mínimos que les permitan desarrollarse social y económicamente”. Así comienza el extenso y detallado informe realizado por el Centro de Estudios Perspectiva Sur que demuestra y ejemplifica las deficiencias e incapacidades que tiene el Estado porteño, comandado por Mauricio Macri, para garantizar el “acceso universal a bienes y servicios esenciales: la vivienda y el transporte de pasajeros”.
Transporte
Durante el pasado año, desde el gobierno porteño lanzaron el programa Movilidad Sustentable, que buscaba promover la movilidad saludable, priorizar el transporte público y garantizar la seguridad vial. Pocas o ninguna de estas consignas pudieron llevarse a cabo.
Está claro que en 2010 no se ha invertido lo correspondiente para el servicio utilizado por más de 1,5 millones de personas: el subte. “Tras dos años de excusarse en la falta de un crédito internacional (rescata el documento de Perspectiva Sur) para el cumplimiento de la -falsa- promesa de ‘construir diez kilómetros de subte por año’, durante el pasado año el gobierno de la Ciudad, logró la colocación de los bonos Tango, destinados a extender la red de subterráneos. Aunque este crédito fue denunciado por la Asociación Civil por la Igual y Justicia (ACIJ) por presuntas irregularidades”. De todas formas, tras algunas idas y venidas, el dinero fue redirigido hacia otras obras para tapar otros agujeros.”
El informe pondera la falta (de parte del PRO) de diagnósticos integrales sobre la accesibilidad al transporte de los sectores vulnerables en un contexto de falta de urbanización de los barrios más precarios, lo que permitiría abrir circuitos de tránsito.
Por otra parte, el endeudamiento (mencionado párrafos atrás y en otras notas de Revista ZOOM), autorizado por la Legislatura, para la construcción de subtes, fue destinado, en parte, al Ministerio de Desarrollo Urbano para la construcción de los llamados “sapitos” o pasos-nivel. Una fuerte jugada, ya que son obras de fuerte y rápida visibilidad y de gran impacto de cara a las elecciones, dato también marcado por esta publicación. Sin embargo, a casi seis meses del comienzo de estas otras ¿para qué lugares de la Ciudad es pertinente este tipo de obra? Desde ya, lo más adecuado hubiera sido colocar estos pasos-nivel en avenidas. Pero no. Sólo cinco de las 25 obras están en las calles anchas y las demás serán túneles aptos para automóviles en calles donde ni siquiera hay barrera. Además, la mayoría de estas obras se encuentran en los barrios de mayores recursos económicos.
Otra gran idea frente a la enorme cantidad de automóviles que atestan Buenos Aires en la actualidad, sería la de instalar playas de estacionamiento subterráneas y económicas en los puntos clave de la ciudad, para que de esta manera los porteños dejen su vehículo y sigan el trayecto en el transporte público. Por supuesto que el PRO presenta un proyecto similar al mencionado, pero de las once licitaciones de construcción son aprobadas sólo dos; en plaza Las Heras y Emilio Mitre. En ambos casos, un grupo de vecinos realizaron numerosas protestas ya que el gobierno no publica estudios de impacto ambiental que demostraran la vialidad de las propuestas.
A su vez, el gobierno porteño lanzó la prueba piloto del servicio de alquiler de bicicletas. Nuevamente, esta decisión priorizó la zona norte de la ciudad y demostró la falta de compromiso por parte del PRO para mejorar el acceso de los sectores vulnerables a las redes de transporte público. Ante la falta del subte en el sur de Buenos Aires, los habitantes podrían beneficiarse.
También se puede destacar del documento de Perspectiva Sur sus opiniones acerca del Metrobús que, según este informe, es otra medida mal articulada. Más allá de la innovación, los 12 kilómetros de la avenida Juan B. Justo que recorrerá este transporte no generan un alto impacto ya que esta avenida no articula con los principales centros de trasbordo: Retiro, Constitución y Once.
Vivienda
Medio millón de personas que viven en villas, asentamientos o núcleos habitacionales transitorios. Otras 2000 en situación de calle. Estos datos que proporciona Perspectiva Sur parecen no haber sido interpretados de la manera correcta por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El IVC (Instituto de Vivienda de la Ciudad) es el organismo que históricamente se ha encargado de resolver la problemática habitacional. Pero en 2008, el gobierno de Macri distribuyó sus facultades a dos cuerpos más: la UGIS (Unidad de Gestión de Intervención Social) y la Corporación del Sur. Esta última, una sociedad del Estado creada en 2000 para fomentar el desarrollo del sur de la ciudad. Al ser una empresa estatal, no puede recibir fondos federales del Sistema Federal de Viviendas. Tampoco aplica regularización dominial en ninguna de las villas o asentamientos que se encuentran bajo su competencia.
Por su parte, la UGIS, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, está destinada a resolver situaciones puntuales de emergencia habitacional y, como si fuera poco, percibe más de la mitad del presupuesto total del asignado a vivienda. “Esta distribución refleja el paradigma actual, que lejos de resolver y mejorar de forma permanente la situación estructural de villas y asentamientos, decide concentrar sus recursos en resolver las urgencias del día a día”, subraya el informe.
Además, en términos globales, el presupuesto destinado al área de vivienda, que representaba el 3,4 por ciento del presupuesto de la Ciudad en 2007 retrocedió hasta llegar al 2,4% del total en 2010. Asimismo, el IVC sufre un vaciamiento histórico: entre 2009 y 2010 sus fondos fueron reducidos en un 40 por ciento. 519 millones es lo que tenía en 2009 y 400 millones es lo que le otorgaron en 2010.
En cuanto al Plan Federal de Construcción de Viviendas, la administración PRO está lejos de alcanzar los parámetros fijados: del cupo de 11 mil hogares, sólo se han construido aproximadamente 2100 viviendas, según fuentes oficiales.
Para continuar con las políticas cortoplacistas, la administración porteña ofrece subsidios de hasta 8 mil pesos para quienes son desalojados de las distintas viviendas ocupadas.
Como bien reseña el documento del Centro de Estudios Perspectiva Sur, “la vivienda y el transporte público de pasajeros son elementos fundamentales para la calidad de vida de los sectores medios y bajos de la población. Las condiciones de su prestación influyen en la posibilidad de estos sectores de ejercer sus derechos esenciales en la ciudad. El adecuado acceso al hábitat y a la movilidad no son solamente requisitos para una vida digna, sino que además condicionan el acceso a otros bienes y servicios básicos, como la educación, la salud y el trabajo. Este repaso de las principales acciones desarrolladas por la administración porteña revela que los enfoques que dominan la formulación de políticas en ambos sectores impiden resolver los mayores déficits que se presentan hoy en la Ciudad. Principalmente, se observa que la administración de la ciudad abarcó estos temas de manera fragmentada, subejecutó los recursos disponibles y desatendió los problemas estructurales de los sectores más postergados. La consecuencia de estas acciones es la prolongación de situaciones violatorias de derechos, las cuales reflejan a su vez la brecha social existente en la jurisdicción más prospera del país.”