Desde el aeropuerto “Luis María Argañá” puede controlarse el grueso de las reservas de gas de Bolivia, ubicadas en el departamento de Tarija (fronterizo con la Argentina) y de petróleo (en los departamentos de Beni y Santa Cruz de la Sierra). También posibilita una intervención militar en gran escala en la región de la Triple Frontera, desde donde, entre otras cosas, pueden controlarse las zonas de recarga (como los Esteros del Iberá) del colosal acuífero Guaraní, la tercera reserva de agua dulce del planeta.
Según el que con toda probabilidad sea el mayor experto paraguayo en temas militares, Horacio Galeano Perrone, el aeropuerto de Mariscal Estigarribia, ubicado “en el corazón del continente, es como un gran submarino terrestre”. Galeano Perrone destacó que gracias al clima característico del Chaco paraguayo, esa pista es “operable los 365 días del años, y permite llegar en 45′ a La Paz y a Asunción, en una hora a Buenos Aires y en dos a Brasilia”.
Pobladores de Marisal Estigarribia le dijeron a Causa Popular que la base recibe periódicas visitas de funcionarios estadounidenses de alto rango, civiles y militares, incluido el embajador de ese país. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), de estrecha relación con las dictaduras militares que asolaron Latinoamérica en los años ’70, tiene una destacada presencia en el municipio.