La Asamblea de Naciones Unidas sirvió de escenario para que países de la región amplificaran las críticas al gobierno de Maduro. La situación de los migrantes: crisis humanitaria, manipulación política y botín ideológico.
Argentina se abstuvo de condenar a EEUU en la ONU por reconocer a Jerusalén como capital de Israel y cambió una posición que mantenía desde hace medio siglo en la región.