Siria: nuevo escenario en el tablero mundial

Antecedentes de la guerra civil siria. Cuáles son los actores en la actual coyuntura. Qué cambia y qué se puede esperar. Panorama y análisis, por Guillermo Caviasca.

Fin de la guerra civil. Comienzo de la guerra civil

Durante los diez días que pasaron desde el 27 de noviembre al 8 de diciembre fuimos sorprendidos por una campaña militar tipo Blitzkrieg, desarrollada por una formación islamista, para muchos, desconocida hasta ese momento HTS (Hayat Tahrir al-Sham). Esta organización y su líder Abu Mohammad al-Golani “saltaron a las pantallas” de todo el mundo. No es menor, ya que esta campaña derribó al gobierno de Bashar al-Ásad, miembro de una familia y un partido que gobernaba Siria desde 1971. Además, supuestamente estaba sólidamente respaldado por Rusia, Irán y Hizbollah. No sabemos hoy cómo se estabilizará el Estado sirio, ni siquiera podemos presumir que habrá una estabilización y que no se profundizará el caos. Lo que sí podemos afirmar es que, aunque evidentemente muy débil, Assad era parte de un esquema geopolítico regional que ha saltado por los aires. Abordaremos en este artículo una presentación general de los actores internacionales estatales que operar en Siria.

Antecedentes de la guerra civil siria

No analizaremos aquí las contradicciones que se encerraban históricamente en el gobierno de los Assad, ni las que en la última década lo volvieron una cáscara vacía. Solo destacaremos que, si bien no se pueden ignorar represiones brutales a protestas masivas, tanto contra los Hermanos Musulmanes en los ochentas, como a los partidarios de Saddam Hussein en el noventa (y otras cuestiones más); tampoco podemos dejar de señalar que la mayoría de la gente que conoció Siria antes de la guerra civil, afirmaba que era un país moderno, con cierta prosperidad y libertad cultural de sus ciudadanos y que había sido un país soberano. Sin embargo, todo se derrumbó en el 2011 en el marco de las mal llamadas “primaveras árabes”.

Las llamadas primaveras árabes fueron movimientos de protesta de muy distinto origen, aunque todas basadas en cierto cansancio de la población (o de amplios sectores) con los regímenes establecidos hacia décadas, en cierta forma anquilosados. También que muchas de ellas contaron con el apoyo activo de occidente, que aprovechó estas crisis para lanzar operaciones de apoyo y potenciación de los conflictos internos subyacentes. Apoyo no solo de simpatía política, o de algunos recursos, y propaganda, sino dentro de una estrategia de mutación de régimen para lograr que los países se alinearan con las formas de gobierno y visión del mundo, circuitos logísticos y económicos, del occidente geopolítico.  

Lo que permite pensar en que las crisis internas fueron profundizadas en forma de “guerra hibrida” hasta llegar en varios casos a la guerra civil y desintegración nacional, sin ganadores aparentes (aunque el caos también puede ser un objetivo). Pero también es de destacar que este movimiento de protesta en el mundo árabe se desarrolló en monarquías como Bahréin (pro occidental) con apoyo de Irán. O en Yemen, y llevo a poder en una parte del país a los Huties que son un dolor de cabeza para occidente. O quien Libia, finalmente el país anarquizado, se dividió en dos esferas donde en una operan con gran peso los turcos y en otra los rusos (con alianzas que a muchos sorprenderían). Por eso en general podemos pensar que hay bases legítimas de protestas y una instrumentalización posterior, una de las posibles bases de inicio de una agresión híbrida. De hecho el caso sirio está demostrado el apoyo de la CIA, no solo a las protestas y a la “oposición democrática” (eufemismo vacío si los hay), sino a grupos terroristas salvajes, a otros menos salvajes, pero para nada “democráticos en la visión occidental. Solo con el objetivo de terminar con Assad, en el momento de las RRII yanquis en que Medio Oriente estaba en el centro de su agenda (hoy desean que no sea así).

Los actores en la actual coyuntura, un conflicto a varias bandas de final incierto

La caída de Assad en forma tan rápida hoy comienza a ser explicable. Pero no lo era en el momento del inicio de la ofensiva de HTS. Y, debemos señalar que Assad dentro del “eje de la resistencia” era un actor incómodo, o que se sentía incómodo. Pero, lo cierto es que era clave en la geopolítica rusa, y principalmente iraní. El “derrumbe” del régimen y en gran parte del “Estado” (que de por sí era débil y no abarcaba todo el territorio), ha dejado abierto el escenario a nuevas maniobras de las potencias grandes y medias.
Veamos un pantallazo general de como operan las grandes potencias y potencias regionales en Siria.

Para comenzar, Irán es el gran afectado en apariencia, aunque se señala desde fuentes cercanas al país islámico que preveían problemas con Assad; sin embargo, su espacio geopolítico hoy se encuentra fraccionado y reducido, ya que HTS se ha declarado adversario firme de la presencia iraní y de Hizbollah en Siria. Recordemos que HTS es una organización islamista suní, proveniente en gran parte de Al Qaeda, o sea salafistas (militantes del islam conservador y totalitario entre otras cosas antichiíta). Aunque ha manifestado en público una evolución ideológica, sincera o impostada, no sabemos; y un realismo político que sin dudas es necesario para una organización que parte de una base de poder pequeña y ayuda externa. Una flexibilidad y cambio que parecería en parte razonable para poder gobernar en alguna forma estable, eficaz y sin resistencias duras, un país más bien moderno y con diversidad, como Siria.

De hecho Irán invirtió muchos recursos militares, humanos, y económicos en el sostén de Assad. Y transformó a Siria en parte de un gran espacio geopolítico donde sus fuerzas e intereses se proyectaron con gran libertad hasta el Mediterráneo. Teniendo en cuenta que la logística iraní para el Líbano –numerosos espacios geográficos que se encontraban a su disposición de manera casi libre— era importante para su relación integral con Hizbollah. De hecho, los misiles iraníes pasaban sobre Iraq y Siria sin cuestionamientos de los gobiernos (solo la interferencia de los dispositivos de las potencias occidentales, que también se encuentran en Irak y Siria). De la misma forma podrían hacerlo sus aviones, drones y unidades de tierra. La economía iraní amplio sus mercados en Siria e Irak, etc. HTS se ha mostrado contrario firmemente a esto. En lo inmediato deshacerse de Irán y Hizbollah es su objetivo, de hecho, Hizbollah abandonó sus posiciones más visibles en Siria, e Irán pidió permiso para retirar su personal sin conflictos. Esto sin dudas en un retroceso para el país persa. Y debilita la estructura del “eje de la resistencia”. Sin embargo, también muestra una falta de voluntad, de poder en la coyuntura, o la decisión de no poder jugarse por Assad.

Debemos tener en cuenta que la resolución de la Guerra en el Líbano es algo a dirimir aún. Que la tregua podía significar un equilibrio temporal, con cierta ventaja para Israel. Pero eso también podía significar una adaptación y reforzamiento del “Eje de la resistencia” después de que Israel devastara sus estructuras de mando mediante atentados y operaciones de inteligencia, o con ataques a arsenales menguara su capacidad de disuasión estratégica. Aunque es claro que en tierra Israel no había obtenido la victoria, ni sus objetivos anunciados. Lo cierto es que la ofensiva de HTS abrió un escenario para que los israelíes, en general carentes de inhibiciones frente al derecho internacional, pudieran hacer mejorar sus condiciones estratégicas en la región. Teniendo en cuenta también que la interpretación de la “tregua” acordada por parte de Israel (y los occidentales, que debería hacerla respetar, no dicen nada al respecto) es unilateral, solo cabe para sus enemigos.

En este sentido Irán ha perdido posiciones en su frente libanés. Y es difícil procesar positivamente para el país persa los últimos resultados en Líbano y Siria si los vemos en conjunto, ya que se realimentan negativamente. Pero, como la coyuntura es dinámica y los actores son impredecibles veremos cómo se reposiciona cuando las fichas caigan de nuevo en el tablero.

Rusia, desplegó como Irán fuerzas y recursos en el sostenimiento de Assad, y fue determinante en que pudiera reconstruirse una apariencia de poder gubernamental. Lo sucedido es un golpe, pero para saber si afecta a Rusia realmente debemos mirar la situación de las bases de Latakia y Tarcus en la costa. Posiciones de envergadura logística, militar y geopolítica. Rusia retiró sus baterías S300 y puso su flota a resguardo (que haya retirado las baterías antiaéreas más eficaces de la zona, también debe haber sido un aliciente para la campaña erara de destrucción que Israel ha lanzado sobre Siria). Pero HTS ha declarado que desea tener una buena relación con la potencia eslava, lo que nos permite “imaginar” un nuevo contrato para el sostenimiento seguro de las bases. Sin embargo, la presencia de otros actores que pueden tener peso en partes del país, o quizás en el mismo posible gobierno, además de la incertidumbre de quien finalmente será gobierno en Siria (como también, si alguien lo será), o que es el mismo HTS en realidad, o si Turquía es el actor definitorio y que deberá negociar con ella, aun coloca a los rusos en una situación de incertidumbre. Las bases en Siria permiten a Rusia proyectarse al Mediterráneo, y especialmente tener una escala logística fundamental hacia África, donde ha extendido sus relaciones en los últimos años, desarrollando un sostén y nueva sociedad con gobiernos revolucionarios militares (aunque no solo a ese tipo de gobiernos).

Turquía, aparece como un “gran ganador” en términos regionales. HTS comenzó su ofensiva bajo su paraguas; y con los socios del ENS (Ejército Nacional Sirio) aparecen hasta hora como ganadores localmente. Erogan declaró en público que ésta era una “revolución Siria” y que nadie debía interrumpirla. Las fuerzas que avanzaron por el eje norte, desde Alepo hasta Damasco son suyas o cercanas, fueron entrenadas, financiadas y equipadas directa o indirectamente por Turquía. Actualmente controla en forma directa el eje Alepo Damasco, una carretera que es la espina dorsal Siria, y donde se encuentra la mayoría de la población y las grandes ciudades (Alepo, Hama, Homs, Damasco).  Y ahora, en estos días, el ENS espera contar con mucho más espacio político para golpear a los Kurdos.

Turquía aspira a una estabilidad y a un gobierno como mínimo cercano a sus intereses. Y constituir una zona controlada por Turquía en el norte, que ponga bajo su supervisión las actuales regiones independientes kurdas. Eso, en este momento podría ser posible ante el período de transición en EEUU, la atención de Rusia en resolver el tema de Ucrania a su favor y la situación del “eje de la resistencia” concentrado en Israel. La desaparición de Assad y su gobierno es un éxito turco, Assad que había dado a los kurdos esta independencia, cediendo una parte de su soberanía en aras de frenar a los grupos rebeldes: en ese momento ISIS y los proturos. Quienes creen que “Erdogan traicionó y es un aliado poco confiable” de Rusia o Irán, parten de premisas muy equivocadas. Turquía tiene su propia agenda en el mundo multipolar (que es precisamente eso para las potencias medias: tener su propia agenda). No es “aliado” de Rusia ni de Irán, tampoco un enemigo. Con cada uno (como con los occidentales) se enfrenta o negocia sus intereses: y en Siria eran distintos, ya Assad había negado aceptar los reclamos turcos, y los Iraníes y rusos era sostenes de Assad. De hecho, los rusos en un momento se enfrentaron a las fuerzas turcas paras impedir su eliminación de los enclaves kurdos. Turquía se seguirá manejando de acuerdo a sus intereses, y seguirá en lo que ha hecho hasta ahora, relacionándose con Rusia en una forma flexible, y sin dudas negociará con Irán “nuevas fronteras geopolíticas”. No creo que Erdogan promueva la “derrota de Rusia en Siria”, de hecho, creemos muy posible (y así han sido las declaraciones de HTS) la estabilidad de las bases rusas. Ese es el factor para medir si Rusia gana o pierde.

Turquía además al configurar su espacio geopolítico en la nueva situación expandiéndolo, buscará canalizar a través de negociaciones con gobiernos amigos, cercanos o controlados, su consolidación como “puerta de acceso de la energía a occidente”, contra las intenciones de EEUU, los sauditas e Israel de establecer una vía alternativa hacia el Mediterráneo a través de Haifa o de Egipto, (y allí habrá que ver como juegan los Chinos y la Ruta de la seda, que no está de más recordar que también tenía como terminal a Haifa). El proyecto turco es de envergadura. Nos puede gustar o parecer horrendo, pero se mueve con coherencia. De hecho, es de destacar que, en las conversaciones de Astaná, rusos, turcos e iraníes, acordaron un equilibrio geopolítico en Siria, y fue Assad en que no lo aceptó. Podemos conceder que ese equilibrio era pactado por arriba de los intereses soberanos y que los sirios no eran los que lo definieron. Pero también podemos aceptar como válida la premisa de que Assad se sostenía en el poder solo gracias a Irán, Hizbollah y Rusia. De hecho, su margen de soberanía era muy limitado.

 Otras versiones señalan que no solo el gobierno no estaba dispuesto a conciliar con Turquía en el tema Kurdo; sino que se encontraba en algún tipo de componenda para intentar disminuir la influencia de sus aliados del “eje de la resistencia” y de Rusia. Y que por ello la ayuda de estos fue mínima. Sin embargo, eso es una explicación que racionaliza posfacto a favor de los rusos e iraníes, mostrando que ya no lo era tanto y por ello cayo. Puede ser cierto, ya que Siria se cuidó en grado sumo de aparecer como enemiga activa de Israel en la guerra del Líbano, mientras los judíos machacaban su territorio. La historia dará su veredicto en el futuro. Lo que nosotros vemos es que la ofensiva de HTS y el ENS fue tan rápida que dejó a Iraníes, libaneses y rusos sorprendidos. Sin embargo, lo que sí debe mover al análisis –ya que no es razonable en términos militares— es la caída tan rápida de las unidades del Ejército árabe sirio, ante las fuerzas de HTS (si bien muy buenos y bien mandadas) mucho menores con creces.

Israel. Es en apariencia un ganador, al menos táctico. Pero no nos confundamos en declaraciones “EEUU, el Sionismo y Turquía vencieron a los BRICS”, eso no es así. Porque parece que todos hubieran planificado en conjunto este resultado. O que HTS fuera un instrumento del sionismo. La injerencia israelí en esta etapa de la guerra no la vemos tan clara si hablamos en forma directa, lo que sí vemos es el “feliz aprovechamiento” de la crisis. Los israelíes y los turcos “no son amigos”. Tiene objetivos antagónicos. Pero sí son amigos los israelíes y los Kurdos, como también con otras milicias y grupos de la zona que pueden actual como “proxis” o tener “alicientes” del Estado judío para actuar. Israel gana con el debilitamiento de Irán en sus fronteras, complementado y dando un significado más favorable a la tregua en el Líbano. Lo mismo gana con el aislamiento geográfico de Hizbollah.

Israel se ha lanzado impúdicamente a la ocupación de territorios sirios en torno al Golán, ampliando su zona de ocupación, con argumentos de seguridad que, si repitiera cualquier otro país inclusive los EEUU, serían intolerables para la supervivencia de las normas básicas de las RRII que se comenzaron a construir en la paz de Westfalia en 1648. Lo mismo ha hecho lanzando una campaña aérea de enorme envergadura en la que según sus informes, ha destruido lo que había de fuerzas navales sirias, toda la fuerza aérea siria (varios cientos de aviones y helicópteros entre ellos Sukhoi, MIg, helicópteros de diverso tipo, pistas, talleres), los arsenales, bases de todo tipo de armas, los laboratorios, centros de estudio y aparato militar industrial y vinculado al mismo. Una campaña que pretende dejar a la, ya de por sí débil Siria, en una situación de indefensión. O sea, Israel desea que quien se haga cargo del Estado (si alguien lo hace en forma sólida) no cuente con equipamiento de unas FFAA estatales de cierta envergadura. Que en sus fronteras (ahora ampliadas coces “zonas de seguridad”) solo represente la amenaza de una milicia. Israel no tiene límites en el derecho internacional.

Estados Unidos está en un período de transición. Una transición de importancia ya que no solo es entre gobiernos de diferente signo (pero que comparten las líneas más profundas del régimen) sino entre dos “visiones del mundo” distintas, que expresan un conflicto al mismo interior de la gran potencia del norte entre “globalistas” y “nacionalistas” (ambos imperialistas, pero de diferente tipo). En el tema Siria, EEUU había disminuido su presencia desde la anterior administración Trump y ahora el mismo líder del norte señalaba su intención de retirarse. No debemos creer que es “obtuso”, y que un cambio de situación radical en el país levantino, puede alterar los planes de Trump de acuerdo a las oportunidades. Sin embargo, reafirmamos que desea evitar cualquier situación que implique una atención geopolítica, militar y económica destacada en la región. Para Trump, que Israel se estabilice, sin amenazas serias, y opere para debilitar a adversarios, es suficiente. Mientras avanzan los “acuerdos de Abraham” como marco de esta nueva situación.

EEUU tiene en la región adversarios de cierta envergadura y a varias bandas. Uno Irán, que ha sido obligado a retroceder, lo que debería aliviar a los Yanquis. Otro la ubicua Turquía, que es hasta ahora un ganador nato, que aspira a liquidar a los Kurdos quienes son el principal aliado de los EEUU en la región. Los Kurdos expresan hoy la principal política estratégica del occidente geopolítico, ya que debilitan a estados como Siria, Irak, amenazan a Irán y Turquía, y se sustentan del apoyo diplomático económico y militar de occidente, además de la legitimidad que obtienen de derecha e izquierda quienes los ven como progresistas, feministas, ecologistas, autónomos etc. Turquía (creemos) los puede aplastar con facilidad en Siria, sin embargo, la protección occidental ha frenado esta acción. También es cierto que los Kurdos son un elemento estable de pérdida de soberanía sobre un parte sustancial del territorio en la era Assad de la guerra civil. Controlan recursos petroleros (no muy grandes en Siria), etc.

No sabemos si EEUU los abandonará, o si a través de ellos introducirá su voz en la nueva escena siria (es de destacar que los acuerdos de Astaná fueron un formato que explícitamente Turquía, Rusia e Irán lograron sacar de la escena central a los EEUU). También dispone EEUU de otras milicias proxis, como el Ejército libre sirio, que avanzó con unos 500 hombres desde una base norteamericana en la frontera con Jordania. Y puede, en cualquier momento (como suele hacer), mirar para otro lado, con la activación de los grupos como Al Qaeda o ISIS, que aún operan en el desierto.

Palabras finales: Qué cambia y qué se puede esperar

Un punto que solo mencionamos al pasar es el colapso del Ejército árabe sirio. Una fuerza disminuida pero reconstruida, de unos 180 mil hombres. Con al menos dos unidades que se afirmaba bien equipadas y combativas, solo dio resistencias breves y más organizadas. Parecía que los jefes y oficiales no estaban con capacidad de luchar. Que los soldados estaban con la moral por los suelos. Lo mismo la inexistencia de las milicias regionales que en la etapa anterior de la guerra permitieron el triunfo de Assad. Cierto es que hoy estamos viendo a esas milicias regionales levantarse a favor de los turcos, por ejemplo, ante los kurdos. O a favor de cualquier bando u ocupando facciones de territorio. Quizás esto sea una consecuencia de la “moderación” de HTS y de que el ENS al ser proturco, creen le da garantía de vida a la población. En la etapa anterior de la guerra, las milicias se unificaron tras el gobierno ante el salvajismo de ISIS.

Pero creemos que “debe haber más”. El EAS estaba podrido por dentro. Las vacilaciones del gobierno con sus aliados, es probable que fueran el emergente de tensiones internas que eliminaron la necesaria cohesión de las FFAA. Es probable que los altos mandos o mandos medios estuvieran en situaciones de corrupción o de relaciones horizontales con otros poderes, etc. No sabemos. Pero el colapso del ejército sirio tiene mas razones que la habilidad indiscutible de los 10 mil guerreros de HTS y sus socios del ENS.

Indudablemente el triunfo de la oposición siria altera el tablero regional. Como ya presentamos, los diversos grandes actores que operan sobre Siria cambian su relación de fuerzas y en este escenario dinámico actúan para garantizar sus intereses y que el país levantino quede configurado de acuerdo a los mismos. En este sentido no parece haber un actor interno incuestionable (tipo los Talibanes en Afganistán). El escenario sirio parece por ahora ubicarse en algún lugar entre Irak, Libia y Líbano: los tres escenarios calamitosos y para nada deseables. Sin un Estado nacional que ejerza la soberanía sobre el conjunto del territorio, con minorías y bandas armadas de todo tipo que ejercen el poder militar, con una crisis política permanente y tributarios de potencias externas.

HTS, hoy está en la escena pública, pero pareciera carecer de fuerzas. Su discurso sobre la nueva Siria en el plano institucional habla de establecer un poder estatal nacional y recuperar los atributos de soberanía. Y atender a los todos los actores internos. Sin embargo, no todos serán considerados legítimos. ¿Los Kurdos? ¿No parecen ser actores que el principal “ganador” quiera que se sienten en una mesa en donde se les garanticen sus intereses? (conservar su semi independencia). Y los Kurdos contaban con el apoyo claro de los EEUU e Israel, cosa que por parte de EEUU deberemos ver si continúa, de Israel seguro que continuará.

Porque a Israel seguro y probablemente a EEUU, les conviene que Siria permanezca dividida sin un gobierno soberano, con fracciones en disputa y sin poder militar y económico para ser un actor regional, ni soberano, ni aliado significativo de otra potencia, Sino que se transforme en un problema, una carga. En ese sentido ha actuado claramente Israel. Ninguna fuerza accederá a los recursos militares y de defensa que Siria disponía, los está arrasando (según lo que deja transmitir). Ya que si por ejemplo HTS, o el ENS, se apropiaran de los arsenales de las divisiones y FA de Assad, se impondrían sobre el resto. La caotización es el escenario deseable por Israel y los EEUU.

Sin embargo, para Israel ese caos puede significar la emergencia de actores milicianos que ataquen sus fronteras. Pero esto puede que para los judíos sea tolerable. Milicias, terrorismo, Estado de excepción, es una posible base de un proyecto radical religioso sionista extremo que es hegemónico en el Israel actual.

Pero este no es el escenario deseable ni para Europa ni para Turquía, ni para los vecinos, inclusive para Irán. Estos, es probables que apuesten a una estabilización, y a alguna forma de gobierno centralizado que ejerza el control (sino la soberanía) sobre todo el territorio, con un reparto del poder e influencia. No es fácil de prever, la activación de diversas milicias cuando HTS se aproximaba a Damasco, habla no solo del vacío de poder en el país ante el derrumbe de las FFAA, sino de la injerencia de intereses externos dispuestos a “meter la cuchara” en la negociación del nuevo gobierno. De hecho, un representante en el exilio de un gobierno sirio fantasma ha aparecido en los medios occidentales llamando a la “democratización”, etc.  

Para cerrar es importante recalcar que estamos en acontecimientos en pleno desarrollos con múltiples actores nacionales e internacionales que juegan a distintas bandas. Y que las fichas se encuentran en el aire. Solo podemos describir una parte de los que ha sucedido, ya que otra permanece oculta ante nuestros ojos y recién la historia dará cuenta de la verdad. Lo cierto es que intentamos mantenernos en este análisis como observadores distantes, no porque no nos interese, conmueva, o no vemos resoluciones mejores o perores, sino porque intentamos tomar distancias de la propaganda y visones partidistas; como de las racionalizaciones post facto que permitan justificar a los actores, o construir una historia acorde a nuestros intereses. Sabemos que es difícil.

Veremos cómo se resuelve la cuestión, y que sea lo mejor para la soberanía, bienestar del pueblo sirio, como para la emergencia del nuevo orden mundial más diverso en disputa.

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Recibí nuestras novedades

Puede darse de baja en cualquier momento. Al registrarse, acepta nuestros Términos de servicio y Política de privacidad.

Últimos artículos

“La batalla cultural ha sido reducida por las derechas contemporáneas y ciertos progresismos a una cuestión discursiva, de redes sociales o intervenciones mediáticas, cuando en realidad lo central pasa por los cuerpos.” Por Mariano Pacheco
Reflexiones en torno a la Ley 26657 de Salud Mental. ¿Cuáles son sus verdaderas “complicaciones”? Estado y salud: aproximaciones para un debate impostergable. Por Carlos Alberto Díaz
La pretensión reeleccionista del gobernador, ya sin disimulo. El quiebre de los bloques opositores. La múltiple fragmentación justicialista. Por Gustavo Castro