Aunque los opositores no lo creían capaz se convirtió en el primer presidente de Suramérica y tuvo un rol destacado en la región. Cómo pensaba Kirchner la integración de la región y cuáles eran sus principales lineamientos.
Velado en la Galería de los Patriotas Suramericanos de la Casa Rosada, Néstor Kirchner hoy se encuentra en el limbo junto a José de San Martín, Simón Bolívar, Jose Gervasio Artigas, José Martí, Juan Domingo Perón y el Che Guevara, entre tantos que han luchado por Nuestra América.
Revista Zoom presenta una entrevista a Rafael Follonier, asesor de Kirchner en la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), quien lo acompañó en su sueño por liberar la región del yugo imperial creando lazos intensos entre los países hermanos de la Patria Grande.
Follonier, militante de izquierda marxista en los ’70, del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y del Partido Intransigente de Oscar Alende, es periodista, fundó la Asociación de Medios Estatales de Comunicación (AMEC), creó El Noticiero Federal en los ’80, integró el Movimiento de Países No Alineados y participó de la Internacional Socialista.
Su tarea junto a Néstor Kirchner comenzó en el 2001 cuando éste empezaba a recorrer el país con la intención de ser presidente en 2007. En 2003 ocupó un cargo en la Presidencia y luego Kirchner lo designó como viceministro del Interior junto a Aníbal Fernández. Se desempeñó como secretario de Provincias, de Municipios y Políticas Regionales. Luego, la Presidenta Cristina Fernández lo eligió jefe de la Unidad Presidenta.
A Kirchner lo conoció en 1989 cuando era Intendente de Río Gallegos, en ese momento Folonier era secretario del gobernador Rubén Marín de La Pampa. En el ’93 compartieron la Convención Constituyente en Santa Fe y tuvieron muy buena relación.
“Mi último cargo fue como asesor de Néstor en la Unión de Naciones Suramericanas luego de que haya estado dos años trabajando en su candidatura para secretario general propuesta por Rafael Correa. Para su candidatura trabajé como no trabajé en mi vida, porque estaba totalmente convencido, y por suerte así ocurrió, que Néstor era el hombre ideal para la secretaria general”, dice Folonier con orgullo. Y continúa: “Néstor confió en mí también en su gobierno para la relación con los movimientos sociales de todo el país, yo estuve junto con Oscar Parrilli integrando un equipo especial de trabajo junto a varios secretarios de Estado de cada uno de los Ministerios por orden directa de Néstor. Hacíamos informes diarios que reportábamos a él. Era, más que una preocupación, una ocupación de Kirchner este tema. Él tenía una conciencia total de que nuestras políticas tenían que coincidir con el núcleo central ideológico y político de la mayoría de estas organizaciones, y que había que lograr que trabajaran con nosotros e incluirlos en la política. Incluir a los excluidos, era la idea”.
¿Cómo era trabajar junto a Néstor Kirchner?
Era un tipo muy simpático, muy agradable para el trato. Hay mucha gente que cree que por el hecho de haber estado tan cerca era amigo íntimo, casi familiar de Kirchner. Y no es así… ojalá lo hubiera sido. Aunque creo que fue más poderosa la relación, más poderosa que la amistad, porque éramos compañeros en serio y para mí la palabra compañero tiene un valor muy alto. Con los amigos podes pelearte por distintas cuestiones, pero con los compañeros uno comparte una tarea y un destino. Kirchner siempre fue un compañero.
Trabajar con Néstor era muy fácil, nos reuníamos, hablábamos de política y yo le informaba el desarrollo de los que veníamos haciendo. Quizás daba alguna directiva para enfocar el rumbo sobre alguna cuestión que surgía. Lo que simplificó siempre mi trabajo es que el rumbo estratégico de este proyecto nacional, popular y democrático siempre estuvo, y continúa, muy claro.
¿Cómo pensaba Kirchner la integración latinoamericana?
Con Néstor la cuestión latinoamericana se daba de forma muy natural. Partiendo de algunos presupuestos básicos, y te estoy transmitiendo lo que Néstor pensaba y analizaba, él consideraba que esta coyuntura era la más fantástica que se ha había dado en estos 200 años y la más favorable para lograr la integración. Kirchner siempre remarcaba seis cuestiones centrales por las que él creía que era el mejor momento histórico y que no debíamos desaprovecharlo.
En primer lugar por la paz. “La América del Sur es un territorio de paz”, decía siempre Néstor. Nosotros logramos la paz con Chile, y el conflicto entre Chile y Bolivia no tiene ninguna posibilidad de transformarse en violento. No hay más hipótesis de conflicto entre los suramericanos. En segundo lugar, él planteaba que teníamos un territorio de 370 millones de habitantes y que en 20 años sería para 500 millones. También planteaba que tenemos una de las mayores reservas de agua potable del mundo. Y una de las reservas más importantes de todas las formas de energía del planeta. Además de ser una de las mayores reservas para la producción de alimentos. El último elemento que Néstor consideraba esencial era la calidad de los pueblos suramericanos, que hemos superado muchas vicisitudes, tenemos una gran cultura, somos trabajadores, creativos y alegres. Y a esto habría que agregarle, decía, que aun habiendo gobiernos que no coincidían entre sí en sus concepciones políticas o ideológicas había una relación de extrema confianza e intereses comunes.
En cuanto a UNASUR, Néstor tenía en claro que no debía ser una orga de amigos, ni un equipo de amigos que nos juntábamos porque nos llevábamos bien y había una amistad con Lula, con Evo, con Correa, con Chávez o con el Pepe. Sino que nos integramos porque representamos a países que tienen una enorme masa crítica de intereses comunes. Una idea central de él era crear un banco de promoción e inversión para el desarrollo productivo e industrial que fomente la obra pública suramericana. No hay integración si no hay integración física.
Pero que también tienen intereses diversos que aun no coinciden.
Exactamente. Fue allí donde entró la maestría de Néstor y su calidad de líder político. Rindió el único examen que le faltaba, que era el de la política internacional. Y lo rindió con creces. Nunca un ex presidente argentino, ninguno, ni Perón, tuvo un cargo de esta importancia en la historia de toda nuestra institucionalidad en estos 200 años. Y lo cumplió con muchos más resultados de los que se esperaban de él. La Carrió dijo que era una catástrofe suramericana que Néstor asumiera la secretaría general, y un poco tiempo después un par de idiotas en un programa de televisión le dan una medalla de plomo porque supuestamente iba a fracasar su misión mediadora para lograr la reanudación de las relaciones entre Venezuela y Colombia, estos pavos se la dieron seis o siete horas antes de que Kirchner reuniera en Santa Marta a Santos y a Chávez y se firmara el acuerdo. Santos en una cena en Buenos Aires veinte días antes le dijo a Néstor: “Yo sé que usted es amigo de Chávez, pero confío en usted”.
¿Kirchner y Chávez tenían una amistad o simplemente conjugaban bien?
Tenían una relación muy cercana. Eran amigos. Y Cristina y Chávez también. La Presidenta es la única que le dice cosas a Chávez y él se las banca. Y lo más importante es que la escucha. No es fácil Chávez, Lula tampoco. En rigor, ningún presidente es fácil, los presidentes y las presidentas son personajes muy especiales, por eso son tan pocos. Son especiales por el contacto que tienen con la sociedad, su visión del lugar y del mundo, de los caminos para recorrer y de los consensos. Néstor era un tipo especialísimo: muy hiperquinético, no paraba nunca, era agotador verlo. A las ocho de la mañana tenía hecha su gimnasia, había desayunado y leído todos los diarios. Y luego seguía, después de almorzar descansaba un poco cuando podía, y le metía hasta las doce de la noche o más tarde.
¿Cuándo viajan en el avión dormía?
No, no dormía nunca, le costaba mucho. Hablaba permanentemente o leía algo. Con algunos compañeros de viaje hablaba de fútbol, no conmigo porque en ese plano no nos entendíamos, a mí me gusta pero no soy un conocedor ni un fanático como él. Pero hablábamos mucho de amigos, de gente en común, de historia. Néstor era un gran indagador, escuchaba, y eso era fantástico en él. Era una esponja. Tenía una capacidad y una velocidad de percepción impresionante, la misma que luego tenía para la ejecución. Era muy sensible a lo que pasaba en la calle y en todos lados. Lo que ocurría no le resultaba extraño jamás.
¿Cuál será el próximo paso de la UNASUR?
Hay que definir quién será el nuevo secretario general. Seguramente será un ex presidente que genere consensos como lo hacía Néstor. Además, estamos preparando para el verano argentino un foro de las juventudes suramericanas con un gran acto de cierre que se va a desarrollar en nuestro país. Kirchner había pensado en hacer una reunión con todas las juventudes suramericanas. Era su sueño y lo queremos cumplir.
¿Qué acciones puede destacar de Kirchner como líder regional?
Cuando se le planta a Bush en Mar del Plata, y le dice aquella frase ya celebre “no me venga a patotear en mí casa”, y se derrumba la cuestión de integrarnos al ALCA. Néstor pensaba siempre cómo resolver la cuestión de las asimetrías entre los países, entre las economías. Pensaba cómo hacer programas de integración y complementariedad del desarrollo económico entre los países para beneficio de todos. También se puede destacar cuando viajó a la misión de paz con las FARC y liberaron rehenes. El salvataje de la democracia ecuatoriana, en el que fue fundamental el trabajo tanto de Néstor como de Cristina. Otro gran acto, fue el apoyo al presidente Evo Morales cuando en el 2008 hubo un intento secesionista. Evo tiene una relación especial con Kirchner, tiene un afecto impresionante.
Tanto Néstor como Cristina tienen una dimensión y una comprensión de la solidaridad con la soberanía política de los países que excede muchas cuestiones formales. Y siempre tuvieron la misma concepción y mirada sobre estos temas. El criterio era calcado.
Ahora, en los próximos tiempos, va a ser notable el liderazgo de Cristina a nivel suramericano. Ella es una Presidenta que un enorme predicamento y con un enorme respeto entre todos los presidentes. Me da la impresión que el próximo año va a ser la principal referente del pensamiento político suramericano en ejercicio de la presidencia, por su carácter, su formación y su capacidad. Cristina va a ocupar un lugar muy destacado en la región. Y esto va a ser muy bueno para nosotros, y en particular para ella, porque tiene una enorme y profunda concepción progresista no sólo de la importancia de la integración suramericana sino también de la multilateralidad que debemos afianzar en el plano de las relaciones universales.
Para la tarea de Kirchner como secretario general de la UNASUR fue vital generar consensos entre los presidentes, ¿qué balance hace de ese proceso?
La UNASUR es un organismo de integración que no ha esperado su ratificación legal sino que trabaja de facto, sobre los hechos, diariamente. Y no detenerse en cuestiones burocráticas ha sido merito de Kirchner. Pero al mismo tiempo trabajamos en la cuestión institucional, que requiere la ratificación parlamentaria de nueve países de los doce que integran UNASUR. (Mientras realizamos la entrevista le llega un llamado desde Surinam informando la adhesión de ese país al tratado constitutivo). Y en algunas semanas tendremos la adhesión de Uruguay, mientras que en Paraguay se ha demorado por la salud del presidente Lugo, pero también está por votarse. Esto lo ha trabajado personalmente Kirchner, fue a los países a hablar con los presidentes y con los parlamentos para discutir y para debatir las conveniencias de la integración suramericana. Quiero recordar que en los parlamentos están todas las fuerzas, no sólo las amigas. En el caso de Chile, por ejemplo, Néstor estuvo con el presidente Piñera y luego fue a reunirse absolutamente con todas las fuerzas y todos los bloques parlamentarios de ese país. Esta es una de las cualidades de Néstor, no sólo no abandonó el trabajo engorroso de reunirse con todos y cada uno, sino que lo propuso, lo hizo y lo ejerció para conformar y consolidar la cuestión institucional de la UNASUR.
¿Qué le deja Kirchner, en su condición de líder, al pueblo argentino?
Haber recuperado la dignidad. También le deja la importancia de la recuperación de la soberanía y una coherencia y una firmeza en las cuestiones básicas del desarrollo de este proyecto nacional, popular y democrático, junto a una voluntad inquebrantable. Conocí muchos presidentes pero pocas veces vi tipos de este calibre, que tuvieran en claro todas estas cosas que fui mencionando, pero que además pusieran tanto empeño y tanto laburo para llevarlas a cabo… tanto que creo que fue demasiado para su cuerpo. Pero Néstor no medía estas cosas, era un trabajador enorme de la política, era un militante. Su oxígeno era la política.
Kirchner era un tipo inmensamente federal, con una concepción de la cuestión federal espectacular: firme, amplia, generosa. Y digo generosa porque muchos repiten que castigaba a los gobernadores opositores y todo eso que se ha inventado. Podía disentir con algún gobernador por cuestiones de índole político, pero nunca a una provincia le faltaron los recursos y los fondos que le correspondían por una diferencia de ese tipo. Jamás. Kirchner era hombre que sabía el valor del federalismo.
La claridad que tuvo en las ideas y en la acción creo que evidentemente ha encarnado en la mayoría de la gente, particularmente en los más jóvenes. Yo venía viendo desde el mal llamado conflicto con el campo una explosión juvenil. Con algunos compañeros habíamos armado un equipo con el cual recorrimos casi todos los lugares en los que había piquetes y en los que la Mesa de Enlace agitaba, dábamos charlas y conversábamos con las personas. En aquel momento se acercaban muchos jóvenes y si nadie te mediatizaba la visión del país real se podía ver que lo que estaba ocurriendo en el país no era lo que se estaba publicando. Y nosotros vimos esa explosión.
Pocas veces ha habido tanta expresión de cariño, de dolor y alegría. Yo veo que los jóvenes es como si se hubieran juramentado cumplir con algunas de las consignas que Néstor asumió en su vida. La cuestión suramericana atrae muchísimo a los jóvenes, no logro descifrar por qué, y no sólo en nuestro país sino en toda la región. Hay como una épica juvenil en la cuestión de la integración suramericana, algo del Che y de los Patriotas que cala muy hondo en los jóvenes, que han valorado muchísimo este último trabajo de Kirchner al frente de la UNASUR.