El juez Norberto Oyarbide citó a declaración indagatoria a Mauricio Macri. Gonzalo Ruanova, legislador de la Ciudad por Nuevo Encuentro, opina sobre el escándalo de la gestión macrista.
La situación judicial del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, se complicó debido a que el juez Norberto Oyarbide lo citó para el próximo 28 de abril a una declaración indagatoria por el caso de espionaje dentro del gobierno. Los abogados de Macri, Santiago Feder y Ricardo Rosental, socios de Alejandro Carrió, abogado de Francisco de Narváez y de los hijos de Ernestina Herrera de Noble en la causa sobre su posible apropiación, leyeron ayer el expediente y comenzaron la estrategia de defensa. Macri, por su parte, dijo que se presentará a la indagatoria.
Asimismo, el juez Oyarbide convocó al ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, que deberá presentarse el 21 de abril, y al ex ministro de Educación, Mariano Narodowski, cuya declaración fue fijada para el día 22. La Cámara en lo Criminal y Correccional Federal, por su parte, el miércoles pasado confirmó el procesamiento con prisión preventiva por asociación ilícita del Jorge “Fino” Palacios, Ciro James y otros imputados en la causa.
Sobre el tema, varios legisladores porteños argumentaron que en caso de que la justicia diga que Macri es responsable penal sobre las escuchas telefónicas y el espionaje, la Legislatura tendrá una posición firme, pero que por el momento “hay que ser cautos”.
Para el legislador de Nuevo Encuentro, Gonzalo Ruanova, “Macri debería dejar de evadir responsabilidades, de dar excusas y de echarle siempre la culpa a otro”.
¿Qué significa, para usted, este avance de la justicia?
Que ya no tiene lugar eso que venía instalando Macri desde hace 4 ó 5 meses con respecto a que la actuación de Oyarbide era maliciosa. Acá ya hay una instancia superior que es la Cámara Federal, que certifica que la investigación que lleva adelante el juez iba en el camino correcto y además solicita la pronta elevación a juicio de esta situación. La Cámara dice que rápidamente se eleve a juicio oral para dilucidar quién está en esta asociación ilícita. No sólo que ratifica esta figura sino que dice que esta asociación venía actuando desde hace un tiempo largo.
¿Qué conclusión saca a 8 meses de la designación?
Me parece que se acabaron las excusas y la forma de justificaciones que Macri y sus ministros nos quisieron hacer creer durante todo este tiempo. Esto comenzó diciendo que a Ciro James no lo conocían y que había ingresado al ministerio de Educación casi como por un aviso clasificado. Con la investigación nos enteramos que James era un hombre no sólo de confianza de Jorge “Fino” Palacios, sino que además era un nexo imprescindible para, como dice fallo de la Cámara, el funcionamiento de la asociación ilícita. Por si fuera poco, su mujer trabajaba con la de Horacio Rodríguez Larreta (jefe de Gabinete de la Ciudad) en el armado de revistas. James cada vez que retiraba los casetes con las pinchaduras ilegales de teléfonos, inmediatamente se dirigía al domicilio de Franco y Mauricio Macri. La verdad es que este conjunto de “casualidades” amerita que el jefe de Gobierno explique cuál era la relación.
Pero Mauricio Macri dijo que no lo conocía y que Jorge “Fino” Palacio era el mejor policía que tenía la ciudad.
Nos dijo que no lo conocían hasta que Palacios dijo que lo había contratado él, ya es tiempo que alguien dé explicaciones de esta situación. Una Cámara Federal, una instancia superior de la justicia, está diciendo que el Jefe de la Policía Metropolitana, que Macri indicó como el mejor que tenía para traer a la ciudad, constituía una asociación ilícita que se dedicaba a pinchar teléfonos, apretar gente y a realizar procedimientos ilegales.
¿Entonces, para usted, Macri es responsable?
Además de la responsabilidad judicial de todos estos actores, esto lo marca la Cámara en su fallo, hay una responsabilidad política. Si uno decide poner al frente de una policía nueva, a formarse, que debe acabar con los vicios que tienen las policías que ya existen, a una persona que hoy a meses de esa designación está procesado en dos causas y en una de ellas es jefe de una asociación ilícita, uno tiene que tener responsabilidad política por esas decisiones y por la forma que dio respuestas a situaciones que se mencionan en la causa. Me parece que es tiempo que se presente de manera voluntaria y que explique cuál era su relación con estos personajes que eran funcionarios públicos mientas constituían una asociación ilícita. Pienso que es necesario que nos expliquen a todos los porteños qué hacía el jefe de la Policía Metropolitana designado por Macri, que dijo que cuidaba a sus hijos y que era jefe de seguridad del club Boca Juniors, y por eso él decía que era el mejor que podía llevar adelante la tarea. Es responsabilidad de cualquier gobernante y más en el proceso de formación de una nueva policía, esto lo tiene que explicar el jefe de Gobierno. Había un jefe de la Policía Metropolitana que tenía una asociación ilícita que espiaba a particulares, a diputados opositores, a sindicalistas y a parte del entorno de la familia Macri. ¿Para quién trabajaba Palacios cuando espiaba a los dos cuñados de Macri o cuando retiraba los casetes y se iba para Barrio Parque? ¿Quiénes usufructuaban estas investigaciones o a quién le interesaba que escucharan al marido de la hermana de Macri, a la mujer del otro hermano, es decir quién era el receptor de esta información? ¿A quién le servía?
Saliendo un poco de lo coyuntural, ¿está de acuerdo con que la Ciudad de Buenos Aires posea una policía propia?
En este debate es muy difícil plantearlo, uno tiene que ratificar que es importantísimo que la ciudad tenga su propia policía. Eso hay que decirlo todas las veces que sea necesario, de lo contrario parece que manipulando esta discusión uno deslegitima a esta policía. La ciudad tiene status de provincia y por eso debe tener su propio sistema de seguridad con una policía que se encargue de los porteños. Ahora el problema es cómo se formó esta policía, que es lo que nosotros discutimos cuando se decidió traerlo a Palacios y su modelo policial. Había una posibilidad de armarla de una manera diferente, con control civil, con herramientas tecnológicas, con un mapa del delito y sin repetir los errores que tienen otras fuerzas provinciales. Nosotros nos perdimos esa oportunidad de recrear el modelo de la Policía Metropolitana, dotarla de credibilidad y que la mayoría de sus integrantes sean formados para este proyecto y que no vengan de otra fuerza. Hay que volver a repensar el esquema de la Policía Metropolitana. Queremos que expliquen la política de designación del personal y de los cuadros conductivos. También estamos trabajando en un proyecto para que todas las personas de la Policía que tengan cargos de conducción pasen por una audiencia pública consultiva.