Aunque las esconda muy bien, Macri tiene las manos ensangrentadas. Por acción (sobre todo) u omisión. Su pretendida fortaleza para no negociar con nadie es rechazo hacia esos inmigrantes descontrolados, que no merecen ni siquiera pensar en vivir en ese miserable sur de la capital. Donde este no gobierno de Macri en estos tres años nunca puso nada en serio más que maquillajes. Como cuando dijo hacer el hospital de Lugano y terminó en una salita de mala muerte.
En estos días hemos leído y escuchado casi todo sobre las jornadas trágicas de Soldati. Me quiero detener en algo que muchos pasaron de largo y no parece casual.
Producto del esfuerzo y la prédica de la militancia hacia el gobierno nacional para que se pudieran implementar todos los programas sociales nacionales en la ciudad, a sabiendas de la resistencia del macrismo de tomarlos, se ideó desplegarlos vía clubes, sindicatos, ONGs, etc.
El Ministerio de Trabajo hizo punta y abrió su primera oficina de Empleo Joven de la mano de un sindicato en la calle Humberto 1°. Pero lo más contundente ocurrió hace dos semanas en el club Savio 80, justamente en el sur porteño. Durante dos jornadas, todas las áreas involucradas en aliviarle un poco las penurias a esos miles de humildes compatriotas de la zona, se pusieron a trabajar con los clubes, comedores, la salita, etc. Intervinieron los ministerios de Justicia, Interior, Desarrollo Social, Trabajo, Salud y más de 3000 vecinos pudieron ser atendidos y se les solucionaron o encaminaron sus problemas.
Como la tarea fue un éxito, todos comprendieron que ese era el camino. Llama entonces la atención la reacción tan violenta de los punteros del macrismo en esas zonas en estos días, donde claramente la patraña del Parque Indoamericano fue armada. Hay testimonios sobre cómo el apodado «Comandante» Rodríguez incentivó para que se ocuparan las parcelas, para que luego su jefe, el legislador PRO Cristian Ritondo, los denunciara, pidiera el desalojo y todo lo que ya sabemos que sucedió después.
¿Será que se sintieron amenazados de que la bajada del gobierno nacional funcionara como espejo de lo ineptos que son a la hora de gestionar? Lo concreto es que Mauricio Macri venía amagando con adelantar las elecciones de jefe de gobierno para marzo y terminó mostrando un adelanto patético y terrible de qué sucedería en la Argentina si este nene bien gobernara el país y tuviera que resolver conflictos sociales. De acá en más, quienes lo voten, serán cómplices de un irresponsable y un racista sin vueltas.