El fin de semana pasado se desarrolló en Chaco la Cumbre Social del MERCOSUR con un Campamento que albergó a 600 jóvenes militantes. Discutieron modelos de integración regional y políticas para distribuir la riqueza.
Algo está cambiando en la Argentina, no hay vuelta que darle. El retorno de la política para dirimir las tensiones sociales y el rol del Estado intervencionista para regular el desarrollo de las fuerzas productivas y la distribución del ingreso, son dos características de este nuevo tiempo para comprender la realidad nacional.
Los conflictos de los últimos tiempos y el choque contra los poderes hegemónicos que decidían -y en parte aun deciden- el rumbo del país y la vida de las personas, han motivado a los jóvenes que se han acercado curiosos y entusiastas a “la política”. La juventud, que muchos estúpidamente decían que estaba perdida, con madurez viene demostrando que puede aportar a la construcción de un proyecto nacional y democrático. Acudió multitudinariamente a los festejos del Bicentenario en los días de mayo porque se siente contenida en la lectura de la historia que reivindica a Moreno y no a Rivadavia, que eleva la figura de San Martín y de Artigas y no la de Mitre, que piensa al peronismo como un movimiento de liberación y no como un régimen, que mira a Latinoamérica como hermanos y no como barbarie.
Esa juventud, la nuestra, no está dispuesta a perderse esta cita con la historia, que es su presente y también su futuro. Defiende lo conquistado en estos años pero no se resigna: “hay que profundizar”, dicen, pero reconocen que “la política es correlación de fuerza” y no voluntarismo.
“Con voluntad no hacemos nada, o mejor dicho no alcanza, lo que necesitamos es generar correlación de fuerza, conciencia, organización, en las universidades, en los barrios, en el laburo, para poder avanzar en políticas estructurales que distribuyan la riqueza y amplíen derechos”, dice una joven que integra el frente Juventudes Argentinas.
El fin de semana que pasó se realizó el Campamento de Juventudes de la Cumbre Social del MERCOSUR. El campamento funcionó, al igual que la Cumbre, en la isla del Cerrito, a 60 kilómetros de Resistencia, en el departamento de Bermejo, en Chaco. La Isla fue escenario de la Guerra de la Triple Infamia (contra el Paraguay) y en 1914 el entonces presidente Marcelo Torcuato de Alvear dispuso que sea un leprosario.
Juventudes Argentinas, un espacio que reúne a más de 30 organizaciones políticas, sociales, sindicales y culturales, se creó en agosto del 2009 como reacción al golpe cívico-militar en Honduras y al cachetazo electoral del 28 de junio. La convocatoria fue abierta a todos los que estuvieran de acuerdo con dos cuestiones centrales que caracterizan al espacio: defender lo conquistado y profundizar, y unidad en la diversidad. Se hizo una marcha conjunta a la embajada de Honduras el 11 de septiembre para repudiar el golpe y recordar la manifestación que en 1973 hiciera la juventud contra del golpe de estado en Chile a Salvador Allende. Asimismo, se formalizó una mesa nacional con la intención de replicar el espacio en las provincias y regiones del país, y se comenzó a publicar una revista mensual (JA!) con una editorial en común discutida por todas las organizaciones y con notas firmadas por las agrupaciones que integran Juventudes Argentinas.
En el Campamento de Juventudes en Chaco participaron más de 600 jóvenes. 250 jóvenes partieron de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Conurbano, cerca de 200 de varias provincias del país donde funciona JA, unos 100 de Chaco, mientras que Paraguay, Brasil y Uruguay aportaron 50 jóvenes.
Entre las agrupaciones que participaron que forman parte de Juventudes Argentinas estuvieron: Juventud CTA, JP Evita, Corriente Política E.S. Discépolo, Juventud Carta Abierta, Encuentro Nacional Popular Latinoamericano, La FEDE, Agrupación John W. Cooke, Colectivo Militante, Peronismo Militante, Movimiento 26 de Julio, HIJOS (capital), Juventud Militancia Social, Juventud Partido Solidario, Partido Humanista, Juventud Partido Socialista (pcia de Bs. As), Movimiento Unidad Popular (MUP), Corriente Nacional Martín Fierro, Frente Transversal, Movimiento Agroalimentario Nacional, Movimiento Sanitarista Nacional, MTL, Patria Grande, PORIAJU, Envar El Kadri, Juventud Nacional y Popular, Corriente Agustín Tosco, Agrupación Universitaria La Vertiente , África y sus Diásporas…
La organización de la Cumbre de Social estuvo a cargo del embajador Oscar Laborde, responsable Consejo Consultivo de la Sociedad Civil (CCSC) de la Cancillería Argentina.
Tras varias horas de viaje los jóvenes fueron llegando a la Escuela Nº 2, en Resistencia. Ahí los esperaban, con agua caliente para el mate y sonrisas, los chaqueños que no ocultaban su felicidad por ver llegar a tantos jóvenes con ganas de debatir. Se hizo un plenario de apertura donde los referentes de las agrupaciones dieron un saludo y luego llegó el gobernador de la provincia, Jorge Capitanich, junto con Oscar Laborde para recibir a los jóvenes. Capitanich en su discurso destacó el rol de la juventud y la alegría de que su provincia sea la anfitriona y la que reciba a tantos jóvenes. Igualdad, rol del Estado, participación, profundizar, fueron los ejes elegidos por el gobernador. A cambio de las palabras, Juventudes Argentinas le entregó el último ejemplar de JA!
Luego llegó la hora del almuerzo, del pollo a la parrilla con ensalada, y recuperadas las fuerzas la juventud marchó por las calles de Resistencia hacia el teatro Margarita Xirgu, donde se haría la apertura oficial de la Cumbre Social del MERCOSUR. Con el teatro colmado, los jóvenes tendieron sus banderas frente a la mirada atenta de los presentes, entre ellos Horacio González (Director de la Biblioteca Nacional), Néstor Busso (Presidente del Consejo Federal de Comunicación y Presidente de FARCO) y varios funcionarios y legisladores de Chaco.
Terminado el acto, la juventud emprendió viaje hacia la Isla en los ómnibus que los había llevado a Chaco, y luego de algunas maniobras para sortear las irregularidades del camino (acuérdese de este detalle estimado lector), arribaron a la Isla. Armaron las carpas, acomodaron la comida de la cena y del mediodía del domingo, y fueron hasta la carpa ubicada a unos 400 metros para comenzar con el primer debate programado en grupos de 20 personas: Debate sobre coyuntura política. Algunas de las conclusiones a las que arribaron los jóvenes fueron:
– Para profundizar políticas favorables al pueblo es necesario la construcción de un sujeto político que represente al campo popular y tenga capacidad de iniciativa y organización para llevar adelante un programa del campo popular;
– La unidad es estratégica;
– El proceso de integración latinoamericana puso en evidencia un modelo político, económico y social que permitió afrontar la crisis y que los efectos no fuesen como en los países del primer mundo;
– La juventud: protagonista en este proceso de integración regional;
– Se destaca el rol de la militancia como herramienta fundamental para defender al Gobierno con una mirada crítica y profundizar los cambios;
– En la historia vemos como las crisis llevan a conflictos bélicos, las primeras victimas son los países dependientes. Por eso creemos que debemos estar atentos a las posibles contraofensivas imperialistas en particular en América Latina, como Colombia, Medio Oriente, Irán. En este contexto la lucha por la liberación también constituye la lucha por la paz mundial;
Y también surgieron interrogantes:
– Para la integración se necesita fortalecer cada Estado Nacional. ¿Qué Estado queremos construir? ¿Cómo logramos una verdadera democratización del Estado que implique mayor poder popular?
– ¿En qué medida nuestra militancia está atada a viejos paradigmas que no colaboran en la construcción actual? Necesitamos reflexionar sobre nuestras propias prácticas, Juventudes Argentinas aparece como posibilidad superadora.
Cuando terminaron de leer las conclusiones, Horacio González se apareció para saludar y celebrar la disposición de los jóvenes para el debate. Votaron alzando la Revista JA! organizar una multitudinaria marcha el viernes 17 de septiembre para recordar la Noche de los Lápices con un gran festival.
Luego vino la hora de la comida, un guiso de verduras y arroz, que varios jóvenes cocinaron en una olla gigante mientras debatían. Después fueron a una de las carpas donde tocaba una banda y se pasó música hasta la madrugada. Por unas horas se olvidaron del debate político, aunque reivindicaron a “San Ferné”.
El domingo, a pesar de los pronósticos que algunos hacían por la noche larga, etílica y rumbera, arrancó bien temprano con mate y torta frita, para luego continuar debatiendo en comisiones temáticas durante más de dos horas: Estado y Economía; Comunicación y medios; Cultura, identidad y pensamiento latinoamericano; Educación, Derechos Humanos y Sociales; Trabajo y Modelo Productivo; La vida y la tierra: Medio ambiente, recursos naturales y desarrollo sustentable; Género y diversidad sexual.
Después vino la hora del almuerzo, esta vez fideos con salsa de tomate, también preparado por jóvenes a la par que discutían modelos de integración regional. Algunos, al terminar de comer aprovecharon para juntarse con otras agrupaciones para conocerse y afinar el lápiz, otros eligieron la siesta, hasta que llegó el momento de desarmar las carpas y levantar campamento. Había ocurrido un imprevisto: la lluvia del sábado por la noche empeoró el camino que une la Isla con Resistencia y por lo tanto los autobuses no podían ingresar. Se decidió suspender el cierre oficial del Campamento y los jóvenes organizadamente se prepararon para subir a las lanchas puestas por la Intendencia para cruzar por el Río Paraná y el Río Paraguay a Corrientes y de esta forma subir a los micros y emprender el retorno.
Había cierto malestar hasta que se asomó una invitada de lujo. “Miren”, gritó alguien señalando la luna llena. De a poco, los jóvenes fueron cruzando el Río, mientras la luna los iluminaba. Sólo quedaba tiempo para un rezongo general de la juventud: “Hubo poco tiempo para debatir”. Señal de los nuevos tiempos y de la juventud dorada que se consolida con la vuelta de la política.