“La justicia social no se discute ni se debate; se conquista”

Asoma pidiendo permiso, entre hombres de cuero y trayectoria, en un mundo que no es para nada sencillo. La creación de trabajo formal y el cambio de paradigma que vive el país, generan las condiciones para la aparición de jóvenes dirigentes.

Facundo nos recibe en su oficina del sindicato de Peajes (SUTPA), del cual es secretario general. Sobre su escritorio hay algunos libros: Eva Perón: Secreto de Confesión de Sergio Rubin, El movimiento obrero argentino. Historia de la lucha de los trabajadores y la CGT de Claudio Díaz y Conducción Política de Juan Domingo Perón. Su computadora personal y el celular. También una foto con Néstor Kirchner en el Luna Park en el acto de lanzamiento de la Juventud Sindical. Los dos están saludando, eufóricos.

Oriundo de Mar del Plata, tiene 25 años, y además de ser el hijo de Moyano, es hijo de Elvira Cortés. “Mi vieja es recontra peronista”. Ella militó en Guardia de Hierro y “además es muy creyente y siempre nos transmitió eso”, nos cuenta el referente de la Juventud Sindical. “Por lo tanto, la política no sólo viene del lado de mi viejo, sino también de mi vieja. Inclusive hoy seguimos teniendo charlas en las que aprendo mucho”, completa.

“De chico, cuando mi viejo hacía las ollas populares, la Marcha Federal en los ’90, nosotros agarrábamos la video casetera y lo grabábamos. Tenemos un montón de casetes que dicen ‘filmaciones de papá’, donde guardamos todos los programas de televisión que estaba mi viejo, las marchas, los quilombos que hacía en esa época en contra del remate del país y del neoliberalismo. Y cuando venía a vernos se las mostrábamos, y mi viejo decía ‘mirá, ahí está éste, y ahí está no sé quien…’”, recuerda Facundo dejando escapar una sonrisa orgullosa.

Facundo, junto a ocho mil jóvenes de la Juventud Sindical, fue protagonista de una tarde soñada. Mística, militantes, peronismo, banderas, bombos, ministros, funcionarios, senadores y diputados nacionales, dirigentes sindicales y políticos, Hugo Moyano y Néstor Kirchner, configuraron el pasado 23 de agosto un nuevo momento mítico en la historia del movimiento obrero argentino.

“Nuestro objetivo es tener un millón de jóvenes movilizados y cuadros políticos bien formados con alto nivel de discusión política y técnica”, nos dice con firmeza.

-¿Qué sentiste el día del acto cuando subiste al escenario?

-Cuando salí con Néstor y con Hugo ya estaba repleto el Luna, y estaban todos gritando y agitando las banderas. Esa imagen me impactó mucho. Fui el primer orador y hasta que no dije el primer párrafo tenía unos nervios terribles. Si me equivocaba me iba a condicionar todo el discurso.

-¿El discurso lo preparaste vos o lo prepararon entre varios compañeros?

-Le di forma y contenido yo, pero le fui pidiendo a varios compañeros de la Juventud Sindical que me sugieran cosas y hagan aportes. En realidad, es algo que hicimos entre todos.

-Néstor Kirchner en su discurso llamó a armar un “frente policlasista, nacional y popular, integrado por los trabajadores, la clase media y los empresarios nacionales”. ¿Qué pensás?

-Creo que tiene que haber una alianza, eso es fundamental. Y en definitiva es lo que se dio en el peronismo. En las alianzas seguramente no se comparten todos los objetivos, pero tácticamente hay que aliarse para hacerle frente a un enemigo en común. Con muchos sectores nosotros podemos apostar a una unidad, por ejemplo con los movimientos sociales o con muchos espacios de juventud, porque compartimos los principios fundamentales y compartimos la doctrina. Y con los sectores con los que no coincidimos en todos los objetivos, tenemos que apuntar a una alianza porque sí compartimos un enemigo en común.

Es importante señalar al enemigo, y esto siempre se lo digo a los compañeros de juventud y a los compañeros del sindicato. Cuando los medios de comunicación dicen que el Gobierno genera un clima de enfrentamiento, esto lo dije en el discurso, el enfrentamiento está porque hay contraposición de intereses y de objetivos. Por eso yo dije “o nos gobierna la Sociedad Rural con un modelo agroexportador para cuatro millones de argentinos o profundizamos con la fuerza de los trabajadores y de los jóvenes un modelo industrial para 40 millones”. Ahí está la puja de intereses, y esa antinomia que es real, existió, existe y existirá. Cuando nosotros planteamos una Argentina que integre a todo el conjunto de la sociedad es cuando chocan esos intereses. Eso fue precisamente lo que pasó en la (Resolución) 125. Por eso remarqué que nuestros enemigos comenzaron a estar mucho más visibles a partir de esa medida que tomó el Gobierno y que era justa. Por eso nosotros nos decidimos, todavía sin la conformación de esta juventud que crece día a día, pero desde nuestro sindicato que está nutrido en su gran mayoría de jóvenes, apoyar esa medida y nos quedamos hasta la cinco de la mañana hasta que el traidor (del vicepresidente Julio) Cobos dijera que su voto era “no positivo”.

-¿Ya hicieron alguna evaluación colectiva del acto?

-Antes del acto nosotros planteábamos que tenía que ser un hecho político, un paso más en la consolidación de un espacio de juventud, y no un fin en sí mismo. Todas nuestras energías no tienen que estar puestas en hacer actos, sino en conformar un espacio de juventud que permita profundizar el proceso político iniciado en 2003. Estamos todos muy contentos por como salió, fue espectacular, se veía contentos a los compañeros, pero ahora hay que seguir trabajando con responsabilidad y sin pausa. Ya mostramos lo que queríamos mostrar: que el trabajador y los jóvenes estamos dando ese salto cualitativo y nos empezamos a consustanciar con la política. Tenemos que lograr que este acto que hicimos con un grupo de compañeros podamos hacerlo con todos los jóvenes. Este es un espacio que tiene que estar integrado, y en el que tienen que confluir todos los jóvenes de los diferentes espacios, para conformar un único frente de juventud que salga a conquistar esa justicia social, que como dije el lunes, “no se discute ni se debate; se conquista”. Aunque sabemos que este Gobierno ha sido lo mejor que le pasó al país desde la muerte de Perón, y que este proyecto es lo mejor que le puede pasar a la Patria, también sabemos que hay muchas cosas que faltan, y precisamente por eso creemos que tiene que haber una continuidad de este modelo, para que todas esas asignaturas pendientes se puedan cumplir como bien lo dijo Néstor en su discurso.

-Tienen un gran respaldo de muchos dirigentes de la CGT como Omar Plaini, Horacio Ghilini, Juan Carlos Schmid, Julio Piumato y Héctor Recalde ¿no?

-Sí, impresionante. Ellos son los que nos han dado un apoyo enorme, más allá de que considero que el espacio nos lo ganamos nosotros, los jóvenes trabajadores, porque empujamos, metimos y dijimos acá estamos. En algunos actos que no nos invitaban, nosotros íbamos con bandera de Juventud, que hacíamos sin el aval de nadie, diciendo somos jóvenes, somos trabajadores, queremos esto, queremos participar y ustedes nos están convocando en el documento fundacional de la Corriente Sindical en Mar del Plata. Ustedes dijeron que los jóvenes somos el futuro y el presente, por lo tanto estamos acá. De todas formas, hubo compañeros dentro de la Comisión Política de la Corriente Nacional y de la secretaría de la CGT que nos dieron manija y un gran apoyo.

-¿Cómo ves el momento político actual?

-Es un momento de definiciones y el movimiento obrero debe ser categórico en sus apreciaciones. Nosotros como trabajadores no podemos ser simples testigos de los acontecimientos, sino que tenemos que introducirnos de cabeza en este proceso y pasar a ser los protagonistas. Es un momento en que ya están juagadas las cartas: se sabe quién es el enemigo. Y esto lo remarco porque creo que si no identificamos al enemigo, no sabemos contra quién peleamos. Desde hace unos años, sobre todo después de la 125, se está debatiendo el país, el tipo de país que queremos, y el 2011 va a ser clave en esa discusión, y en gran medida se va a definir el destino de nuestra Patria. Perón decía “hay un delito infamante en cada ciudadano, y es que en el momento en que se definen los destinos de la Patria, no se está en ningún lado o se está de los dos bandos”. Y también decía “no hay que mirar al costado para ver qué hace el compañero, hay que mirar al frente para ver qué hace el enemigo”. Por eso es fundamental reconocer al enemigo principal. Porque si no tenemos el enemigo claro nos pueden confundir. El otro día mi viejo en el acto mencionó a Patricia Bullrich Luro Pueyrredón que se llena la boca hablando del 82 por ciento móvil y cuando tuvo la oportunidad, cuando fue ministra de Trabajo de Fernando de la Rúa, le recortó el 13 por ciento. ¿Qué viene a decir ahora? Se piensa que los trabajadores y los jubilados somos estúpidos y no tenemos memoria. Y además votaron en contra de la reestatizaciones de los fondos de los trabajadores que tenían las AFJP.

-¿Cuál es el rol de los trabajadores en el movimiento nacional?

-Tenemos que apuntar a organizarnos y a partir de esa organización salir a buscar el lugar que nos merecemos. Creo que estamos en condiciones de poder desarrollar una buena organización y poder plantearnos la conducción, o por lo menos plantear un proyecto que contemple a todo el conjunto de la sociedad. Raúl Scalabrini Ortiz decía “la senda de los hechos nuevos la marcarán los trabajadores, los desmuñidos, los descamisados”. Es decir, sólo las personas que vivan la realidad día a día, la realidad que viven las mayorías, van a ser capaces de marcar un nuevo camino. Por eso creo que hay que tomar estas frases, estos pensamientos que tienen una profunda raíz nacional y popular, como Jauretche, Scalabrini y los grandes dirigentes sindicales como Atilio López o Amado Olmos, y ahí vemos que siempre va a pasar por lo trabajadores. Es que si hacemos esta lectura histórica, que intentamos reflejar en el acto de Luna, siempre vamos a ver que son los trabajadores… no pasa por otro lado. Fíjense sino el conflicto con Techint, ¿Quién se le puede parar de manos a un grupo como ese? Sólo se puede hacer algo semejante, e incorporar a cinco mil trabajadores, se si tiene construcción de poder real. Y esta construcción de poder real la tenemos que hacer al conjunto de las organizaciones sindicales.

¿Te gustaría votar a tu viejo para Presidente?

-Siempre me preguntan si mi viejo va a ser candidato y yo varias veces le pregunté a él qué responder, y me dijo que le pregunten a él. Entonces yo les digo, eso se lo tienen que preguntar a él. Con la libertad que me da el secretario general de la CGT y padre, te digo que para mí no va a ser candidato, pero igualmente se lo tienen que preguntar a él.

-Pero la pregunta no fue si Hugo Moyano se va a presentar como candidato, la pregunta fue si te gustaría votarlo.

-Y claro, es mi viejo. Sería un orgullo para mí y para muchos trabajadores poder votarlo.

-En la revista que tienen ustedes, Común y Corriente , hay un par de planteos que nos parecieron muy interesantes. Ustedes hablan en la revista de dar el paso de lo gremial a lo político. ¿Cómo piensan ese paso?

-Es precisamente la función fundamental que tiene que cumplir la juventud. ¿Cómo lo hacemos? Bueno, instalando todos los acontecimientos políticos, todo lo que suceda, entre los trabajadores. A través de Común y Corriente lo estamos haciendo. Y hay que refrescar la memoria. En el acto del Luna Néstor dijo algo muy importante: “memoria, tengamos memoria argentinos”. Es fundamental, porque si nosotros no sabemos de dónde venimos, jamás sabremos dónde estamos y menos para dónde vamos. Además, tenemos que ser amplios y hacernos cargo como corresponde de todos los reclamos que existen. Tiene que ser un reclamo nuestro el trabajador que circunstancialmente se encuentre sin trabajo. Debemos dar la discusión de cómo integrar a todos al trabajo formal y lograr la sindicalización de todos los compañeros.

-En ese sentido, hay un debate planteado de si es posible en el actual desarrollo del capitalismo mundial lograr el pleno empleo formal. ¿Ustedes cómo lo analizan?

-Si no es posible tenemos que hacer que sea posible. Nosotros somos peronistas y Perón decía “gobernar es dar trabajo”. También decía que no existe un método para conducir, ni es posible decir éste es el plan que va a dar todas las soluciones. Se puede tener un esquema, una idea, pero la realidad es que hay que ir resolviendo las cosas como se van dando, encontrando la mejor solución a los problemas y a los desafíos que se van presentando. Desde el debate se pueden decir muchas cosas, pero la gente no tiene laburo, o no tiene casa, o no tiene aportes jubilatorios, o no accede al sistema de salud, o no tiene sueños. Con lo cual hay que buscar soluciones aun dentro de los parámetros del capitalismo actual, de la globalización, de las multinacionales que te condicionan… Y no se trata de voluntarismo, sino de generar las condiciones para que se pueda. Y ahí está la discusión, no si se puede o no se puede, sino cómo generamos las condiciones para que se pueda. Evita decía que “donde hay una necesidad, nace un derecho”, por lo tanto no nos podemos quedar en debates estériles y tenemos que buscar soluciones para poder lograr la justicia social y una Patria para todos los argentinos y los hermanos latinoamericanos.

-¿Qué opinión tienen ustedes de la CTA?

-Si esto sigue así, con la dinámica que viene teniendo, la discusión con la CTA va a quedar en un segundo plano, e incluso algunos gremios se van a reconfigurar, y va a ver una síntesis. La discusión entre las dos centrales se va a resolver en el plano de lo político y en la práctica.

-¿Desde qué lugar rescatan los programas históricos del movimiento obrero como el de Huerta Grande, La Falda, la CGT de los Argentinos y los 26 puntos de Saúl Ubaldini?

-Si en el Programa de La Falda, con Aramburu, el movimiento obrero pudo expresar el tipo de país que quería, cómo nosotros no vamos a estar dispuestos a querer realizarlo con el momento histórico que nos toca vivir. Si en aquel momento de proscripción, de persecución, de encarcelamiento, lo pudo hacer un Congreso, las 62 Organizaciones, en la ciudad de La Falda, cómo nosotros no vamos a estar definidos en poder llevar adelante la declaración de Mar del Plata. Tanto el documento de La Falda, el de Huerta Grande, el de la CGT de los Argentinos, como los 26 puntos de Saúl, son todas expresiones del tipo de país que quiere el movimiento obrero. Creemos que la única diferencia que tiene que existir con todas esas expresiones, que salieron de lo más profundo del corazón de los trabajadores, es que nosotros tenemos que lograr llevarlo adelante y concretarlo. Ahora tenemos un gobierno nacional y popular; ahora es el momento de profundizar y lograr lo que la clase trabajadora pretendió históricamente: independencia económica, soberanía política y justicia social.

Mario “Paco” Manrique de SMATA (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor), en un discurso espectacular en Bahía Blanca dijo: “lo más noble y lo más puro puede ser expresado por el trabajador”. Por eso en el video que pasamos en el acto fuimos hasta el 17 de octubre del ’45, para ver una vez más cómo nació el peronismo. Incluso lo trabajadores eran peronistas antes que Perón, como dijo Norberto Galasso en una charla que vino a dar a los compañeros de la juventud.

-¿Cómo ven ustedes el debate sobre las formas de construcción en los ’70, y los distintos caminos que eligieron las organizaciones, y qué implicancia tiene en la actualidad?

-Hay que rescatar las cosas buenas que tuvieron los compañeros de la JP y también lo bueno del sindicalismo. Fue una etapa muy complicada, hasta muy complicada para analizar, porque hay que tener en cuenta, para no hacer un análisis anacrónico, cuáles eran las circunstancias, por qué el movimiento estaba fracturado y culminó en lo que culminó. Y nunca se puede olvidar a la hora de hacer este análisis que al conductor de este grandioso movimiento peronista, lo habían sacado de la Casa Rosada bombardeando para matarlo. Entonces, sin el General Perón presente para marcar la táctica y la estrategia se hacía muy difícil conducir el movimiento. Por eso creo que hay que rescatar las cosas buenas de cada uno, y analizar profundamente para no cometer los mismos errores. Y sobre todo superar esa falsa contradicción. Por eso nosotros en el acto dijimos “los 30 mil compañeros desaparecidos son nuestros y (José Ignacio) Rucci también”.

El otro día veía el programa de Leuco que decía “cómo puede ser que el “Canca” Gullo esté con la Juventud Sindical levantando la remera y en los ’70 se cagaban a tiros… le tienen que explicar a la sociedad, la sociedad merece una explicación” ¿Qué hay que explicar? ¿Explicación de qué? Qué mejor que dejar esa falsa contradicción de lado y apostar a la unidad. Los jóvenes, si no somos capaces de superar esa falsa contradicción, no podemos construir nada. No se puede construir a partir de cuestionamientos entre nosotros de contradicciones del pasado. Yo no le puedo ir a cuestionar nada a los compañeros de La Cámpora o a Juan Cabandié. ¿Qué le voy a cuestionar? Juan es hijo de desaparecidos, hasta hace poco no conocía su verdadera identidad, y yo le voy a cuestionar cosas de cuando ni él ni yo habíamos nacido. Tenemos que luchar todos unidos por una Patria libre y soberana.

-¿Qué es el peronismo? ¿Qué significa hoy?

-Para nosotros peronista es el que hace peronismo; el que respeta los principios y los axiomas de la doctrina y con sus hechos y sus acciones lo demuestra. Para mí ni Duhalde, ni De Narváez, ni Solá, son peronistas… esos son gorilas, por sus acciones y por los intereses que defienden. Lo que pasa es que para llegar a la gente se ponen la remera de Perón y Evita, y levantan la bandera de la justicia social. De Narváez es un empresario que dejó en la lleca cinco mil trabajadores. ¿Qué peronista hace eso? Y ahí entra el rol de los medios de comunicación, que le van a chupar las medias y ganan un lugar en medio de la confusión. Por eso es tan importante la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y el anuncio que hizo la Presidenta sobre Papel Prensa, que es tremendo. Por eso nosotros apoyamos de lleno estas medidas, porque las consideramos fundamentales.

-Por último, ¿hay algún consejo de tu viejo que te haya marcado?

-Lo que más recuerdo y que me marcó mucho fue: “Vos podés ser muy inteligente, muy capaz, podés rosquear bien, pero si vos querés llegar lejos, siempre poné por delante tus principios y nunca traiciones a los trabajadores.” Y esto no me lo transmite a mí únicamente por ser su hijo, sino que se lo dice a todos los trabajadores.

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