Por Carla Di Terlizzi
Porque unidas nos sabemos fuertes, venimos a luchar.
Porque no seamos invisibles nunca más
Porque despertamos para siempre y ya no hay vuelta atrás
Porque no seamos invisibles nunca más.
Eruca Sativa
Las mujeres que atravesamos nuestra infancia y adolescencia entre los 90 y 2000 casi no tuvimos referentas mujeres en la escena del rock, no es que no las había pero era mucho más convocante el Pity Álvarez que una piba que se subía con su banda arriba de un escenario. Esto nos lleva a plantearnos: ¿Qué pasa con las mujeres en el rock? ¿Y las disidencias? ¿Hay femeneidades músicas o el rock es solo cosa de varones? ¿Las mujeres consumen históricamente rock and roll? ¿El rock es cosa de varones?
El rock llega a la Argentina entre fines de las años 50 y principios de los 60, y empezó a ser consumido por varones y mujeres que atravesaban sus años de juventud, convirtiéndose de esa manera no solo en un estilo musical sino también sirvió para marcar una forma de sociabilidad entre jóvenes, donde no importaba la clase o el género, sólo divertirse.
En los primeros años de rock en Argentina se mezclaron el sonido beat, con el rock and roll, la influencia de The Beatles y Elvis Presley. Se escuchaban bandas o músicos solistas, y muchas veces la televisión fue el medio principal por el que se difundió este tipo de música logrando su popularización, por ejemplo en programas como “El club del clan”. Estos músicos que estaban dando sus primeros pasos en la escena y que empezaban a experimentar con el rock eran en su mayoría varones, las mujeres aparecían como musa inspiradora en sus letras, dedicadas a sus novias o amores imposibles pero, en los relatos de los inicios del rock las mujeres nunca aparecen tocando instrumentos o cantando, si es que aparecen, lo hicieron en un segundo plano como acompañantes o como groupies, y no es que no existiesen mujeres músicas, sino que el rock era un espacio creado por y para varones.
A principios de la década de setenta a, Los Gatos, Manal, Almendra y luego Pescado Rabioso, Vox Dei, Pedro y Pablo, Sui Generis, Pappo’s Blues, Billy Bond y la pesada del rock and roll, Moris, Litto Nebia, León Gieco, Raúl Porchetto, todas bandas lideradas por varones, se empiezan a sumar a la escena musical algunas mujeres. ¿Quiénes eran estas mujeres? Por lo general eran pareja o familiares de algunos de los músicos nombrados anteriormente, el tener un vínculo afectivo con un varón que hacía música permitía a esas mujeres ingresar a un mundo en el que no eran protagonistas. La primera mujer en grabar canciones de rock fue Cristina Plate pero la primera en sacar un disco fue Gabriela Eppumer, que provenía de una familia de músicos. Gabriela fue una de las pioneras y músicas más importantes del rock nacional, no solo porque fue la primera en grabar un simple solista sino porque también formó parte de una de las bandas hito del rock nacional, Viudas e Hijas de Roque Enroll, una banda conformada solamente por mujeres donde Gabriela componía, tocaba la guitarra y cantaba junto con Mavy Díaz, Claudia Sinesi que tocaba el bajo y Claudia Rufinati los teclados.
La década del 80 estuvo marcada por la explosión musical en el ya llamado rock nacional, un rock que ya marcaba estilo propio. La impronta se debe por un lado a la prohibición de que se escuche y difunda música en inglés y, por otro lado el fin de la dictadura, de la represión, de la censura y las desapariciones se vieron reflejados en la escena musical.
A lo largo de la década se vieron nacer bandas que marcaron que construyeron el rock nacional, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Virus, Soda Stereo, Sumo, y a los nombres ya consagrados de la década anterior se le sumaban algunos nuevos: Fito Paez, Alejandro Lerner, Celeste Carballo, Fabiana Cantilo, Hilda Lizarazu. Viudas e Hijas de Roque Enroll fue una de las bandas, sino LA banda de mujeres más convocante en la historia del rock nacional. Formada en 1983, grabaron varios álbumes y en 1985 lograron presentarse y llenar el estadio Luna Park en Buenos Aires. Esto significaba que algo estaba cambiando, las mujeres empezaban a pisar fuerte en la escena musical y ya no solo acompañaban y eran musas, también de a poco empezaban a ocupar lugares visibles en las bandas que surgían. Otra banda de mujeres que se asoma a comienzos de la década y que, si bien no son conocidas masivamente, si fueron fundamentales en la historia del rock nacional, son Las Bay Biscuits, un grupo de rock teatral que hicieron entre otras cosas los coros para Patricio Rey y sus redonditos de ricota en el tema Superlógico. Las integrantes de la banda eran Diana Nylon, Viviana Tellas, Isabel de Sebastián, Edith Kucher y Fabiana Cantilo. Luego Fabiana, que se hizo muy amiga de Charly García, pasó a formar parte de Los Twist, siendo la voz principal junto con Pipo Chipolatti. A mediados de la década de 1980 saldrá a la luz el primer disco solista de Fabiana, que fue producido por Charly García. Cuando Fabiana comienza su carrera como solista y se va de Los Twist aparece en su reemplazo otra gran voz femenina de la escena, Hilda Lizarazu.
Sandra Mihanovich, Silvina Garré, Patricia Sosa son otras de las tantas mujeres que fueron protagonistas del rock de los 80 en Argentina. La sensación es que en la década del 80 la apertura a las mujeres arriba de los escenarios fue mucho mayor, ya no eran solo coristas o escribían las letras, cantaban, tocaban sus instrumentos, formaban sus bandas, hacían colaboraciones con otros artistas ya consagrados, grababan sus discos y hacían recitales multitudinarios. Sin embargo esta sensación de protagonismo cambió mucho en la década siguiente, el contexto fue propicio para que la música ya no sea solo experimentación sino sobre todo un comercio, y existía la creencia de que “las mujeres no venden”. Si prestamos atención a las bandas protagonistas en los 90 a partir de este nuevo rock chabón o rock rollinga no vemos ninguna mujer integrando a las mismas, ni siquiera como protagonistas. Las letras cambiaron y la escena también, y si bien el rock nunca dejó de ser cosa de varones, en los 90 lo fue más que nunca. La nueva oleada feminista vino a cambiar este sabor amargo que los 90 nos había dejado, y empezar a cuestionarnos algo que quizás antes no lo hacíamos: ¿Y las mujeres del rock dónde están? ¿Es el rock una música que las pibas podemos disfrutar? Por suerte para todo eso empezamos a encontrar respuestas, por un lado la ley de cupo que establece que en cada festival de música debe haber un cupo de mujeres en el escenario, que fue originada a partir de una demanda certera que era que las mujeres y diversidades no tenemos lugar en los escenarios. Pero también encontramos respuestas de la mano de la gran Marilina Bertoldi (la segunda mujer en ganar un Gardel de Oro, la primera había sido la legendaria Negra Sosa) de bandas como Eruca Sativa, y un montón de otras bandas integradas por mujeres que forman parte del under del rock, que crece cada vez más, teniendo en claro que hubo muchas que lucharon en el camino para tener un espacio en el escenario, y que sin Celeste, Fabiana, Hilda, Gabriela y tantas otras esto no sería posible. Las mujeres y todo el colectivo de la diversidad nos empezamos a sentir más representados, sentimos que podemos ocupar un lugar en el escenario y que también el rock es cosa de pibas.