El Hospital Argerich es una Caja de Pandora

El sistema de salud de la ciudad de Buenos Aires está en terapia intensiva y el gobierno de Macri le sacó el respirador artificial. Por qué sele recomendó al ex presidente que no se internara en el Argerich.

Cuando le recomendé al médico de la Unidad Presidencial que Néstor Kirchner no se interne en el Argerich para operarse de la carótida, desde el gobierno de la ciudad pusieron el grito en el cielo. Dijeron que me montaba sobre esto para hacer política en contra de Macri, pero lo esencial es que ahí nadie te puede asegurar que tengas la atención necesaria.

Una prueba de esto es que en las últimas dos semanas (aproximadamente) hubo 6 infectados de una bacteria intrahospitalaria en la sala de Neurocirugía. De los mismos tres –dos mujeres y un hombre– fallecieron producto de dicha infección. Hace una semana se elevó un memorandum a la dirección por parte del servicio de infectología, que después de hacer una evaluación de la situación, concluyó que era urgente que se cerrara la sala procediendo a la evacuación de los pacientes.

Sin embargo, la sala todavía no se evacuó, ya que no hay dónde derivar a los pacientes, lo cual implica la posibilidad real de futuras infecciones.

Mientras todo esto sucedía, el Subdirector Interino a Cargo, D. Néstor Hernández, se encuentra de vacaciones y la pregunta es: ¿cuál es la autoridad que está a cargo de enfrentar esta situación? Encima, el ministerio de la ciudad no interviene ante la urgencia de la situación, ni tampoco garantiza la derivación de los pacientes.

Esta es una de las razones por las que le se recomendó al ex presidente que no se internara en el Argerich. Porque no es seguro. Pueden dar todo tipo de explicaciones, pero lo que no pueden explicar es por qué tres pacientes sanos (con excepción de sus especificas patologías neurológicas), hayan muerto en el lapso de pocos días por infecciones adquiridas en el hospital; tampoco pueden explicar por qué no se procede a la inmediata evacuación, lo que es una responsabilidad del Ministerio del Gobierno de la Ciudad.

Para agravar esta situación, en los últimos días fueron internados en esa sala pacientes de Clínica Médica, por falta de camas. Pese a la acción denodada de los médicos, el Argerich está sufriendo una crisis de insumos, de personal y de aparatología. En el hospital no está la tecnología necesaria para atender a un paciente de urgencia.

En el sector de trasplantes se perdieron tres hígados, por falta de pago a los profesionales. El Jefe de Gobierno es responsable por no seguir investigando el daño colateral que están sufriendo las personas que se atienden en los hospitales públicos de la Ciudad, por el deterioro paulatino y diario permanente desde que asumió.

La crisis hospitalaria desde que comenzó la gestión de Mauricio Macri es cada vez peor y el Hospital Argerich es un fiel testigo de lo que pasa en distintos nosocomios de la ciudad. Son una Caja de Pandora y nadie puede asegurar cuál es el final de la película cuando uno se interna en un hospital porteño.

El sistema de salud de la ciudad de Buenos Aires está en terapia intensiva y el gobierno de Macri le sacó el respirador artificial.

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