Dar contenido a la liturgia con mayor participación y organización de la militancia.
Según la liturgia justicialista, y como dice nuestro columnista Fabián Rodríguez, octubre es un mes muy caro para la simbología y los sentimientos del peronismo: nacimiento de Perón el 8; renuncia a los cargos de vicepresidente, Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsión el 9; asunción de la tercera presidencia el 12, y, por supuesto, el Día de la Lealtad.”
Pero para que estas fechas recobren el valor y el vigor de antaño, tenemos que continuar profundizando este modelo de redistribución de la riqueza y de pleno empleo, donde definitivamente se llegue al famoso y tan añorado fifty-fifty, en el que cada argentino tenga un empleo digno y participe de las ganancias de las empresas. Es de esta forma, y no de otra, como se llega a la justicia social y como nuestros niños y niñas no serán estigmatizados porque sus padres no pueden darles un destino decoroso y así evitar que sean presa del gatillo fácil.
Esto se logra con mayor participación y organización de la militancia.
Seguramente este octubre se verá reflejado como hace mucho no pasaba en innumerables actos y movilizaciones a lo largo y ancho del país, en esta suerte de recuperación de la militancia que comenzó a vivir la Argentina luego del 28 de junio del 2009.
La mayor demostración se verá el 15 en el estadio de River, cuando el Movimiento Obrero Organizado ponga toda la carne en el asador para decir acá esta la columna vertebral -que quiere ser cabeza- de este proyecto, cumpliendo con esta liturgia o rito, pero para convertirlo en una fiesta de lealtad con los hombres y mujeres de carne y hueso de esta patria hermosa y querida.
Que la Lealtad vuelva a ser un valor inquebrantable entre nosotros y que el fuego de octubre nunca de apague.