El desafío de la integración regional entre los pueblos

Nacido en pleno auge del neoliberalismo en la región, el Mercosur se consolidó en los últimos años merced al origen popular de los gobiernos sudamericanos, que le están permitiendo superar lo meramente comercial, para extenderse a lo político, social y cultural.

Creado el 26 de marzo de 1991 con la suscripción del Tratado de Asunción entre Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay, el Mercado Común del Sur (Mercosur) se gestó al calor del “Consenso de Washington” en la idea de un “regionalismo abierto” como potencia exportadora en el “mercado globalizado”.

A 20 años de su inicio el Mercosur empieza a recorrer un camino diferente al modelo del que se sirvió de base, debido a las nuevas condiciones políticas en el bloque. En este escenario, el proceso de unión aduanera inicial está empezando a transmutarse hacia un Mercosur más integrador entre los pueblos que lo componen, y en el que se enfrenta a una serie de desafíos, pero también de posibilidades de proyección futura.

Con la firma de la Declaración de Foz de Iguazú del 30 de noviembre de 1985 entre los presidentes del Brasil, José Sarney, y de la Argentina, Raúl Alfonsín, se asientan las bases para la conformación del Mercosur en la era democrática. Con la firma del Acta de Asunción del 26 de marzo de 1991 entre los presidente Fernando Collor de Mello de Brasil, Andrés Rodríguez de Paraguay, Carlos Menem de Argentina y Luis Lacalle de Uruguay nace la zona de libre comercio entre los cuatro países, en pleno apogeo neoliberal y al poco tiempo de la caída del último dictador del bloque en 1989, el tirano paraguayo Alfredo Stroessner.

Unos años después, el 17 de diciembre de 1994, los Presidentes de Argentina, Carlos Menem, de Brasil, Itamar Franco, de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy, y Julio María Sanguinetti de Uruguay suscribieron el Protocolo de Ouro Preto I, que establece la estructura institucional de los organismos administrativos y políticos del Mercosur. Sin embargo, recién en la cumbre de 2004 de Ouro Preto II se dieron los pasos más significativos como lo fue el lanzamiento del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM), para ayudar al desarrollo de los socios menores, y la aprobación de la continuidad de construcción del Parlamento del Mercosur. El primer presupuesto de FOCEM fue aprobado en enero de 2007 en la Cumbre de Presidente realizada en Río de Janeiro, con los aportes de 2006 y 2007, por un monto de 125 millones de dólares; mientras, la aplicación de un modelo genuino de integración económica, comercial, política y social seguirá postergándose, como la idea de contar con una moneda común. El bloque está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay como miembros plenos y Venezuela en proceso de adhesión.

Los nuevos tiempos del Mercosur

Las sucesivas crisis económicas en Brasil y Argentina (además política en este último) durante el curso del año 2002 generaron dudas sobre la viabilidad del proceso de integración subregional, que económicamente se mostraba un tanto agotado, aunque políticamente empezaba mostrar otros signos con la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva al gobierno de la República Federativa del Brasil. El arribo a la presidencia de la Argentina en el 2003 de Néstor Kirchner, conjugó con el gobierno de Lula da Silva para el fortalecimiento de la integración económica y política del Mercosur, asegura el catedrático e investigador Alberto Rocha Valencia de la Universidad de Guadalajara, México. “El inicio de un proceso político alternativo al ciclo político neoliberal todavía vigente en la región, aunque cuestionado y en crisis, marca una acción importante para la construcción de una América del Sur políticamente estable, próspera y unida, con base en ideales democráticos y de justicia social”, sostiene Alberto Rocha.

En la edición 39 de la cumbre del Mercosur realizada en San Juan en agosto pasado, los presidentes de la Argentina, Cristina Fernández; del Brasil, Lula da Silva; del Paraguay, Fernando Lugo, y del Uruguay, José Mujica; y el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, avanzaron en importantes acuerdos como el nuevo código aduanero, sin el doble cobro de arancel externo y distribución de la renta aduanera. En ese sentido, el Mercosur está empezando a visibilizarse no solo en una integración económica, sino también política y social. Entrevistado por Zoom, el dirigente del partido Comunista paraguayo e integrante del Mercosur Social, Najeeb Amado, alega que “la participación social debe constituirse en la columna vertebral en la estructura del Mercado Común del Sur”. El dirigente afirma a su vez que “el Mercosur en la actualidad sirve para marcar soberanía ante países imperialistas” y agrega que “los fondos estructurales del Mercosur debe ser utilizados íntegramente por Uruguay y Paraguay”. En referencia a la asimetría de Paraguay respecto a los socios mayores del bloque, Najeeb reitera la propuesta aprobada durante la Cumbre Social del Mercosur para resarcir “las asimetrías desde una perspectiva histórica, teniendo en cuenta la Guerra de la Triple Alianza para seguir avanzando en la tentativa de mejorar las dificultades, entre las que se encuentran los pequeños y medianos productores que no tienen posibilidad de colocar sus productos dentro del bloque regional”, sostiene Najeeb Amado.

Por su parte el Coordinador del Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de la Cancillería Argentina, embajador Oscar Laborde, dijo que “es necesario resaltar que el proceso de integración se ha fortalecido” y que “los esfuerzos para una mayor participación social permitirá mejor institucionalidad en el Mercosur, y también para que la misma encuentre su espacio, desde ahora, en la UNASUR”.

Al cumplirse 20 años del Tratado de Asunción que dio vida al Mercado Común del Sur, el director de la Secretaría del Mercosur, Agustín Colombo Sierra cree que “el origen popular de los gobiernos en la región permitirá superar lo meramente comercial, extendiéndolo a lo político, social y cultural”, y asegura que “el papel político del Mercosur ha crecido junto con la voluntad integradora en la región”. Esta situación contrasta con la que se vivía en la región en los años 70 y 80, cuando gobernaban dictaduras militares, que sólo se ponían de acuerdo dentro del “Operativo Cóndor para la represión y no para establecer acuerdos comerciales y políticas entre sí. Hoy hay un auténtico vínculo comercial, social y político”, destacó Colombo al ser entrevistado por Radio Nederland en la sede del Mercosur en Montevideo, Uruguay.

Un paso significativo ha dado el Consejo del Mercado Común del Mercosur durante la última cumbre, celebrada el pasado 16 de diciembre en la ciudad brasileña de Foz de Iguaçu, con la designación del diplomático brasileño Samuel Pinheiro Guimaraes para estar al frente del primer Alto Representante General del bloque, que posibilitará mayores funciones de articulación política, formulación de propuestas y representación de las posiciones comunes, abarcando áreas como salud, educación, cultura y divulgación del Mercosur. Así como la implementación de las metas previstas en el Plano de Acción para un Estatuto de Ciudadanía del Mercosur.

La importancia geopolítica

El Mercosur se ha convertido en el componente de integración más exitoso de América Latina, y es considerado como el cuarto bloque comercial del mundo (detrás del NAFTA, la Unión Europea y la Cuenca del Pacífico). Con una superficie de 12 millones de kilómetros cuadrados, más de 200 millones de habitantes que concentra más del 50 por ciento del Producto Bruto Interno latinoamericano y el 51 por ciento de la producción industrial y del comercio regional. También abarca el 60 por ciento del territorio de América Latina y el 33 por ciento de su comercio exterior.

En Los rostros del Mercosur. El difícil camino de lo comercial a lo societal (CLACSO. 2001), el economista Jorge Schvarzer, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, afirma que “el Mercosur fue creado por una serie de factores fortuitos, aunque su presencia marca un cambio de la tendencia histórica en la región. Hasta mediados de la década del ochenta, los cuatro países se habían mantenido aislados entre sí; las conexiones físicas eran escasas y el intercambio comercial se mantenía en un mínimo, cada país estaba volcado hacia los centros mundiales, a los que veía como rectores, y a quienes vendía materias primas a cambio de productos fabriles y créditos”.

En los últimos años, el bloque fue definiendo una línea de acción diplomática y una voluntad política compartida, el manifiesto del Mercosur a los reclamos argentinos de soberanía sobre las islas Malvinas y el apoyo a la democracia paraguaya son dos demostraciones del grado de acuerdo alcanzado entre los países componentes, y le agrega una dimensión geopolítica significativa al proceso de integración regional.
Para el principal asesor del gobierno brasileño, Marco Aurelio García, la importancia del bloque sudamericano radica es que es una de las regiones de “mayor reserva de agua potable, energía y alimentos en el mundo”. En ese sentido, García destaca la región por tener “cierta homogeneidad cultural y lingüística, lo que hace que no estemos agobiados por tener que enfrentar tantas lenguas ni culturas diferentes”.

“Es además una región de paz, es probablemente la única región del mundo en la que los países no tienen armas nucleares, donde no hay conflictos entre los países desde hace mucho tiempo. Y si hay algún conflicto sobre cuestiones fronterizas se pueden resolver fácilmente por la vía diplomática, es una región de gobiernos democráticos, electos en elecciones libres y bajo observación internacional”, señala, Marco Aurelio García.

Consolidando la integración

El embajador de Uruguay en Venezuela, Jorge Mazzoarovich manifestó que “la presencia de Venezuela en el Mercosur consolidaría el imprescindible proceso de integración suramericano y, a su vez, reforzaría la importancia geopolítica del bloque desde el punto de vista comercial, político, cultural y económico”. Al respecto Mazzoarovich señaló que “pese a que no ha sido adherido al bloque, Venezuela ha formado parte en la toma de decisiones de muchas de las iniciativas que se han ejecutado en el Mercosur como es el caso del banco del Sur, las ideas vinculadas al área energética y otros aportes establecidos bajo criterios de solidaridad y de complementariedad, son prueba fehaciente de la participación de esta nación en la unión aduanera”, sostuvo el diplomático al reclamar por la incorporación del país caribeño al organismo regional. El Senado paraguayo está retrasando el ingreso de Venezuela al Mercosur por oposición al gobierno de Hugo Chávez, convirtiendo a Paraguay en el único país del bloque que aún no ha aprobado el protocolo de adhesión de Venezuela, ya que fue aceptado por los otros socios plenos: Argentina, Brasil y Uruguay.

Con motivo del 20 aniversario de la conformación del Mercosur, los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman, de Brasil, Antonio de Aguiar Patriota, de Paraguay, Jorge Lara Castro, y de Uruguay, Luis Almagro, emitieron un comunicado conjunto donde rescatan la consolidación de las relaciones de confianza mutua, la profundización de los canales de diálogo político y los lazos de cooperación. En el plano económico: los avances en el volumen de los intercambios comerciales alcanzados, el código aduanero común, la integración energética, el libre tránsito, la superación de las asimetrías y la evolución permanente de la institucionalidad. En ese sentido destaca el informe “las diversas iniciativas que se están tomando en el bloque han servido al imperativo de implementar la agenda ciudadana priorizada por nuestros países. Estamos determinados a caminar hacia un verdadero estatuto de la ciudadanía del Mercosur, que consolide y dé visibilidad a los cambios graduales, aunque profundos, que ya vienen sucediendo en la vida de muchos de nuestros ciudadanos”. “El Mercosur trajo una nueva visión de nuestros países respecto de sí mismos y de su inserción en el mundo. Ya podemos hablar de una ‘generación Mercosur’, que sabe que el desarrollo de cada socio es inseparable del desarrollo de los demás. Sea por el intercambio continuo de experiencias, sea por la definición de políticas de alcance regional, el Mercosur ha servido para tejer una tela de solidaridad abarcando diversos ámbitos de nuestras sociedades”, señala otra parte el documento emitido con motivo del aniversario del Tratado de Asunción de 1991. Por último, el pronunciamiento de los cuatro cancilleres del Mercosur afirma que se debe “seguir perfeccionando el Mercosur, a partir de la comprensión de aquello que tiene de singular. Aprovechemos la fecha, por lo tanto, para reflexionar respecto del sólido patrimonio acumulado a lo largo de ese proceso. Patrimonio sobre el cual cabe continuar trabajando, en nombre de sociedades cada vez más democráticas, prósperas y justas”.

Los pasos dados por el Mercosur están empezando a consolidarse al ser una referencia política y económica regional. Con estos visos el bloque se muestra cada vez más independiente en su accionar para elegir su propio destino y consolidar en poco tiempo una verdadera integración entre los pueblos del Sur.

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