Por memoriaviva.net.- Londres 38 era un recinto secreto de detención y tortura ubicado en el centro de Santiago de Chile y llevaba el nombre “Yucatán” en la jerga militar.
En este local funcionó el personal de la DINA, desde Noviembre de 1973 y hasta aproximadamente los últimos días de septiembre de 1974. Era conocido como “la casa del terror” o “la casa de las campanas”, esto último porque desde su interior se oían las campanas de la vecina iglesia de San Francisco.
El anuncio de subasta del ex centro de tortura de la DINA, Londres 38, contiene ilegalidades del Instituto O’Higginiano y del martillero Mario Lorca, que no informaron al Consejo de Monumentos.
El Instituto O’Higginiano dirigido, por el ex ministro de Defensa de la dictadura, general (R) Washington Carrasco, convocó ilegalmente al remate del ex centro de tortura de la DINA ubicado en calle Londres 38 (hoy 40), casa declarada monumento histórico el 4 de octubre de 2005.
La ilegalidad la detectó el Consejo de Monumentos Nacionales y ayer se lo informó al instituto demandándole que, si bien puede vender o subastar, debe informar a este consejo la intención del remate como lo establece la ley 17.288 sobre Monumentos Nacionales. La subasta pública fue anunciada por el martillero Mario Lorca de “Remates Santiago” en la prensa del domingo pasado, y se realizaría el próximo 8 de marzo.
La otra ilegalidad la cometió Lorca, porque tampoco dio aviso al consejo de la subasta “con anticipación mínima de 30 días” como lo demanda el artículo 15 de la mencionada ley.
Esta disposición obliga a que cuando el propietario de un inmueble monumento histórico quiere de vender o rematar, debe informar al consejo para que comunique al Ministerio de Bienes Nacionales y ver si el Estado quiere comprar, pues tiene “la preferencia para su adquisición”.
El instituto ocupa la casa desde el 29 de noviembre de 1978, fecha en que Pinochet se la entregó “en forma gratuita” mediante el decreto Nº 964, luego que después del golpe militar se apoderó del inmueble que pertenecía al Partido Socialista. Desde ese lugar desaparecieron 94 prisioneros políticos.
Gloria Elgueta del Colectivo Londres 38, calificó de “puro lucro” la intención del organismo dirigido por Carrasco, ex vicecomandante en jefe del Ejército, “pues a ellos la casa no les costó nada”. El instituto quiere 250 millones de pesos por la venta.
El objetivo de las organizaciones de derechos humanos, es que el Gobierno del Presidente Lagos se comprometa a que el Estado compre o expropie la casa -como lo posibilita la ley 17.288- para cederla en comodato a quienes buscan crear un museo de la memoria histórica.
Londres 38: «La casa del terror o la casa de las campanas»
Londres 38 era un recinto secreto de detención y tortura ubicado en el centro de Santiago y llevaba el nombre “Yucatán” en la jerga militar. En este local funcionó el personal de la DINA, desde Noviembre de 1973 y hasta aproximadamente los últimos días de septiembre de 1974. Este lugar también era conocido como “la casa del terror” o “la casa de las campanas”, esto último porque desde su interior se oían las campanas de la vecina iglesia de San Francisco.
Este local había sido originalmente la sede de una dirección comunal del Partido Socialista antes ser pasar a ser uno de los principales centros de tortura de la DINA. En este recinto se daban las modalidades de tratamiento más características de la DINA durante su primera fase, muchas de las cuales permanecen más adelante: interrogatorios inmediatos y sin límites en la tortura que se aplicaba, permanente trato vejatorio y gran cantidad de detenidos.
En este primer período no se había reunido todavía información suficiente sobre la actividad política clandestina que se buscaba reprimir, los métodos represivos no estaban depurados y la DINA no disponía con todos los medios con que más tarde llegó a contar.
Los prisioneros arrestados eran conducidos en furgones frigoríficos herméticos; tendidos boca abajo y vendados en el suelo de camiones de diferentes marcas y modelos, que se introducían en el garaje, donde eran fichados y registrados. A los prisioneros se les mantenía con los ojos tapados, amarrados de pies y manos y sentados en una silla día y noche.
El recinto mismo consistía en una casa antigua y relativamente amplia, pero que resultó ser demasiada estrecha para albergar el gran número de detenidos que llegó a tener y para cumplir las demás funciones desempeñadas por la DINA.
En su interior hasta unos 70 detenidos permanecían con la vista vendada reunidos en una amplia sala que en el día tenía sillas y por la noche colchonetas. Periódicamente se les sacaba a interrogatorio en el tercer piso de la casa, donde se les sometía a intensas torturas. No recibían alimentación y sólo excepcionalmente se les daba de beber.
La forma más habitual de tortura en Londres 38 era la aplicación de electricidad o la «parrilla». Probablemente el método de tortura que más caracterizaba a este recinto fue el de presionar a los detenidos con sus parientes cercanos, sea deteniéndolos, torturándolos e incluso sometiéndolos a vejaciones sexuales en la presencia del detenido.
A pesar del rigor en el trato a los detenidos, el hacinamiento y el desorden propio de ese período permitía mucho contacto entre los detenidos y una circulación rápida de información entre ellos, lo que ha permitido identificar este recinto y algunos de los presos políticos que estuvieron en este lugar, incluyendo a Cecilia Labrín Sazo, Maurico Jorquera, Alan Bruce Catalán, Martín Elgueta, Maria Angélica Andreoli, todos desaparecidos hasta hoy en día.
En un comienzo, la permanencia en el lugar fluctuaba entre dos a diez días, al cabo de los cuales el detenido es puesto en libertad en la vía pública o trasladado a Tejas Verdes o al Estadio Chile.
Posteriormente la permanencia se prolonga. La gran mayoría es trasladada a Cuatro Álamos (pabellón de incomunicados), y luego algunos aparecen en libre plática en Tres Álamos, o bien son transferidos a Chacabuco, en calidad de arrestados en virtud de las disposiciones de la Ley de Estado de Sitio.
Los testimonios jurados de presos políticos muestran que en Londres 38 los detenidos eran sometidos a continuas sesiones de torturas, mantenidos en estricta incomunicación con el exterior y en inhumanas y degradantes condiciones físicas.
Una de las presas políticas declaró que fue detenida en Agosto de 1974 por agentes de la DINA entre los cuales iban Luz Arce y Osvaldo Romo Mena.
Fue conducida a Londres 38 en donde había otras personas detenidas, todas las cuales eran sometidas a violentas torturas: «habíamos allí entre 70 y 90 personas, en una habitación infecta, sin aire, sin luz natural, sin alimentación, escuchando día y noche -cuando no nos torturaban a nosotros- como torturaban a las otras personas allí detenidas».
A fines de 1974 los presos políticos fueron divididos en grupos y mientras a algunos se les trasladó a otros lugares de reclusión, varios afectados desaparecieron en esa fecha.
El recinto Londres 38 fue reemplazado por dos inmuebles ubicados en avenida José Domingo Cañas, esquina a la calle República de Israel. En noviembre entra a funcionar una parcela denominada Villa Grimaldi.
Es importante mencionar que la dictadura negó sistemáticamente la existencia de este recinto de detención. En Junio de 1978, Sergio Fernández Fernández (Ministro del Interior de la época) informó que ese inmueble no figuraba como dependencia de la CNI.
En Enero de 1978, Juan Ignacio García Rodríguez (Subsecretario del Ministerio del Interior Subrogante de la época) señaló que Londres 38 no pertenecía a ese Ministerio ni a ningún organismo dependiente del mismo y que no existía constancia de que hubiese pertenecido a algún organismo de seguridad.
En Junio de 1979, Raúl Benavides Escobar (Teniente General y Ministro de Defensa Nacional) comunicó que «la propiedad ubicada en calle Londres N° 38 no pertenece a las Fuerzas Armadas ni de Orden».
Sin embargo, en Enero de 1980 Manuel Contreras Sepúlveda declaró que efectivamente Londres 38 había sido un local de la DINA, declaración que sería mas tarde corroborada por Marcelo Moren Brito.
Londres 38 estuvo a cargo de la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM), cuyo comandante era el oficial de ejercito Manuel Manríquez Moyano.
En este recinto de tortura operaban dos agrupaciones de la DINA: “Caupolicán” y “Tucapel”. Entre el personal de la DINA que trabajaba en Londres 38 existían mujeres que cumplían labores administrativa, escribían a maquina y consignaban los datos de los prisioneros que venían llegando. Existían también dos grupos operativos que salían a detener y luego interrogaban y torturaban: Halcón 1 y Halcón 2.
Monumento Histórico Nacional
El Ministro de Educación, Sergio Bitar, firmó, en Octubre del 2005, el decreto que declara Monumento Histórico Nacional al inmueble de la calle Londres 38, que entre abril y noviembre de 1974 fue un centro de detención y torturas de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
Para el secretario de Estado, quien se encargó de formalizar esta iniciativa, “la decisión que ya ha sido aprobada por el Consejo de Monumentos Nacionales representa un hecho emblemático para la promoción de la cultura de los derechos humanos en nuestro país”.
En la Ceremonia en la que participaron entre otros, Jorge Flores, un sobreviviente de este centro y el Senador Carlos Ominami, uno de los precursores de esta idea, Bitar explicó algunos antecedentes de esta propiedad.
“Según datos de los informes Rettig y Valech, en este lugar fueron ejecutadas alrededor de 94 personas que ingresaron como presos políticos, de ellos 81 eran hombres y 13 mujeres, tres de las cuales estaban embarazadas y en su inmensa mayoría se trataba de jóvenes”.
Actualmente funciona allí el Instituto O’Higginiano y su numero 38 fue cambiado por 40.
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Fuentes: Jorge Escalante La Nación chile
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