Desde los comienzos de los 90 un grupo de personas gestó la idea de una Asamblea de Salud de los Pueblos en el año 2000, y se puso a trabajar en ello. Eran individuos que habían participado y/o adherido a la “Declaración de Alma Ata”, con la cual culminó la Conferencia de Atención Primaria de Salud, en 1978. Aún antes de llegar a los años 80 se percibió que no existía la voluntad política para concretar esas políticas que harían realidad una justicia social internacional y de esta manera alcanzar “salud para todos en el 2000”. En el medio de semejante postergación vale mencionar la única y honrosa excepción que es Cuba. Una esperanza de que existan valores en la Humanidad que hagan posible una política centrada en el bienestar del Pueblo.
Así fue que se constituyó un comité coordinador conformado por ocho organizaciones no gubernamentales internacionales que convocó a esta Asamblea de Salud de los Pueblos, en Bangladesh, en diciembre del 2000, bajo el lema “OIR A LOS QUE NADIE OYE”.
Concurren 1500 personas provenientes de 94 países. Y se afirma que la crisis en salud es a causa de las políticas sociales y económicas impuestas, se refirma principios entre los cuales se menciona el más alto nivel de salud como un derecho humano fundamental y se hacen siete llamados “a los pueblos del mundo”
A continuación una síntesis de lo presentado por cada grupo en el congreso:
1.- La salud como derecho humano
– Conocerlo desde los trabajadores de la salud.
– Socialización del conocimiento del derecho.
– Generar espacios de discusión y acciones en las comunidades que pertenecemos.
– Conocer la legislación vigente.
2.- Retos económicos
– Informarnos e informar sobre los acontecimientos que nos han llevado a la situación actual (Deuda Externa, la estructura impositiva y su impacto en la salud, planes económicos, empleos y salarios).
– Agruparse en diferentes organizaciones para discutir y generar diferentes alternativas a la situación actual.
3.- Retos sociales y políticos
– Comenzar a entender la medicina como un fenómeno social.
– Reforzar la educación.
– Incrementar la participación de la comunidad.
– Respetar que la salud es un derecho de las personas.
– Formación del equipo de salud en áreas antropológicas y sociales.
– Urgentes cambios curriculares en Medicina.
4.- Retos ambientales
– Tomar conciencia que formamos parte de medioambiente, a partir de la concepción que tienen los pueblos originarios de la naturaleza.
– Reglamentar la explotación de recursos naturales (empresas extranjeras, nacionales, instituciones públicas y militares).
– Importancia del trabajo local: prevención y educación.
5.- Guerra, violencia y conflicto
En lo micro:
– En la práctica cotidiana promover la no violencia y conductas no agresivas.
– Promover estas actitudes en instituciones comunitarias, escuelas, iglesias y clubes. En lo macro
– Participar en las agrupaciones que nos nuclear para sugerir y participar en acciones que promuevan y apoyen la paz (pronunciamientos, declaraciones, marchas, adhesiones).
6.- Sector Salud centrado en la población
– En base a un diagnóstico de situación previo, realizado en el lugar de trabajo, proponer nuevos proyectos teniendo en cuenta las necesidades de la población.
– En el propio lugar de trabajo y en conexión con instituciones barriales proponer talleres sobre inquietudes de la población.
– “Educación médica-Educación de los pacientes”, sobre adecuada atención (criterios de utilización de recursos).
– Valoración de saberes populares.
7.- Participación para un mundo más saludable
– Sanidad ambiental.
– Formación de redes, con espíritu de discusión.
– Definir las prioridades de acuerdo a las necesidades sentidas.
– Políticas de salud.
– Ecología, salud del medio ambiente (¿es posible un pueblo sano en un mundo enfermo?).
– Construcción de otro tipo de poder.
– Respeto a lo intercultural.
– Promover cooperativas.
– Trabajar desde la visión local salud, educación, economía, etc.
– Recuperar la confianza.
– Cuidado mutuo y auto cuidado.
– Paz.
DECLARACION DE ALMA-ATA
Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud,
Alma-Ata, URSS, 6-12 de septiembre de 1978
La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, reunida en Alma-Ata el doce de septiembre de mil novecientos setenta y ocho, considerando la necesidad de una acción urgente por parte de todos los gobiernos, de todo el personal de salud y de desarrollo y de la comunidad mundial para proteger y promover la salud de todos los pueblos del mundo, hace la siguiente Declaración:
I
La Conferencia reitera firmemente que la salud, estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, es un derecho humano fundamental y que el logro del grado más alto posible de salud es un objetivo social sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la intervención de muchos otros sectores sociales y económicos, además del de la salud.
II
La grave desigualdad existente en el estado de salud da la población, especialmente entre los países en desarrollo y los desarrollados, así como dentro de cada país, es política, social y económicamente inaceptable y, por tanto, motivo de preocupación común para todos los países.
III
El desarrollo económico y social, basado en un Nuevo Orden Económico Internacional, es de importancia fundamental para lograr el grado máximo de salud para todos y para reducir el foso que separa, en el plano de la salud, a los países en desarrollo de los países desarrollados. La promoción y protección de la salud del pueblo es indispensable para un desarrollo económico y social sostenido y contribuye a mejorar la calidad de la vida y a alcanzar la paz mundial.
IV
El pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención de salud.
V
Los gobiernos tienen la obligación de cuidar la salud de sus pueblos, obligación que sólo puede cumplirse mediante la adopción de medidas sanitarias y sociales adecuadas. Uno de los principales objetivos sociales de los gobiernos, de las organizaciones internacionales e de la comunidad mundial entera en el curso de los próximos decenios debe ser el de que todos los pueblos del mundo alcancen en el año 2000 un nivel de salud que les permita llevar una vida social y económicamente productiva. La atención primaria de salud es la clave para alcanzar esa meta como parte del desarrollo conforme al espíritu de la justicia social.
VI
La atención primaria de salud es la asistencia sanitaria esencial basada en métodos y tecnologías prácticas, científicamente fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad mediante su plena participación y a un costo que la comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada una de las etapas de su desarrollo con un espíritu de auto responsabilidad y autodeterminación.
La atención primaria forma parte integrante tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la función central y el núcleo principal, como del desarrollo social y económico global de la comunidad. Representa el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el sistema nacional de salud, llevando lo más cerca posible la atención de salud al lugar donde residen y trabajan las personas, y constituye el primer elemento de un proceso permanente de asistencia sanitaria.
VII
La atención primaria de salud:
– 1. Es a la vez un reflejo y una consecuencia de las condiciones económicas y de las características socioculturales y políticas del país y de sus comunidades, y se basa en la aplicación de los resultados pertinentes de las investigaciones sociales, biomédicas y sobre servicios de salud y en la experiencia acumulada en materia de salud pública;
– 2. Se orienta hacia los principales problemas de salud de la comunidad y presta los servicios de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación necesarios para resolver esos problemas;
– 3. Comprende, cuando menos, las siguientes actividades: la educación sobre los principales problemas de salud y sobre los métodos de prevención y de lucha correspondientes; la promoción del suministro de alimentos y de una nutrición apropiada, un abastecimiento adecuado de agua potable y saneamiento básico; la asistencia materno infantil, con inclusión de la planificación de la familia; la inmunización contra las principales enfermedades infecciosas; la prevención y lucha contra las enfermedades endémicas locales; el tratamiento apropiado de las enfermedades y traumatismos comunes; y el suministro de medicamentos esenciales;
– 4. Entraña la participación, además del sector sanitario, de todos los sectores y campos de actividad conexos del desarrollo nacional y comunitario, en particular la agricultura, la zootecnia, la alimentación, la industria, la educación, la vivienda, las obras públicas, las comunicaciones y otros sectores y exige los esfuerzos coordinados de todos esos sectores;
– 5. Exige y fomenta en grado máximo la auto responsabilidad y la participación de la comunidad y del individuo en la planificación, la organización, el funcionamiento y el control de la atención primaria de salud, sacando el mayor partido posible de los recursos locales y nacionales y de otros recursos disponibles, y con tal fin desarrolla mediante la educación apropiada la capacidad de las comunidades para participar;
– 6. Debe estar asistida por sistemas de envío de casos integrados, funcionales y que se apoyen mutuamente, a fin de llegar al mejoramiento progresivo de la atención sanitaria completa para todos, dando prioridad a los más necesitados;
– 7. Se basa, tanto en el plano local como en el de referencia y consulta de casos, en personal de salud, con inclusión según proceda, de médicos, enfermeras, parteras, auxiliares y trabajadores de la comunidad, así como de personas que practican la medicina tradicional, en la medida que se necesiten, con el adiestramiento debido en lo social y en lo técnico, para trabajar como un equipo de salud y atender las necesidades de salud expresas de la comunidad.
VIII
Todos los gobiernos deben formular políticas, estrategias y planes de acción nacionales, con objeto de iniciar y mantener la atención primaria de salud como parte de un sistema nacional de salud completo y en coordinación con otros sectores. Para ello, será preciso ejercer la voluntad política para movilizar los recursos del país y utilizar racionalmente los recursos externos disponibles.
IX
Todos los países deben cooperar, con espíritu de solidaridad y de servicio, a fin de garantizar la atención primaria de salud para todo el pueblo, ya que el logro de la salud por el pueblo de un país interesa y beneficia directamente a todos los demás países. En este contexto, el informe conjunto OMS/UNICEF sobre atención primaria de salud constituye una base sólida para impulsar el desarrollo y la aplicación de la atención primaria de salud en todo el mundo.
X
Es posible alcanzar un nivel aceptable de salud para toda la humanidad en el año 2000 mediante una utilización mejor y más completa de los recursos mundiales, de los cuales una parte considerable se destina en la actualidad a armamento y conflictos militares. Una verdadera política de independencia, paz, distensión y desarme podría y debería liberar recursos adicionales que muy bien podrían emplearse para fines pacíficos y en particular para acelerar el desarrollo social y económico asignando una proporción adecuada a la atención primaria de salud en tanto que elemento esencial de dicho desarrollo.
La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud exhorta a la urgente y eficaz acción nacional e internacional a fin de impulsar y poner en práctica la atención primaria de salud en el mundo entero y particularmente en los países en desarrollo, con un espíritu de cooperación técnica y conforme al Nuevo Orden Económico Internacional.
La Conferencia insta a los gobiernos, a la OMS y al UNICEF y a otras organizaciones internacionales, así como a los organismos internacionales, así como a los organismos multilaterales y bilaterales, a las organizaciones no gubernamentales, a los organismos de financiación, a todo el personal de salud y al conjunto de la comunidad mundial, a que apoyen en el plano nacional e internacional el compromiso de promover la atención primaria de salud y de dedicarle mayor apoyo técnico y financiero, sobre todo en países en desarrollo.
La Conferencia exhorta a todas las entidades antedichas a que colaboren en el establecimiento, el desarrollo y el mantenimiento de la atención primaria de salud de conformidad con el espíritu y la letra de la presente Declaración.